Entrevista

«La Sanidad pública arrastra años a la deriva como hemos denunciado»

«Nos enfrentamos a una sexta ola y se repiten errores, como permitir el colapso sanitario», asegura Tomás Cobo, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos

El doctor Tomás Cobo
El doctor Tomás CoboCGCOM/José Luis PindadoEFE/CGCOM

Tomás Cobo Castro, especialista en Anestesiología y Reanimación, y colegiado en Cantabria, se convirtió el 27 de febrero pasado en el presidente de la Organización Médica Colegial. Meses de duro trabajo que culminaron el pasado día 17 con la presentación del Plan Estratégico y los presupuestos para 2022. A ello se une la privilegiada visión general de la sanidad española que le proporciona tan importante cargo.

-¿Puede decirse que el virus está descontrolado y los planes de contingencia son improvisados y poco eficaces?

-Podemos afirmar que las cifras de contagio están aumentando en prácticamente todo el país de forma muy alarmante y que este hecho nos puede arrastrar a situaciones muy complicadas en sistemas de salud que se puedan ver comprometidos para poder atender pacientes por encima de su capacidad. Es cierto que hablamos en un contexto en el que la vacunación está funcionando y nos está ayudando a contener los números de ingresos hospitalarios y de fallecidos. Echamos de menos medidas urgentes y eficaces como el refuerzo de la Atención Primaria, que se encuentra en una situación muy delicada en todo el país, y la unificación de criterios comunes de actuación. Aunque cada comunidad autónoma registre datos distintos y se encuentre en situaciones epidemiológicas diferentes, es necesario que sigamos una hoja de ruta conjunta. Por una parte, es comprensible que la evolución de la propia pandemia y los nuevos conocimientos que vamos adquiriendo obligan, en ocasiones, a cambiar de rumbo en los protocolos y la planificación. Pero, por otra parte, es evidente que algo se está haciendo mal cuando nos enfrentamos ya a una sexta ola y se están repitiendo algunos errores, como permitir un colapso sanitario que sería evitable si se atendiese a las propuestas que hemos trasladado desde las organizaciones profesionales, se facilitaran los medios necesarios y se invirtiese lo suficiente en la Sanidad.

-¿Se ha dejado la solución final en manos de la responsabilidad de los ciudadanos?

-Las administraciones son las que tienen las competencias para tomar decisiones y encontrar la manera más adecuada de aplicar las medidas restrictivas en cada momento, en función de la situación de la pandemia y de lo que nos determinen los expertos. De la mano de esto, es indiscutible la parte de responsabilidad que tenemos los ciudadanos y a la que apelo, una vez más. Tenemos que cumplir escrupulosamente con las medidas de prevención COVID en nuestro ámbito individual y que son fáciles de aplicar: lavado de manos, mascarilla, distancia social, ventilación de espacios cerrados, limitar encuentros sociales en momentos y zonas de alto riesgo de propagación del virus… Todo esto contribuye a frenar la expansión del virus y está en manos de todos, en el día a día, en un ejercicio de solidaridad.

-¿La falta de test de antígenos podría haberse solucionado?

-En el caso de la falta de test ha faltado estrategia. Se ha trasladado un mensaje de falsa seguridad en la realización del test de antígenos. Desde luego que es una herramienta muy útil para el diagnóstico COVID y nos pueden ayudar, pero no es una solución definitiva porque estas pruebas tienen unas indicaciones concretas, un valor orientativo y existe un margen de error, siendo más fiables en las personas que presentan síntomas. Es importante trasladar a la población que, en caso de tener un resultado positivo en un test de antígenos, hay que iniciar un aislamiento y utilizar mascarilla FFP2, además de contactar con su centro de salud para que le den las instrucciones oportunas en base a los síntomas que presenta el paciente. El aislamiento debe durar un mínimo de 10 días desde el inicio de los síntomas o la fecha de la prueba que haya dado positivo en el caso de las personas asintomáticas. Ante un positivo en antígenos, es muy probable que los convivientes se hayan contagiado al ser contactos estrechos y se debe advertir de la situación a todas las personas con las que el infectado haya compartido el aire que respira, sobre todo en los últimos días antes del positivo. Como sabemos hasta ahora, la posibilidad de contagiar es más alta si el encuentro con una persona contagiada ha sido en espacios cerrados y mal ventilados, sin mascarilla, con proximidad y durante un periodo prolongado de tiempo. Una vez más, más allá de los test, insisto en que las medidas de prevención y la vacunación deben ser las principales armas contra la pandemia.

- ¿Hay colapso en la sanidad pública con la sexta ola? ¿Por qué hay centros de atención primaria cerrados?

