Horticultura
La huerta no tiene por qué parar con el frío: ¿Qué podemos plantar en noviembre?
Muchas personas piensan que la llegada de días cada vez más cortos y cada vez fríos, imposibilita que saquemos provecho a nuestro huerto... pero se equivocan
Las plantas tienen su impacto en nuestro estado de ánimo. Es algo de lo que nos habíamos olvidado… pero que muchos tuvimos la oportunidad de recordar durante los confinamientos por la pandemia del coronavirus. De acuerdo con un estudio liderado por el grupo de investigación de Naturación Urbana e Ingeniería de Biosistemas de la Escuela de Ingeniería Agronómica de la Universidad de Sevilla, “las emociones negativas fueron más frecuentes en las casas más pequeñas, privadas de luz natural y sin plantas”.
En realidad, no necesitábamos que nos lo dijera ningún estudio porque todos hemos sentido -en alguna u otra ocasión- la diferencia entre la calidez que suscita una casa llena de plantas y la apatía que genera una que no las tiene. O lo que se siente en mitad del bosque rodeado por árboles y lo que se siente rodeado del asfalto de la ciudad. El ser humano se siente irremediablemente conectado y atraído hacia las plantas.
Durante los confinamientos, muchas personas se vieron en la necesidad de enfrentarse a la experiencia de vivir sin ningún contacto con el mundo natural. Y eso les empujó a meterse de lleno en esto de la horticultura. No sólo es la mejor manera de sentirnos cerca de los ritmos de la naturaleza, sino que además nos permite comer de una forma mucho más saludable (y barata).
El huerto no se acaba con el verano
Muchas personas piensan que después de recoger los últimos frutos del cultivo del verano… ya no tenemos nada que hacer; que la llegada de días cada vez más cortos y cada vez fríos, imposibilita que saquemos provecho de la tierra. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Todavía podemos cultivar, aunque deberemos hacerlo de forma diferente:
El cambio más evidente que llega con el cultivo de noviembre es el uso de los invernaderos. Que permitirán crear un pequeño microclima que mantendrá el calor y la humedad en su interior. Además, se ha acabado eso de echar agua sin ningún cuidado. Durante esta época del año, regar de más es mucho más peligroso que durante los calurosos días de verano.
El cambio más evidente que llega con el cultivo de noviembre es el uso de invernaderos; que permitirán crear un pequeño microclima que mantendrá el calor y la humedad en su interior. Además, se ha acabado eso de echar agua sin ningún cuidado. Durante esta época del año, regar de más es mucho más peligroso que durante los calurosos días de verano.
El frío no sólo puede congelar la planta, sino que también hará que el sustrato esté más duro y apelmazado, lo que dificultará el desarrollo de las raíces. Por eso, lo primero en lo que debemos pensar es en bajar la pauta de riego. Y ahora que estamos en noviembre… y que todavía no ha llegado las temperaturas más gélidas del invierno; también podemos tomar una precaución para hacer que el suelo pueda conservar su temperatura y -por lo tanto- ayudar a proteger las raíces: realizar un acolchado con paja, virutas de madera, etc.
¿Qué plantar en noviembre?
Los guisantes y las habas, los ajos y las cebollas resistirán con gusto la ola de frío. De hecho, emergerán del invierno con sistemas de raíces fuertemente establecidos y con muchas ganas de salir en unos cuatro meses, ya en la primavera. Otros clásicos de esta época son las zanahorias, los rábanos, las espinacas, las lechugas y las remolachas.. que plantaremos ahora y las recogeremos en torno al mes de marzo. Y no podemos olvidarnos tampoco de la escarola, las acelgas o la rúcula; que estarán listas entre un mes y medio, y dos meses.
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