Sanidad
Un estudio revela que el estrés de la madre influye en el bajo peso del feto
En el análisis, desarrollado por la Universidad de Barcelona y Fundación “la Caixa”, participaron más de 1.200 mujeres
En diez de cada cien nacimientos el bebé viene al mundo con bajo peso, es decir con un peso por debajo del percentil 10, y ello es consecuencia de un retraso en el crecimiento en la etapa fetal. Tal y como reconoce la Organización Mundial de la Salud (OMS), ésta es una de las causas más importantes de mortalidad perinatal a nivel mundial y se asocia con un peor neurodesarrollo en la infancia y más problemas de salud metabólica y cardiovascular en la edad adulta.
Hasta el momento, no había ningún tratamiento contrastado que fuera eficaz a la hora de prevenir o mejorar el bajo peso en el nacimiento y, en este contexto, un equipo de investigadores del BCNatal y la Universidad de Barcelona, con el apoyo de la Fundación «la Caixa», tras observar frecuentemente que las madres de aquellos bebés que nacían con bajo peso tenían una dieta subóptima y altos niveles de estrés, pusieron en marcha un estudio, IMPACT Barcelona, para comprobar si las intervenciones dirigidas a reducir el estrés y fomentar un patrón de dieta mediterráneo en las gestantes podrían contribuir a disminuir el retraso en el crecimiento del feto y otras complicaciones en el embarazo.
Tres años
En este estudio, que se prolongó durante tres años y se ha publicado en la revista JAMA, participaron unas 1.200 mujeres embarazadas con un riesgo elevado de tener un bebé con bajo peso, las cuales fueron divididas en tres grupos: uno de ellos se sometió a las indicaciones de una nutricionista para seguir una dieta mediterránea, el otro participó en un programa de mindfulness para reducir el estrés, mientras que el tercero era el grupo de control.
Las primeras se beneficiaron de una intervención en la dieta e incorporaron más fruta y verdura, carne blanca, pescado azul, lácteos y cereales integrales a su dieta con el fin de adaptarla a los patrones de la dieta mediterránea, así como también se les entregó de forma gratuita productos altos en omega3.
Cortisol y cortisona
Las que participaron en las sesiones de mindfulness lo hicieron durante 8 semanas en grupos de 20-25 personas y, tanto al inicio como al final de la intervención, rellenaron unos cuestionarios, así como se sometieron a una medición de sus niveles de hormonas relacionadas con el estrés, el cortisol y la cortisona para comprobar si había una reducción del estrés.
Finalmente, los resultados del ensayo permitieron corroborar, por primera vez, que la realización de mindfulness y el uso de una dieta mediterránea de forma guiada y estructurada durante el embarazo disminuye el porcentaje de bajo peso fetal, así como las complicaciones durante la etapa de gestación.
De hecho, como señala la doctora Fátima Crispi, coordinadora del estudio e investigadora del Clínic, “los resultados fueron claros: las embarazadas del grupo de control tuvieron un 21,9% de recién nacidos con bajo peso y el porcentaje se redujo de forma significativa en los grupos de dieta mediterránea (14%) y mindfulness (15,6%)”.
Una investigación pionera
Así pues, tal y como destaca el doctor Eduard Gratacós, director de BCNatal del grupo de Medicina Fetal y Perinatal del IDIBAPS y del CIBERER y coordinador del estudio, “esta investigación es pionera, ya que demuestra por primera vez que una intervención estructurada sobre el estilo de vida reduce complicaciones del embarazo para las que ningún tratamiento anterior había demostrado tener efectos positivos”. Tras esta primera conclusión, ahora los investigadores están diseñando un estudio multicéntrico para aplicar los resultados de este ensayo a cualquier mujer embarazada sin la necesidad de que exista el riesgo de tener un bebé con bajo peso.
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