Opinión

Animales de compañía, un privilegio

Una mujer con un perro.
Una mujer con un perro.pixabay

En España hay más de veintinueve millones de animales de compañía. Por delante los perros. Después, en este orden, gatos, peces, pájaros, reptiles y pequeños mamíferos. De todos he tenido yo y a todos recuerdo. Mi gata, encontrada en un campo de Castilla, tenía mal carácter y me iba tirando al suelo los folios que yo escribía a mano entonces. Sin embargo, jamás me bufó y me regaló una camada preciosa del amor con un gato de la actriz Nuria Gallardo.

De todos, sin duda, los perros han sido mi anillo al dedo. La última, que a mi lado reposa, es compañerita maestra, me ha enseñado lo que se pueden llegar a amar dos seres vivos, da igual la especie. Once años va a cumplir y temo más su muerte que la mía. Y que conste que tengo otros amores humanos bien arraigados.

El viernes el consejo de ministros dio luz verde al proyecto de derechos y bienestar de los animales que recoge, entre otras medidas, el «sacrificio cero» la prohibición de cría por parte de particulares y la venta de ejemplares en tiendas. Las palizas y los golpes tendrán multas de hasta seiscientos mil euros. También se inhabilitará a los maltratadores y abandonadores. Habrá que hacer un curso, un seguro y algún tramite más.

Todo esto está bien y es de cordura tardía. Pero, ¿qué pasa con aquellos que no tienen dinero para tanto gasto? ¿Qué pasará con las personas sin hogar o en soledad no deseada? Y que son un número escalofriante. Pues que para muchos será imposible tener un animalito de compañía.

El negocio con las mascotas no es solamente de criadores y traficantes. A un peludo, aparte de darle amor, hay que alimentarlo bien, ponerle sus vacunas y tratamientos veterinarios con fármacos carísimos, pagar sus viajes y seguros...

En este asunto tienen que cambiar las normas urgentemente. Tener un perro no puede ser otro privilegio de los acomodados.