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Pide disculpas

Manel Monteagudo reconoce ahora su farsa: “Nunca estuve en coma”

“Debí de cortarlo antes porque esto se salió de madre, en ningún momento mi pretensión era semejante cosa. Asumo toda la culpabilidad y acepto lo que me digan”, ha asegurado

Manel Monteagudo Salvador SasEFE

El caso del escritor José Manuel Blanco Castro (alias Manel Monteagudo) ha sido el tema estrella en las redes sociales en las últimas horas. El gallego afirmó en varias entrevistas que pasó en coma 35 años tras un accidente de juventud en un buque. Diversas contradicciones en el caso, que sería digno de estudio científico, pusieron en duda su relato.

Hoy ha reconocido que todo ha sido una farsa y ha pedido disculpas por lo sucedido. “Debí de cortarlo antes porque esto se salió de madre, en ningún momento mi pretensión era semejante cosa. Asumo toda la culpabilidad y acepto lo que me digan”, ha dicho ante los micrófonos de TVE.

La historia de Monteagudo, nacido en el pequeño lugar de Cando, en Outes (A Coruña,) dio la vuelta al mundo tras afirmar que quedó en coma 35 años después de sufrir una caída de seis metros en Basora (Irak) cuando trabajaba como electricista naval el 28 de febrero de 1979.

En su testimonio inicial, Monteagudo contó que su vida, a causa de este percance, había quedado interrumpida desde los 22 hasta los 58 años, y que cuando finalmente despertó en 2014 pensó que seguía en el país asiático y en 1979, cuando sufrió el accidente.

Las lagunas en su relato, ampliamente difundido en los medios de comunicación como cuestionado en las redes sociales, han precipitado que el propio protagonista haya negado todo. “Yo no estuve en coma en ningún momento. Es cierto que caí desde seis metros y estuve hospitalizado”.

El gallego explica lo realmente le ocurrió: “¿Qué pasó? Debido al accidente todos los días durante 35 años tuve de 14 a 16 desmayos diarios. Ojalá, de todo corazón lo digo, ojalá estuviese en coma. Así no le hubiera dado el trabajo que le he dado a mi mujer”, ha lamentado.

Manel Monteagudo se arrepiente de todo: “Debí de cortarlo antes porque esto se ha salido de madre. En ningún momento mi pretensión era semejante cosa”. Y asume toda la culpa de la mentira: “Admito y asumo toda la culpabilidad y acepto todo lo que me digan. Lo hice mal yo y ya está”.

En su narración de los hechos chocaban varios argumentos: se habría casado en coma, y a su vez había tenido dos hijas de 26 y 37 años. También vecinos, conocidos y la editorial en la que publicaba sus poemas dieron la voz de alarma asegurando que lo vieron llevando una vida normal en los años en los que él asegura haber estado en coma, entre 1979 y 2014, cuando afirma que se despertó.

Los neurólogos: “Era imposible”

Los neurólogos no tienen dudas y califican el caso de Manel Monteagudo de “surrealista” e “imposible”. Dos expertos, consultados por Efe, señalan que solo en el caso de que un paciente evolucione favorablemente, el enfermo en coma podría derivar a un estado vegetativo o de mínima conciencia, un período en el que Monteagudo -tal y como aseguraba- tenía “breves momentos de lucidez” en los que se casó y escribió dos libros. “Es absolutamente imposible. Estás postrado en una cama, no puedes hacer nada durante ese tiempo”, afirma el presidente de la Sociedad Española de Neurología José Miguel Láinez.

Por su parte, el jefe de neurología del hospital 12 de Octubre de Madrid, David Pérez, asegura que, de haber una mejoría de un paciente en ese estado, sería “muy lenta y progresiva” a lo largo de meses o años. De hecho, explica que las posibilidades de recuperación “son muy pequeñas” tras un arduo trabajo de rehabilitación en el que se necesita una asistencia médica continua.

Durante el relato de su historia, Monteagudo llegó a afirmar que su mujer, Conchi, le cuidó durante todo el tiempo en el que -supuestamente- estuvo en coma. Una versión que el jefe de neurología del 12 de Octubre pone en duda. “La mayoría de los pacientes no están en su casa. Están en unidades de cuidados de larga estancia porque necesitan un equipo médico muy complejo con especialistas rehabilitadores, neurólogos, fisioterapeutas, nutricionistas, enfermeras y auxiliares para que le hagan cambios de posición cada seis horas”.