-La Sanidad pública arrastra años de deriva. Nuestro sistema sanitario exige una profunda reforma, aplicando las medidas urgentes que los profesionales ya hemos trasladado a las administraciones correspondientes. El colapso no es una novedad de esta sexta ola. Desde hace años, nuestros compañeros de Atención Primaria han denunciado su situación en precario, la falta de medios, el déficit de recursos, la infra financiación… Ahora, en una situación excepcional de pandemia, la situación es verdaderamente límite y el primer nivel asistencial, sencillamente, agoniza. Si nuestro modelo sanitario se ha mantenido en pie ha sido por el esfuerzo y el trabajo de su máximo valor, que son los profesionales, tanto en los centros de salud como en los hospitales. La sexta ola COVID, además, llega en un momento en el que los médicos estamos agotados desde hace tiempo; y el colapso sanitario, que –como ya digo- no es nuevo y ya lo hemos visto en ocasiones anteriores en momentos de picos de la demanda asistencial, es el resultado de años en los que ha faltado planificación a largo plazo para dar respuesta a las necesidades de nuestro sistema. En este sentido, desde la Organización Médica Colegial seguimos insistiendo en la necesidad de un Pacto por la Sanidad que garantice la sostenibilidad de nuestro modelo y que reconstruya todo lo destruido durante los años en los que la Sanidad no ha sido una prioridad para las administraciones. Desde luego, este Pacto por la Sanidad exige que se preste atención a los profesionales y que todas las fuerzas políticas estén implicadas en su puesta en marcha.

-¿Cómo la afronta la sanidad privada?

-La Sanidad privada afronta la sexta ola de manera similar a la Sanidad pública, porque los problemas derivados de la pandemia son los mismos en cualquier ámbito sanitario. La pandemia no distingue entre atención pública o privada y la Sanidad en su conjunto se está enfrentando al virus con todas las herramientas a su alcance. La dificultad es la misma para atender a los pacientes con personal médico contagiado o en aislamiento, por poner un ejemplo.

-¿Cómo debería ser la Nochevieja en los domicilios? ¿Y en restaurantes y centros de ocio?

-Con la máxima precaución que nos exige la situación. Podemos disfrutar de estas fiestas navideñas, en compañía de familiares y amigos, sin relajarnos ni descuidar las medidas de prevención, que son muy básicas y que nos pueden ayudar a minimizar el riesgo de contagio. Tal y como han recomendado las autoridades sanitarias y tal y como nos trasladan los expertos, es necesario que reduzcamos y limitemos los encuentros sociales al máximo posible y prestemos especial atención al uso de la mascarilla. La debemos retirar, únicamente, en el momento en el que vayamos a ingerir comida o bebida y la tenemos que volver a utilizar cuando ya hayamos acabado. Se trata de mantener la mascarilla puesta durante el máximo tiempo posible, lo que reduce considerablemente las posibilidades de infección. Además, es importante el lavado de manos frecuente; que los platos sean individuales y que sea una única persona la que manipule los objetos de la mesa al ponerla, quitarla o servir los alimentos. Debemos seguir manteniendo las distancias mínimas de seguridad entre personas no convivientes y es muy importante que el espacio en el que vayamos a comer o cenar sea en exterior o, si esto no es posible, que esté correctamente ventilado. Tenemos que prescindir, también, de todo contacto físico estrecho y, por supuesto, en caso de que alguna persona tenga síntomas o sospeche que ha podido estar en contacto con el virus, no debe asistir a ningún evento familiar o social. Queremos apelar, una vez más, a la lógica, a la responsabilidad y a la solidaridad. Todos conocemos las medidas de prevención porque nos han acompañado durante estos años de pandemia y sabemos que son verdaderamente útiles. Todos podemos aplicarlas y nos permitirán poder disfrutar de unas fiestas seguras y sin consecuencias que lamentar. Estamos en una sexta ola en la que los contagios han ido en aumento y tenemos que actuar con sentido común si queremos evitar situaciones más dramáticas, tanto en lo sanitario como en lo económico y en lo social. En cuanto a los restaurantes y centros de ocio, las medidas son idénticas: mascarilla todo lo posible, respetar las distancias, ventilación de espacios cerrados, lavado de manos…

-¿Cómo se ha organizado usted?

-Como cualquier ciudadano. Como médico anestesiólogo en activo he recibido ya la tercera dosis de la vacuna y mantengo las precauciones al máximo. Los médicos tenemos una responsabilidad como ciudadanos y como profesionales que, además, tenemos la sensibilidad de haber vivido en primera persona la gravedad de esta pandemia y las consecuencias que tiene para los pacientes, para el sistema sanitario y para la propia profesión.

-¿Ómicron será también protagonista del 2022?

