El tipo de clima modela la nariz del hombre

Para bien o para mal, tiene la nariz de su padre o de su madre. Y su padre o su madre, posiblemente, la de los abuelos. Y ellos la de los bisabuelos. A golpe de nariz, grande o pequeña, chata o puntiaguda, podríamos ir escalando el árbol genealógico hasta llegar a... ¿dónde? ¿Qué factores hicieron que la “primera nariz” de la familia fuera como es?

Un grupo de investigadores cree haber descubierto quién es el responsable de modelar la nariz humana tal y como la conocemos: el clima, a través de un largo proceso de adaptación.

Según un estudio publicado en la revista PLOS Genetics, realizado por investigadores de la Penn State University, las diferencias en la nariz humana pueden haberse acumulado entre las distintas poblaciones a través del tiempo como resultado de un proceso aleatorio llamado deriva genética. Sin embargo, la selección divergente -una variación en la selección natural entre las distintas poblaciones- también puede ser la razón por la cual diferentes poblaciones tienen narices diferentes.

«Nos enfocamos en rasgos de nariz que difieren entre las poblaciones y observamos la variación geográfica con respecto a la temperatura y la humedad», dijo Mark D. Shriver, profesor de antropología de Penn State. Los investigadores observaron que «una función importante de la nariz y la cavidad nasal es condicionar el aire inspirado antes de que llegue a las vías respiratorias inferiores». Para ello, analizaron con imágenes faciales en 3D una variedad de medidas de la nariz, mirando el ancho de las fosas nasales, la distancia entre las fosas nasales, la altura de la nariz, la longitud de la cresta de la nariz, la protrusión de la nariz, el área externa de la nariz y el área de las fosas nasales.

Los investigadores encontraron que el ancho de las fosas nasales y la base de las medidas de la nariz difieren entre las poblaciones más de lo que podría ser explicado por la deriva genética, lo que indica un papel de la selección natural en la evolución de la forma de la nariz en los seres humanos.

Para demostrar que el clima local contribuyó a esta diferencia -continúa el estudio-, los investigadores examinaron la distribución espacial de estos rasgos y los correlacionaron con las temperaturas y la humedad locales. Así, mostraron que la anchura de las fosas nasales está fuertemente correlacionada con la temperatura y la humedad absoluta

Los investigadores señalaron que «las narices más anchas son más comunes en climas cálidos y húmedos, mientras que las narices más estrechas son más comunes en los climas fríos y secos».

«Todo se remonta a la Regla de Thompson (Arthur Thompson)», dijo Shriver. «A finales de 1800, las narices largas y delgadas se daban en áreas secas y frías, mientras que las narices cortas y anchas ocurrían en áreas calientes y húmedas. Muchas personas han probado la pregunta con medidas del cráneo, pero nadie había hecho mediciones en gente viva».

Una función de la nariz es acondicionar el aire inhalado para que esté caliente y húmedo. Las fosas nasales más estrechas parecen alterar el flujo de aire para que el interior cubierto de mucosas de la nariz puede humedecer y calentar el aire de manera más eficiente. Probablemente era más esencial tener este rasgo en climas fríos y secos, dijo Shriver. Las personas con las fosas nasales más estrechas probablemente mejoraron y tuvieron más descendencia que las personas con fosas nasales más anchas, en climas más fríos. Esto condujo a una disminución gradual de la anchura de la nariz en las poblaciones que viven lejos del ecuador.

Shriver señala que esta no es la única explicación para la variación de la forma de la nariz en los seres humanos. Los investigadores también encontraron diferencias entre hombres y mujeres en las características de la nariz en todos los ámbitos. Este dimorfismo sexual no es inusual, pues los hombres humanos tienden a ser más grandes que las mujeres humanas, y sus narices serían más grandes también.

Los investigadores introdujeron un nuevo elemento, el de la selección sexual. Las personas pueden elegir compañeros simplemente porque encuentran atractiva una nariz más pequeña o más grande. Si un grupo entero piensa que pequeño es mejor, entonces aquellos con narices grandes tendrán menos éxito en la reproducción y menos personas con grandes narices estarán en el grupo. Con el tiempo, el tamaño de la nariz en el grupo se reducirá en relación con otros grupos donde se favorecen las narices grandes. Estas nociones de belleza pueden estar vinculadas a lo bien adaptado que está la nariz al clima local.

La selección ecológica y la selección sexual podrían reforzarse entre sí, según los investigadores. Sin embargo, si esta conexión entre los dos tipos de selección fue importante en la evolución de la nariz requiere más investigación.