Salud mental

Las enfermedades psiquiátricas incrementan el riesgo de covid

El vínculo entre la salud mental y el sistema inmune es la clave para comprender los motivos

Una sanitaria atiende a un paciente en el Hospital Provincial de Castellón
Una sanitaria atiende a un paciente en el Hospital Provincial de CastellónDomenech CastellóAgencia EFE

La pandemia ha tenido un impacto severo en la salud mental y el bienestar de las personas en todo el mundo, al mismo tiempo que ha generado una gran preocupación sobre el aumento del comportamiento suicida. Además, ha impedido o dificultado el acceso a los servicios de salud mental para millones de personas. Sin embargo, hasta ahora no se había puesto a disposición de todos un resumen completo de los datos actuales sobre estos impactos. Uno de los estudios más recientes en evaluar estos efectos es informe Estado Mental del Mundo 2021, realizado por Sapiens Labs en 34 países. En sus conclusiones detalla una «alarmante» caída del bienestar mental de las generaciones más jóvenes.

Mientras un 7% de las personas mayores de 65 años reconocen estar angustiadas o con problemas de salud mental, las personas de 18 a 24 años que viven esa misma situación alcanzan el 44%.

Otro informe, esta vez realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), afirma que la prevalencia global de ansiedad y depresión aumentó en un 25 % durante 2020. De hecho, las preocupaciones sobre posibles aumentos en las condiciones de salud mental ya habían llevado al 90% de los países encuestados (más de 100) a incluir apoyo psicosocial y de salud mental en sus planes de respuesta a la covid.

Jóvenes y mujeres

Las estimaciones del último estudio Global Burden of Disease –un análisis que mide el impacto de las enfermedades a nivel social y económico – muestran que la pandemia ha afectado la salud mental de los jóvenes y que corren un riesgo desproporcionado de conductas suicidas y autolesivas. También indica que las mujeres se han visto más gravemente afectadas que los hombres, y que las personas con condiciones de salud física preexistentes, como asma, cáncer y enfermedades cardíacas, tenían más probabilidades de desarrollar síntomas de trastornos mentales.

Uno de los problemas es que, de acuerdo con el Atlas de Salud Mental más reciente de la OMS, los gobiernos de todo el mundo gastaron solo el 2% de sus presupuestos de salud en salud mental, y muchos países de bajos ingresos tienen menos de un trabajador de salud mental por cada 100. 000 habitantes.

Vínculo inmunológico

El segundo problema es el estrecho vínculo entre la salud mental y el sistema inmune. Algunos de los efectos secundarios más comunes de la depresión incluyen estrés, mala alimentación, cambios en el sueño y aislamiento social. Al mismo tiempo, todos estos factores afectan negativamente la capacidad de nuestro sistema inmunológico para funcionar a plena capacidad.

Un estudio reciente en ratones concluyó que existía una conexión entre el estrés y la depresión y la función inmunológica. Así, quienes están sometido a situaciones estresantes, desarrollan ciertas respuestas inmunitarias que liberan proteínas inflamatorias. Esa inflamación inmunológica desencadena respuestas alteradas en el cerebro y provoca, a su vez, comportamientos depresivos y estresantes. Es un círculo muy complejo de abordar, y difícil de resolver. Sobre todo, para los sectores más vulnerables.

Esta semana se ha publicado un nuevo estudio en la revista científica Jama Networkque ahonda más aún en el impacto de la salud mental en la posibilidad de infecciones por covid. De acuerdo con sus conclusiones, las personas vacunadas contra el SARS-CoV-2 que tienen antecedentes de ciertas afecciones psiquiátricas, tienen un mayor riesgo de padecer la infección. Otra prueba más de la estrecha relación entre salud mental y sistema inmunológico.

Los científicos, liderados por Aoife O’Donovan, de la Universidad de San Francisco, descubrieron que los pacientes mayores de 65 años con abuso de sustancias, trastornos psicóticos, trastorno bipolar, trastorno de adaptación y ansiedad enfrentaban un riesgo hasta un 24 % mayor de covid.

«Nuestra investigación sugiere que el aumento de las infecciones intercurrentes en personas con trastornos psiquiátricos no puede explicarse por completo por factores sociodemográficos o condiciones preexistentes – afirma O’Donovan –. Es posible que la inmunidad después de la vacunación disminuya más rápidamente o con más fuerza para las personas con trastornos psiquiátricos».