
Selectividad 2025
Los 8 errores que más cometen los estudiantes en Selectividad: les cuesta el suspenso
La nueva normativa de corrección en la Selectividad 2025 penaliza con dureza los errores ortográficos, lo que puede hacer tambalear hasta dos puntos la nota final en algunas materias clave

Este martes 3 de junio, gran parte de las comunidades españolas arrancan la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU). Miles de estudiantes de toda España afinan apuntes, memorizan esquemas y repasan fórmulas. Sin embargo, más allá del contenido, este año hay un nuevo factor que puede marcar la diferencia entre aprobar o suspender: la ortografía.
Desde 2025, los errores gramaticales y ortográficos tienen un peso inédito en la corrección de los exámenes, especialmente en Lengua Castellana y Literatura II, donde las faltas pueden penalizar hasta dos puntos sobre la nota total. En Lengua Extranjera la penalización puede alcanzar 1,5 puntos, y en el resto de asignaturas, hasta un punto. No se trata de una recomendación, sino de un criterio obligatorio y homogéneo, aunque con pequeñas diferencias según comunidad, impulsado por el Ministerio de Educación y consensuado con las universidades.
Las faltas empezarán a restar desde la segunda en adelante en la mayoría de regiones, con descuentos de hasta 0,25 puntos por cada una. Otras autonomías aplican castigo desde la primera falta, sin importar si se trata de un simple olvido de tilde o una construcción gramatical más compleja. El objetivo: frenar una tendencia preocupante de descuido ortográfico incluso en alumnos con notas brillantes.
Con este panorama, identificar los errores más comunes y saber cómo evitarlos es más crucial que nunca. A continuación, repasamos los ocho fallos más frecuentes que, según expertos y editoriales educativas como Rubio, podrían costar caro en la Selectividad.
1. ‘A ver’ y ‘haber’: el eterno despiste
Aunque suenan igual, sus usos no podrían ser más distintos. "A ver" equivale a "veamos" y se emplea para introducir algo o mostrar interés: "A ver qué pasa". En cambio, "haber" es un verbo auxiliar o sustantivo: "Tiene que haber una solución". Un truco: si puedes sustituir por "veamos", va separado.
2. ‘Hay’, ‘ahí’ y ‘ay’: tres palabras, tres funciones
Este trío fonético suele descolocar. "Hay" expresa existencia ("Hay un problema"), "ahí" señala lugar ("Ahí está tu cuaderno") y "ay" es una interjección ("¡Ay, qué susto!"). La única manera de dominarlos es interiorizar su función dentro del contexto.
3. ‘Hechar’ con H, un error que no existe
Pese a su frecuencia, "hechar" es una forma incorrecta. El verbo es "echar", siempre sin hache: "Voy a echar la carta". La confusión es comprensible, dado que muchos verbos llevan “h” en formas como “hecho” o “has”, pero en este caso es una excepción clara.
4. ‘Llendo’ en lugar de ‘yendo’: falsa intuición
Pese a que puede parecer lógico usar doble ele en el gerundio del verbo ir, “llendo” no existe en el diccionario. La única forma correcta es “yendo”: "Estoy yendo al instituto".
5. ‘Valla’ y ‘vaya’: cuidado con las cercas lingüísticas
"Valla" con doble ele se refiere a una estructura física, como una cerca o cartel publicitario. "Vaya", con y, es una interjección o forma del verbo ir: "¡Vaya lío!" o "Vaya usted al aula 2".
6. Confusión entre ‘haya’, ‘halla’, ‘allá’ y ‘aya’
Este cuarteto puede parecer un trabalenguas. "Haya" es una forma del verbo haber o un tipo de árbol; "halla" es del verbo hallar (encontrar); "allá" indica lugar lejano; y "aya" es una cuidadora infantil, ya casi en desuso. La clave está en el verbo que acompaña.
7. Los cuatro ‘porqués’: una trampa muy común
Aquí reside una de las trampas más sutiles del castellano:
- Por qué (separado y con tilde) es una pregunta: "¿Por qué estudias tanto?"
- Porque (junto y sin tilde) es una respuesta: "Porque quiero aprobar"
- Porqué (junto y con tilde) es un sustantivo: "El porqué de su decisión"
- Por que (separado y sin tilde) aparece en estructuras complejas: "Este es el motivo por que te llamé"
El truco: si lleva artículo (“el”), se escribe junto y con tilde.
8. ‘Si no’ y ‘sino’: ¿condición o contraposición?
"Sino" se emplea para contraponer ideas: "No vino Pedro, sino Ana". "Si no", separado, introduce una condición: "Si no estudias, suspenderás". Consejo útil: si puedes meter “entonces” después, lo correcto es separado.
Con esta nueva normativa en marcha, los estudiantes ya no pueden permitirse descuidos que antes pasaban inadvertidos. La ortografía ha dejado de ser un detalle menor y se ha convertido en un factor decisivo.
Más allá de las reglas, la clave es la práctica constante: leer textos bien redactados, repasar con ejemplos reales y escribir con atención. Al fin y al cabo, no se trata sólo de aprobar un examen, sino de adquirir una competencia que será útil toda la vida. Porque, como ya advertía el clásico refrán, "quien mal escribe, mal se entiende".
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