Cambio climático

Ni los cactus del desierto de Arizona soportan el calor

Los científicos alertan de que ya han comenzado a perder sus brazos

El cactus saguaro solo crece en el desierto de Sonora
El cactus saguaro solo crece en el desierto de SonoraAndrew CaballeroAFP

Los cactus de Arizona se están muriendo de calor. Así lo revela un estudio realizado por el Jardín Botánico del Desierto, en Phoenix (capital de Arizona). Las altas temperaturas y la falta de lluvias están pasando factura a los emblemáticos cactus saguaro (Carnegiea gigantea) del desierto de Arizona que han comenzado a perder sus brazos, cambiar su forma y a inclinarse ante las adversidades climatológicas. Su naturaleza les hace perfectamente compatibles con el calor extremo y la sequía, pero nunca habían enfrentado un verano como éste.

El desierto es un horno. En ciudades como Phoenix el termómetro no ha bajado de los 43 grados centígrados en el último mes. De hecho, el Servicio Nacional Meteorológico de Tucson ha lanzado una alerta por calor extremo en el conocido ¨estado del Gran Cañón¨ que se extenderá hasta las 20:00 horas del domingo 6 de agosto (2 am del 7 de agosto en España). "Este año seguimos esperando nuevas lluvias en el desierto de Sonora, todo el ecosistema depende de esas lluvias, las llamamos ´monzón´. Las plantas pueden aguantar toda la estación seca hasta que llegue la húmeda, pero solo pueden aguantar hasta cierto punto", explicó a la cadena CNN la científica especializada en cactus Tania Hernández, que forma parte del equipo que ha realizado el estudio.

Además, las altas temperaturas tampoco dan tregua por la noche, cuando por lo general el ambiente solía ser más fresco, y eso está impidiendo que los cactus realicen funciones esenciales de supervivencia. Estas plantas aprovechan las horas nocturnas para absorber el dióxido de carbono que requieren para la fotosíntesis que realizan durante el día, si el proceso no ocurre, los cactus se deshidratan y aumentan sus posibilidades de que sufran infecciones o invasiones de insectos que los destruyan.

Siempre se ha pensado que el cactus saguaro, que solo crece en el desierto de Sonora, estaba preparado para aguantar largas sesiones de sequía y adaptarse a temperaturas extremas de calor, pero la ola de calor que se está viviendo este verano en medio mundo ha puesto a prueba su resiliencia. Esta especie puede llegar a vivir alrededor de 200 años y alcanzar los 40 pies de altura. Han desarrollado una serie de estrategias que les permiten almacenar agua y aguantar periodos largos de sequía de hasta más de un año, pero en algún momento necesitan que lleguen las lluvias monzónicas y las temperaturas caigan, sino es imposible que sobrevivan. Según la científica Kimberlie McCue, el proceso va de dentro hacia fuera. El interior de la planta se pudre poco a poco por el "estrés relacionado con el calor", hasta que empieza a perder sus extremidades y se acaba muriendo. Lo preocupante es que su muerte tarda años en hacerse visible, ya que un cactus puede parecer "bastante normal en apariencia", asegura McCue, ¨pero en realidad se está pudriendo por dentro¨.

Las consecuencias del cambio climático también podrían alterar su desarrollo. A los expertos les preocupa que pasará con las nuevas generaciones de saguaros si las temperaturas continúan tan elevadas. Sobre todo, porque "no estamos seguros de si esta sequía en la que estamos es la nueva normalidad o si es solo un problema climático que terminará pronto y todo volverá a la normalidad", aseguraba en un medio local estadounidense Frank Reichenbacher, investigador asociado del Laboratorio del Desierto de la Universidad de Arizona. Si el calor extremo persiste, las semillas de esta especie de cactus continuarán quemándose y muriendo. Reichenbacher asegura que "tal vez más del 99% ya están muriendo al sol", y lo peor podría estar por llegar si no lo hacen antes las lluvias monzónicas.