Medio ambiente
Bruselas reclama "medidas más enérgicas» anticontaminación
Especialmente contra los microplásticos y el exceso de ruido
El Ejecutivo de Bruselas advirtió ayer que es necesario realizar más esfuerzos para cumplir con las políticas medioambientales, ya que peligra el cumplimiento de los objetivos de contaminación 0 en 2030.
Aunque el informe presentado reconoce algunos avances, también señala que éstos son desiguales y que es necesario no caer en la complacencia sino «adoptar medidas mucho más enérgicas». Según las conclusiones del texto, las políticas emprendidas por la Unión Europea en los últimos años han contribuido a «reducir la contaminación atmosférica, el uso de plaguicidas y la basura plástica en el mar. Sin embargo, los niveles de contaminación siguen siendo demasiado elevados, en particular por ruido nocivo, liberaciones de microplásticos en el medio ambiente, la contaminación por nutrientes y la generación de residuos».
Este informe coincide con el cuestionamiento del denominado Pacto Verde, la estrategia que persigue hacer del club comunitario el primer lugar del planeta con cero emisiones de dióxido de carbono en 2050. Aunque la Comisión Europea mantiene que los objetivos no han sido rebajados, la semana pasada presentó un plan que reduce en un 80% las empresas que están obligadas a informar sobre su responsabilidad ambiental. Además, el informe de competitividad elaborado por el ex presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, advierte de que las políticas medioambientales europeas deben aplicarse de manera más pragmática para no dañar la economía europea que está perdiendo terreno de manera alarmante frente a Estados Unidos y China. Las organizaciones medioambientales consideran que este tipo de medidas están poniendo en peligro la lucha contra el cambio climático.
Este informe, sin embargo, alerta de que la contaminación por microplásticos ha aumentado entre un 7 y un 9% desde 2016 hasta 2022 cuando la meta para 2030 reside en que esta cifra se reduzca en un 30%. Un dato poco alentador si se tiene en cuenta que la Comisión Europea debe presentar una propuesta sobre los denominados «químicos eternos» durante esta legislatura.
Además, los Veintisiete tan solo han reducido la contaminación acústica en un 2 por ciento de los ciudadanos, lo que tiene una incidencia directa en el riesgo de infarto, a pesar de que el objetivo establece la cifra del 30% de la población. «Los esfuerzos actuales parecen insuficientes, especialmente en áreas urbanas».
En cuanto a la contaminación atmosférica, el estudio es moderadamente optimista ya que asegura que «va por el buen camino», después de que se haya conseguido una reducción del 45% de muertes prematuras relacionadas con la contaminación del aire desde 2015, lo que hace factible el objetivo del 50% para 2030. Según ha explicado la comisaria de Medio Ambiente, Jessika Roswall, también se han reducido en un 17% los cánceres de pulmón mortales aunque la suciedad de la atmósfera supone un impacto de hasta 2.000 euros por persona en los sistemas de salud. Además, también se ha rebajado en un 46% el uso de pesticidas químicos y un 28% la venta de fármacos antimicrobianos. «Tenemos que ceñirnos a los objetivos y trabajar duro», ha asegurado la comisaria.
El informe se presenta días después de que Bruselas haya presentado sus líneas maestras para impulsar una industria limpia, una hoja de ruta criticada por las oenegés ecologistas, al considerar que se aleja de los objetivos del Pacto Verde Europeo.
El informe incluye también un mapa interactivo por regiones, que incluye también proyecciones futuras y muestra, por ejemplo, que en el «sur de Europa va a haber más impacto de la polución por ozono, porque hace más calor», explicaron fuentes científicas comunitarias.
En el caso de España, ese mapa dinámico arroja que hay peor calidad del aire en las comunidades de Cataluña y la Comunidad Valenciana que en el resto del país, que Madrid y Extremadura son las regiones donde menos ha mejorado la calidad del agua de baño en ríos y pantanos y que Murcia, la Rioja, Castilla y León y Cataluña tienen los mayores problemas de polución por nitratos en aguas subterráneas.
Además, la costa española, especialmente en el Mediterráneo y el Atlántico, presenta problemas de eutrofización debido a la escorrentía de nutrientes agrícolas
y desechos urbanos y, por otro lado, España se enfrenta ahora a desafíos en la reducción de emisiones de amoniaco provenientes de la agricultura y emisiones industriales.