Salud

Ginecología: ¿Por qué es tan importante realizarse la prueba Papanicolau?

Este test ha conseguido detectar el 95 por ciento del cáncer de cuello uterino y por tanto descender en un 70 por ciento el número de fallecimientos como consecuencia de este tumor

órgano reproductos femenino. Útero, ovariosFLIICKR/HEY PAUL STUDIOS (Foto de ARCHIVO)01/01/1970
órgano reproductos femenino. Útero, ovariosFLIICKR/HEY PAUL STUDIOS (Foto de ARCHIVO)01/01/1970FLIICKR/HEY PAUL STUDIOSFLIICKR/HEY PAUL STUDIOS

El doctor en medicina e investigador Georgios Papanicolau, (1883-1962), ha pasado a la historia por haber desarrollado unaprueba para la detección temprana del cáncer de útero, un test que lleva su nombre y que hoy, todavía, se considera la prueba más precisa para el diagnóstico precoz del cáncer de cuello uterino. El test Papanicolau más conocido como citología vaginal,ha conseguido detectar el 95 por ciento de este tipo de tumor y por tanto descender en un 70 por ciento el número de fallecimientos como consecuencia de este cáncer.

La citología vaginal, se realiza para estudiar las células del cuello del útero o cérvix y así ver si existen lesiones previas a un tumor maligno, células cancerosas o infecciones vaginales y poner el tratamiento adecuado en cada caso, lo antes posible. “Es una técnica sencilla, no dolorosa donde se recogen células vaginales con un cepillo y una espátula previa colocación de un espéculo para separar las paredes vaginales y así poder inspeccionar el fondo vaginal, donde desemboca el cuello uterino. La muestra se examina bajo microscopio”, explica el doctor Rodolfo Martín Díaz, jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Quirónsalud Torrevieja y Alicante. Aunque la toma de muestras no es dolorosa ni conlleva riesgo alguno para la mujer, en algunas ocasiones pueden producirse pequeños sangrados. Además, cada paciente tiene el umbral de dolor en diferentes niveles por lo que las molestias, al realizar la prueba, variarán. Bien es cierto que el estado de ansiedad que supone en algunas mujeres la visita al ginecólogo, puede suponer mayores molestias al realizar la citología vaginal.

Los especialistas recomiendan realizar una citología vaginal a partir de los 21 años, o antes si ya se han mantenido relaciones sexuales, y repetir la prueba cada tres años si los resultados son normales en las últimas realizadas, hasta los 30-35 años. A partir de esa edad, y hasta los 65 años, siempre que no haya resultados fuera de lo normal, se aconseja realizar un test complementario para detectar una posible infección de Virus de Papiloma Humano (VPH). Los ginecólogos hacen hincapié en no realizar esta prueba a mujeres que no hayan mantenido relaciones sexuales ya que algunos cánceres (el 90% de cáncer de cérvix) se asocian a una infección por el VPH que se transmite cuando se mantienen relaciones sexuales. Por este motivo, aquellas mueres que hayan padecido alguna enfermedad de transmisión sexual o tengan verrugas genitales causadas por el Virus del Papiloma Humano, deben someterse a una citología vaginal cada año, para estar controladas por el médico y no tengan complicaciones.

A la hora de acudir a la consulta ginecológica para realizar un control rutinario y hacerse una prueba citológica, hay que evitar ir a la cita cuando se está menstruando, pues los resultados de la muestra podrían ser equívocos, es preferible esperar 5 o 6 días después del último día del periodo; no mantener relaciones sexuales 48 horas antes de la prueba; no usar tratamientos vaginales, como óvulos, cremas o espermicidas en los 5 o 7 días anteriores al examen y no proceder a lavados internos de la zona íntima, lavarse externamente con agua y jabón. “Es una prueba de importancia vital que ayuda a detectar células anormales dentro del cuello del útero o cérvix” añade el doctor Martín.

En muchas ocasiones, la mujer siente cierto recelo antes de acudir a la consulta del ginecólogo. Ese pánico se debe normalmente al desconocimiento de cómo se realizan las pruebas a las que se va a someter. La citología vaginal es un procedimiento sencillo que se realiza tumbada en la camilla de exploración ginecológica y en la que se tarda menos de un minuto en llevarla a cabo. No implica ningún riesgo y, en principio es indolora, aunque, dependiendo de la sensibilidad de la mujer, puede ocasionar alguna molestia.

Con esta prueba se pueden detectar enfermedades como el cáncer de cuello de útero y lesiones pre-malignas; alteraciones producidas por el Virus del Papiloma Humano; infecciones por hongos, bacterias o parásitos y cambios en las células vaginales como consecuencia de la menopausia. Los resultados indicarán si las células del cuello uterino son normales o anormales. Si son normales, es decir, el resultado es negativo, el ginecólogo recomendará repetir la prueba en tres o cinco años, según la edad de la paciente y sus antecedentes médicos, ya que está libre de cualquier enfermedad vaginal.

Si por el contrario el resultado es positivo, “nos indica que las células extraídas son anormales y pueden advertir de la presencia de enfermedades cancerígenas, pre-cancerígenas o incluso de alguna infección vaginal” puntualiza el doctor Rodolfo Martín Díaz. Sin embargo, la mayoría de las mujeres con resultados positivos, no tiene cáncer de cuello de útero, el ginecólogo recomendará, en estos casos, realizar pruebas de seguimiento y control para vigilar las células, algunas vuelven a la normalidad por si solas y a veces, pueden convertirse en cancerosas si no se tratan a tiempo. “Obtener un resultado positivo puede generar ansiedad y temor a sufrir cáncer, pero no significa necesariamente que se vaya a tener, puede que se trate tan solo de una infección o una inflamación que se cura aplicando el tratamiento adecuado” añade el especialista.

Es importante no tener miedo a realizarse este tipo de pruebas ya que son fundamentales para detectar posibles enfermedades y poder tratarlas a tiempo. En esos casos el ginecólogo solicitará pruebas complementarias para obtener un diagnostico preciso y así poder comenzar el tratamiento necesario lo antes posible.