Incendio forestal
Horas críticas en Las Hurdes y Salamanca: “El fuego está muy descontrolado”
El incendio forestal originado el lunes ha arrasado ya 3.500 hectáreas entre Extremadura y Castilla y León
El incendio forestal que comenzó el lunes por la tarde, en el municipio de Ladrillar, dentro de la comarca de Las Hurdes en Cáceres, se ha extendido de manera incontrolada por una zona de pinares hasta llegar a las cercanías de las casas de Monsagro (Salamanca) y sus 450 vecinos tuvieron que ser desalojados ayer por la mañana.
El fuego, que ha quemado más de 3.500 hectáreas entre Extremadura y Castilla y León, sigue activo, y las columnas de humo están restando capacidad a los medios aéreos que trabajan para lograr sofocar el incendio en la localidad salmantina, mientras el de Candelario, en la misma provincia, evoluciona favorablemente.
La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, ha explicado a Efe la situación en la que se encuentran en la actualidad ambos siniestros, más por el riesgo que entrañaban las columnas de humo que por la proximidad de las llamas. Tras aclarar que las tareas de prevención y extinción de incendios corresponde a la Junta de Castilla y León, Barcones ha subrayado que el Gobierno de España está para ayudar con los medios que sean necesarios, en una situación de desolación de los vecinos de la zona, que ven “cómo se quema su patrimonio”. El Gobierno central ha desplegado en estos dos incendios activos en Salamanca unos cuatrocientos efectivos, ha especificado la delegada del Gobierno.
En concreto, más de doscientos profesionales de la Unidad Militar de Emergencias (UME) se encuentran trabajando en las labores para sofocar el fuego, además de más de noventa vehículos, un centenar de integrantes de las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) y otros cien agentes de la Guardia Civil que contribuyen a garantizar la seguridad y se ocupan de actuaciones vinculadas con el tráfico. Un total de nueve aviones, que se irán incorporando a las tareas progresivamente, a medida que el humo lo permita, se encuentran también en los lugares en los que se ha declarado el fuego, entre ellos cuatro anfibios y un Kamov.
Por su parte, el alcalde de Monsagro, Ángel Mateos,ha advertido de que el incendio, que ya ha arrasado más de un millar de hectáreas de ese término municipal,esta “muy descontrolado”y que “todo está muy mal”. El alcalde se mantiene en las calles de Monsagro, en la Sierra de Francia salmantina, para “ayudar en todo lo que sea necesario” a un municipio vacío y cerrado, desde donde es perceptible no solo el olor a quemado, sino una gran humareda en sus proximidades.
Muy afectado por este incendio, que cruzó al término de Monsagro el lunes por la tarde desde la comarca cacereña de Las Hurdes, Ángel Mateos ha reconocido que no ha podido ver a sus vecinos porque ahora mismo se encuentra en el pueblo “para impedir que las llamas no lleguen a las casas”. “Todo está muy mal, muy desbordado. De momento, se está complicando el fuego”, ha insistido.
Apenas puede hablar entre la conmoción por ver las llamas cerca de Monsagro, y la rabia al percibir el miedo de sus vecinos porque el fuego sigue sin control, pero también al comprobar las más de mil hectáreas que lleva arrasadas. El verdadero problema lo ve cerca de su pueblo, en el valle, que lo tapa un intenso humo. El alcalde prefiere no hablar porque tiene “mucho trabajo”, ha afirmado entre abatido y cansado, antes de abandonar el municipio en dirección a otro punto del incendio para ayudar en su extinción.
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