Reproducción asistida

El extraño caso de un hombre con ADN distinto en la saliva y en el semen

El extraño caso de un hombre con ADN distinto en la saliva y en el semen
El extraño caso de un hombre con ADN distinto en la saliva y en el semenlarazon

Un grupo de genetistas norteamericanos no sale de su asombro después de comprobar cómo un hombre tiene ADN distinto en su saliva y en su semen, algo que científicamente parece imposible, aunque puede tener una explicación.

Lo cierto es que una pareja de Washington se sometió a un proceso de fertilización para poder tener hijos. Y lo lograron. El problema se produjo cuando nació el bebé con un Rh distinto al de los dos padres. Esto hizo sospechar a los progenitores que había habido un error en el laboratorio y que la inseminación se hubiera realizado con semen de un donante. Por ello, contrataron a un abogado y buscaron una prueba de paternidad más precisa en un laboratorio acreditado. Al igual que la prueba casera, el nuevo análisis se basó en células de la piel de un hisopo de la mejilla para cotejar los genes del padre y los del hijo. Una vez más, la prueba fue negativa, informa "The Independent".

Con el resultado, acudieron a la clínica donde acreditaron que el era el único padre blanco que donó esperma en sus instalaciones ese día y que el niño era blanco. Fue entonces cuando la pareja recurrió a Barry Starr, genetista de la Universidad de Stanford, quien sugirió realizar una prueba de ascendencia. ¿El resultado? Aun más desconcertante. El hombre era el tío de su hijo.

"Esa fue una especie de momento eureka", dijo Starr a "Buzzfeed". En ese momento, se dio cuenta de que podrían tratarse de una quimera. "Son casos muy raros, pero reales".

La explicación hay que buscarla en el momento de la gestación del donante. Cuando su madre estaba embarazada lo estaba de gemelos, aunque uno de ellos no llegó a desarrollarse. Entonces, lo que ocurrió es que las células del hermano no nacido fueron absorvidas por el gemelo superviviente en el útero.

Este tipo de situaciones son cada vez más habituales, debido a que las parejas recurren cada vez más a procesos de fertilización en los que las probabilidades de provocar embarazos múltiples son mayores.