Sociedad

Sedigas reacciona tras la aprobación de la nueva Directiva europea: "El carácter renovable no está en la tecnología, sino en el combustible"

La asociación representante del sector gasista español precisa que la nueva norma no prohíbe el uso de calderas de gas

Edificios de viviendas en venta en el barrio madrileño de El Cañaveral
Edificios de uso residencialAlberto R. RoldánLa Razón

El Pleno de la Eurocámara dio luz verde el pasado martes a la nueva Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (EPDB). El texto, que fue aprobado por 370 votos a favor, 199 votos en contra y 46 abstenciones, ahora continúa su procedimiento ordinario hasta que sea ratificado por el Consejo para que entre en vigor como ley.

Según detalla la nota de prensa del Parlamento comunitario, el objetivo de esta normativa persigue "reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de energía en el sector de la construcción de la Unión Europea de aquí a 2030 y hacerlo climáticamente neutro a partir de 2050" en los veintisiete Estados miembros.

Los Veintisiete celebran elecciones europeas entre el 6 y el 9 de junio
Los Veintisiete celebran elecciones europeas entre el 6 y el 9 de junioMinisterio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación

¿Qué contempla la Directiva?

La nueva normativa hace referencia a una serie de medidas ambiciosas que los países deberán aplicar antes de una determinada fecha. En primer lugar, establece que "todos los edificios nuevos deberán ser climáticamente neutros a partir de 2030" y fija el año 2028 para aquellas edificaciones ocupadas por las autoridades públicas o en su propiedad.

Asimismo, desde el área de comunicación del Parlamento europeo, informan que el nuevo texto define unos límites para regular el consumo de energía en los edificios residenciales. "Los países de la UE tendrán que adoptar medidas que garanticen una reducción en el promedio de energía primaria utilizada de al menos un 16% para 2030 y al menos entre un 20 y un 22% para 2035", puntualizan.

Para los edificios no residenciales, la nueva directiva contempla que "los países estarán obligados a la renovación del 16% de las edificaciones menos eficientes para 2030 y, para 2033, del 26 %". Igualmente, deberán tomar medidas para llevar a cabo una descarbonización de los sistemas de calefacción porque la intención es "eliminar por completo las calderas de combustibles fósiles para 2040". De hecho, "a partir de 2025 se prohibirá subvencionar las calderas independientes de combustibles fósiles".

Las reacciones de Sedigas

Ante las informaciones inexactas suscitadas por la aprobación del texto, la Asociación Española del Gas (Sedigas), órgano representativo del sector gasista español, ha hecho público un comunicado para precisar que "la Directiva aprobada por el Parlamento Europeo no prohíbe ni limita el uso de las calderas de gas".

En él, la asociación indica que "a partir del 1 de enero de 2026 no se permitirán nuevas medidas de eficiencia energética que contemplen el uso directo de combustibles fósiles, ni subsidios para su uso en edificios residenciales". La normativa anuncia que "el carácter renovable no está en la tecnología, sino en el combustible".

En el caso de que la medida llegara a prohibir las calderas de gas, aseguran desde Sedigas que las consecuencias serían contraproducentes. "Provocaría un efecto adverso en la transición energética, dadas las dificultades de muchos hogares para acceder a otras opciones de calefacción renovable debido a sus limitaciones financieras y técnicas de las viviendas".