Energía

Expertos aseguran que la UE está «más unida que nunca» para hacer frente a la crisis energética

El foro sobre política energética europea «en tiempos de crisis» también concluyó que el continente deberá «redoblar sus esfuerzos» para sustituir el gas ruso

Andris Piebalgs, ex comisario de Energía de la UE; Nemesio Fernández-Cuesta, ex secretario de Estado de Energía; y Christopher Jones, ex director de Energía de la UE
Andris Piebalgs, ex comisario de Energía de la UE; Nemesio Fernández-Cuesta, ex secretario de Estado de Energía; y Christopher Jones, ex director de Energía de la UEFUNDACIÓN NATURGYFUNDACIÓN NATURGY

Europa se enfrenta al gran reto de sustituir el suministro de gas ruso y los estados miembros están «más unidos que nunca» para salir de la actual crisis energética. Esta ha sido una de las conclusiones a las que se llegaron en la jornada «Nueva política energética en Europa en tiempos de crisis. El hidrógeno y las energías renovables», organizada por la Fundación Naturgy el 19 de abril. En la cita participaron dos renombrados expertos de la Florence School of Regulation (FSR) del European University Institute: Christopher Jones, ex director de Energía de la Unión Europea, y Andris Piebalgs, ex comisario de Energía de la UE.

En el evento, que también contó con las intervenciones de Nemesio Fernández-Cuesta, presidente de Eolia Renovables y ex secretario de Estado de Energía, se abordaron cuestiones relativas a la coyuntura actual, se debatieron distintas opciones para controlar los precios de la energía y se insistió en la necesidad de invertir más en gases renovables, así como en otros tipos de energía renovable, para reducir las emisiones.

Sobre el momento energético que atraviesa la UE, los tres expertos coincidieron en que la sustitución del suministro de gas ruso es el gran reto al que tiene que hacer frente Europa. Jones afirmó que «es una prioridad absoluta, porque el nivel de incertidumbre es elevado». Piebalgs no descartó que «se interrumpa el suministro de cara a otoño de este año». Para Fernández-Cuesta, el principal desafío «es la construcción de nuevas infraestructuras, lo que requerirá de cuatro o cinco años».

Por otro lado, los tres ponentes aseguraron que la UE está «más unida que nunca» ante la crisis energética actual derivada de la guerra en Ucrania. Fernández-Cuesta afirmó que «Europa está convencida de que la política energética es muy necesaria». Piebalgs se mostró seguro de que «va a haber una política común firme» y Jones destacó la importancia del «pool de compra conjunta, porque la velocidad a la que hay que rellenar el stock europeo debe ser coherente para no hacer subir los precios».

En este sentido, Jones expuso algunas opciones para controlar los precios de la energía: limitar el precio del mercado de la electricidad junto con un mecanismo adicional para el respaldo de la generación con gas; eliminar el gas del actual mecanismo de fijación de precios; pagar según el precio ofertado por cada tecnología y no al precio del mercado marginalista; limitar precios para los mercados del gas o reducir el coste del gas para la generación de electricidad.

«Lo que se está intentando hacer en España es fijar un precio bajo y los productores tendrían que recibir incentivos», afirmó Jones. Para él, si el precio de referencia del gas es muy bajo, los subsidios podrían ser de hasta 10.000 millones al año, lo que «daría un margen para reducir el coste al consumidor, pero que tiene el problema de que es mucho dinero público». Este escenario llevaría a precios de electricidad muy bajos, «cuando lo que hay que hacer es garantizar la eficiencia energética». Según el experto, «no existe una alternativa sencilla e ideal», pero la situación actual del mercado energético «durará meses o años» y «necesitamos un mecanismo robusto».

La guerra de Ucrania

Por su parte, Piebalgs dijo que «la invasión de Ucrania ha sido disruptiva porque está destruyendo la visión energética que tenemos de garantía de suministro y la seguridad de los contratos a largo plazo», por eso incidió en el papel de la política energética, que «deberá tener un papel mayor» porque «el mundo de antes y el de después de la guerra va a ser distinto». En este sentido, defendió la necesidad de diversificar el suministro de gas en Europa por varias razones. «La primera es una cuestión moral, lo que está pasando es rotundamente opuesto a la sociedad que hemos diseñado en el siglo XXI». En cuanto a la estrategia del pago en rublos, «hay que asumir que en cualquier momento Rusia puede parar abruptamente el suministro», aunque hasta ahora no lo ha hecho. Y una tercera razón es el impacto económico de un potencial corte de suministro del gas ruso: «La economía de Alemania podría contraerse un 2% sin la importación del gas ruso», apunto, «por lo que la actual crisis con Rusia puede amenazar sobre todo el modelo económico de desarrollo industrial».

Por su parte, Piebalgs defendió que los mercados energéticos de la UE son lo suficientemente robustos como para capear la tormenta, aunque se necesitan medidas para apoyar a los consumidores vulnerables. Y afirmó que «la eficiencia energética y la respuesta de la demanda a las señales de precios son parte crucial de la estrategia», y que «la nueva situación con el suministro de gas requiere marcos sólidos para promover el hidrógeno renovable y el biometano».

Fernández-Cuesta aseguró que «en esta situación de precios elevados del gas, los gases renovables tienen una ventaja competitiva, pero es fundamental el desarrollo de los certificados y hay que utilizar los gasoductos existentes». Jones y Piebalgs insistieron también en la necesidad de impulsar los gases renovables. En cualquier caso, Fernández-Cuesta afirmó que la transición energética «no es solo hidrógeno y renovables; para llegar a las emisiones netas cero necesitamos también eficiencia energética y captura de carbono».

Nuevos estudios

En la intervención inaugural del evento, Rafael Villaseca, presidente de la Fundación Naturgy, destacó que «nos encontramos en momentos muy complicados desde el punto de vista geopolítico y el sector energético será clave en la evolución futura de la situación actual». Villaseca añadió que «la transición energética es un reto significativo, pero no insuperable para la UE» y que atravesamos «una situación compleja que obliga al mundo y a la UE a redoblar esfuerzos en política energética».

En este proceso, indicó, «se han publicado comunicados y posiciones por parte de los distintos actores en la búsqueda de la seguridad energética, de asegurar el suministro y acelerar la transición verde para lidiar contra la crisis con éxito». Y prosiguió: «Es importante tener en cuenta lo que está en juego: el futuro crecimiento económico y el desarrollo de una sociedad sostenible; no es una tarea sencilla». Por este motivo, dijo, «Fundación Naturgy ha querido ayudar a encontrar las mejores soluciones en conjunto y, con este fin, hemos apoyado el desarrollo de dos estudios científicos muy interesantes».

Jones y Piebalgs figuran como autores en ambos informes de la FSR publicados por Fundación Naturgy, cuyos títulos son: «Mecanismos de apoyo a la generación de electricidad renovable», que analiza la eficacia para impulsar el desarrollo de estas tecnologías y «Una descarbonización eficiente en costes. Estudio 2022», que es la actualización del elaborado por la FSR en 2021, dada la evolución de la política energética del Viejo Continente en el último año.

Tanto el foro de expertos como los documentos presentados forman parte de las actividades que la Fundación Naturgy realiza de forma periódica sobre temáticas relacionadas con la energía, para promover el uso racional de los recursos energéticos y fomentar un desarrollo sostenible. Todas sus publicaciones se pueden consultar en el Centro de Conocimiento de su web. La Fundación, creada en 1992 por la compañía energética, también desarrolla programas de acción social, incidiendo especialmente en actuaciones destinadas a paliar la vulnerabilidad energética.