Asuntos sociales
Algo más que una ayuda profesional
A través de los servicios de ayuda a domicilio, Clece atiende en sus hogares a 104.894 mayores y personas dependientes.
A través de los servicios de ayuda a domicilio, Clece atiende en sus hogares a 104.894 mayores y personas dependientes.
El envejecimiento demográfico y el aumento de la población dependiente se ha convertido en una realidad social que debe afrontarse con una respuesta profesional. Los Servicios de Ayuda a Domicilio (SAD) prestan asistencia en el hogar a mayores y personas dependientes favoreciendo su autonomía y mejorando su calidad de vida. A partir de la Ley de Dependencia su evolución ha sido creciente, siendo una realidad que llega cada vez a más hogares. A través de la atención a 104.894 beneficiarios, Clece es una de las principales empresas en gestionar este servicio para las distintas administraciones del Estado. Entre ellos, el de la Diputación de Málaga. «En Clece se preocupan mucho de la actuación inmediata, de cubrir lo más rápido posible una situación de dependencia, cualquier día y a cualquier hora», afirma Lourdes Burgos, diputada delegada de Servicios Sociales y Centros Asistenciales de la Diputación de Málaga. Burgos destaca el papel de la ayuda a domicilio que se realiza, sobre todo, en las localidades más pequeñas, donde el desarraigo familiar es más acentuado, y donde más personas mayores viven solas. «La familia suele vivir en las ciudades por cuestiones de trabajo y tienen menos acceso directo a sus mayores. Es ahí donde entra este servicio, que intenta mejorar la calidad de vida de estas personas».
Más del 20% de la población en España es mayor de 65 años, un porcentaje que seguirá aumentando durante los próximos años, lo que se traducirá en la necesidad de un mayor volumen de servicios de asistencia especializada. Así lo entienden desde el Ayuntamiento de Valladolid, que destina anualmente 8.326.000 euros a la ayuda en domicilio, una media de 2.631,50 euros a cada persona beneficiaria del servicio. Según explica Rafaela Romero, concejala de Servicios Sociales del consistorio vallisoletano, «la demanda se ha incrementado porque la esperanza de vida es cada vez mayor y las personas mayores quieren seguir viviendo en sus domicilios, en su barrio, con sus vecinos, cerca de sus familias, lo que hace que, cada vez, tengamos que incrementar la intensidad del servicio y el número de horas de atención a cada persona», un 14% más en los últimos tres años. Pese a que las administraciones son cada vez más conscientes de la necesidad de este servicio, las licitaciones tienden a ajustar cada vez más su presupuesto, algo que puede mermar la calidad del sistema. Romero lo justifica. «Los recursos son insuficientes ante la evolución de la demanda en cantidad y calidad de las horas de prestación. Pese a ello, el presupuesto ha crecido de forma exponencial en este mandato».
Clece tiene a 17.000 profesionales especializados que trabajan cada día para garantizar el bienestar de las personas dependientes y sus familiares. «Los principios de nuestro servicio están basados en las personas, no es un servicio a la carta, pero sí está absolutamente personalizado en función de las necesidades de cada usuario. Nuestro personal realiza ayuda directa en domicilio con varios grados de atención según la necesidad. Se ayuda al usuario a levantarse, a asearse o a facilitar la movilidad dentro del domicilio. Y luego también realizamos una ayuda doméstica, en la que se incluyen servicios de limpieza, se hace la compra, preparamos la comida, hacemos acompañamiento al médico o al centro de Día...», explica Ignacio Gamboa, responsable del Servicio de Ayuda a Domicilio de Clece en Madrid, que atiende a 25.000 personas, sólo en la capital, con 3.700 profesionales que cubren cualquier necesidad.
Y lo hacen bajo un estricto control de calidad, tanto por parte de Clece como por los organismos oficiales de ayuntamientos, diputaciones y comunidades autónomas. «Nuestro departamento de calidad audita nuestro trabajo con estándares de calidad muy altos. Además, tenemos supervisores y empresas externas que realizan controles. También, reportamos informes a las instituciones oficiales», explica Gamboa.
Estos controles funcionan a la perfección, ya que Clece ha conseguido la triple certificación de calidad (ISO 9001, ISO 14001, ISO 158000 y UNE 158000). Esa es la clave que ha convertido a esta compañía en un referente en el sector, ofreciendo un servicio integral los 365 días del año, lo que permite asegurar el completo bienestar de las personas dependientes y la tranquilidad de sus familias. Para ello consta de una plantilla altamente cualificada y dedicada a su trabajo, como María Páez, auxiliar de Ayuda a Domicilio en el SAD de la Diputación de Málaga, que tiene clara la importancia que tiene su labor. «Mi trabajo es muy importante y así lo entiendo yo. La gente que necesita ayuda para los quehaceres diarios busca un apoyo en todos los sentidos, ya sea físico o psicológico. Además de asistirles, levantarles, hacerles la cama, prepararles el desayuno, hacer que se tomen la medicación, les doy cariño, comprensión, hay que tener paciencia y entender qué necesitan cada vez», explica con orgullo Páez.
«No sé qué haría sin ellos»
Con cien años cumplidos, Ana Perea se muestra encantada con el servicio que recibe de Clece del SAD de la Diputación de Málaga. «Yo estoy muy satisfecha. Tengo muy buena relación con la chica que viene a mi casa, me trata con cariño y nos reímos mucho. Me hace mucha compañía y sin ella no sé lo que haría», cuenta Perea con gratitud.
«Para mí ha sido fundamental, porque me ha ayudado a seguir viviendo con la independencia suficiente como para seguir en mi casa. Aparte de la ayuda que me dan, me hace mucho bien su compañía».
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