-Es difícil anticipar lo que va a ocurrir el próximo año. Seguimos sumergidos en la incertidumbre y en los cambios inherentes a la propia evolución del virus. Lo que sí podemos hacer es observar la evolución de los datos y de la evidencia. Tenemos el ejemplo de Sudáfrica, país en el que se notificó el primer caso de Ómicron. A día de hoy, parece que estamos ante una variante mucho más contagiosa pero menos letal y que la bajada de casos está siendo tan rápida como lo ha sido la subida de contagios. La vacunación, desde luego, está ayudando en una gran medida a que los casos graves y las muertes sean menos. Pero nos movemos en un escenario mundial, a gran escala. Mientras la vacunación no avance en todos los países, estaremos pendientes de mutaciones y es difícil prever con seguridad lo que va a pasar en los próximos meses. Ante Ómicron y ante cualquier otra variante, el mensaje debe seguir siendo el mismo: vacunación y medidas de prevención. Estamos avanzando hacia el fin de la pandemia pero tenemos que permanecer alerta.

-¿Cuál es el estado de ánimo del colectivo médico por la sexta ola y por la irresponsabilidad de muchos ciudadanos que deciden no vacunarse?

- El estado de ánimo de los médicos es de máximo agotamiento y desgaste emocional. Acumulamos casi dos años de pandemia, que nos afecta no solo como profesionales, sino también en nuestro entorno personal, familiar y social. Desde el primer momento, hemos estado al cien por cien y lo seguimos estando en una nueva ola y en un contexto sanitario extremadamente complicado. Tenemos un índice de Síndrome del Trabajador Quemado burnouten torno al 50 por ciento en nuestra profesión. Tenemos un 33 por ciento de compañeros que se jubilaría si pudiese hacerlo. Tenemos una precariedad que afecta casi al 50 por ciento de los médicos. Tenemos médicos jóvenes que se encuentran sin oportunidades laborales dignas. Tenemos paquetes de medidas urgentes para la reconstrucción profesional y sanitaria del Sistema Nacional de Salud que se han trasladado a las administraciones y que están esperando su aplicación… Los médicos estamos cansados y estamos hartos. Cuando nos encontramos con datos de ciudadanos que han decidido no vacunarse, queremos transmitirles que las vacunas son seguras, que son un instrumento clave en la protección individual para no padecer la enfermedad o para que no sea grave ni produzca un alto número de ingresos hospitalarios o muertes. También nos puede ayudar -aunque no elimine- a reducir la posibilidad de contagio por parte de una persona vacunada. Los profesionales médicos tenemos que explicar esto a todas aquellas personas que no se han vacunado todavía y apelar a la responsabilidad.

-¿Cuáles son los pilares fundamentales del Plan Estratégico del CGCOM aprobado el pasado día 17)

-Nuestra línea de trabajo para el próximo año va a girar en torno al proyecto que ya hemos iniciado de transformación digital de la corporación, con el que queremos modernizarnos, agilizar trámites y procedimientos y adaptarnos a las necesidades actuales y futuras de la profesión. Todo esto con el objetivo de ser lo más útiles posible a nuestros colegiados y nuestras colegiadas. Otro de los ejes del plan estratégico que hemos aprobado es el compuesto por la formación médica, el desarrollo profesional continuo y su acreditación libre de intereses y en un contexto internacional. Queremos aprobar el nuevo Código Deontológico, que está actualmente en revisión, y los nuevos Estatutos de la corporación. En el ámbito internacional, tenemos el objetivo de potenciar nuestra presencia y proyección de la profesión médica española en los diferentes organismos y entidades europeos e internacionales; y trabajar en actividades relacionadas con el fin de la pobreza y las desigualdades, la educación, la lucha contra el cambio climático y la transparencia, como objetivos de desarrollo sostenible. Es un plan diseñado para revitalizar el compromiso de la profesión médica con la sociedad, el defensa de la salud y el ejercicio profesional de calidad, centrado en el paciente y la defensa de sus intereses por encima de cualquier otro interés. También para seguir haciendo de la Organización Médica Colegial una plataforma para que la Medicina sea más segura y de calidad y para que los sistemas sanitarios sean más sostenibles y efectivos.

-¿En qué cambiará el nuevo Código de Deontología Médica?

-El nuevo Código de Deontología Médica, que está ahora mismo en trámite de aprobación, se adapta a nuevas situaciones y realidades de la práctica médica. Entre ellas, se ha profundizado en la calidad asistencial como obligación deontológica. Un aspecto importante, también, es la inclusión de un capítulo de Seguridad del Paciente, tema que no estaba reflejado en profundidad hasta ahora. En cuanto a las nuevas realidades, contemplamos la Telemedicina o la actuación de los médicos en las redes sociales. Igualmente, hemos incluido un apartado sobre inteligencia artificial, grandes bases de datos sanitarios y robótica, en lo que entendemos que debe facilitar la actuación del médico en su día a día presente y futuro.

- ¿Qué opina de la situación que atraviesa el Colegio de Médicos de Madrid desde hace años? ¿Puede una corporación médica estar en manos de una empresa?

- La situación nos preocupa. Manuel Martínez-Sellés no es el primer presidente que se enfrenta a problemas en el seno del Colegio de Médicos de Madrid y, desde luego, no consideramos deseable que agentes externos no profesionales influyan en las organizaciones profesionales.