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Los neandertales ya eran artistas

Las pinturas rupestres más antiguas del mundo están en España, tienen 64.000 años y no las crearon los Homo sapiens, sino nuestro primo más cercano del pasado

Una de las pinturas halladas en una cueva española/Science
Una de las pinturas halladas en una cueva española/Sciencelarazon

Las pinturas rupestres más antiguas del mundo están en España, tienen 64.000 años y no las crearon los Homo sapiens, sino nuestro primo más cercano del pasado.

Lo último en arte humano se está aireando estos días en la controvertida ARCO en Madrid. Lo primero, lo más antiguo, puede que se esté empezando ahora a entender algo mejor gracias a una investigación realmente revolucionaria llevada a cabo sobre importantes pinturas rupestres españolas. La publicación en la revista «Science» de los resultados del trabajo ha sido una auténtica bomba en el mundo del paleoarte. Y es que, al contrario de lo que se creía, la pinturas más antiguas halladas en las paredes de las cuevas no fueron realizadas por Homo sapiens modernos, sino por neandertales. Sí: los primeros artistas europeos fueron de la especie neandertal.

Un equipo internacional de investigadores de Alemania, Reino Unido, Francia y España ha analizado más de 60 muestras extraídas de tres cuevas españolas: La Pasiega (en Puente Viesgo, Cantabria), Maltravieso (en Cáceres) y Ardales (en Málaga). Las muestras son fragmentos de menos de 10 miligramos cada uno pero que guardan restos de gran interés sobre la composición de estas tres cuevas, conocidas por sus pinturas rupestres en pigmentos rojos y negros que representan animales, puntos, grupos geométricos y otras figuras. Los expertos han analizado las trazas del carbonato de la roca asociada a las pinturas para tratar de datarlas. Y el resultado ha sido sorprendente: las pinturas rupestres de estas cuevas datan de al menos hace 64.000 años, 20.000 años antes de que a esta zona del planeta llegaran los primeros humanos modernos. Así que el único autor posible de estas muestras artísticas debería ser el primo más cercano de nuestro pasado: el neandertal.

La noticia cae como un terremoto en los cimientos de la historia del arte prehistórico. La capacidad simbólica, la transmisión de cultura de generación en generación, la habilidad mental para la abstracción han sido características siempre atribuidas a la especie Homo sapiens en exclusiva. Los primeros artefactos simbólicos, tales como escudos coloreados que sólo tenían función ornamental, se han asociado a yacimientos de África de hace unos 70.000 años y siempre se han atribuido a humanos modernos. Después de aquellas manifestaciones, existen evidencias de arte rupestre, figuras esculpidas, joyería y tallas en huesos en Europa de hace unos 40.000 años. Estas fechas son compatibles con la presencia de humanos modernos también en el continente tras las migraciones del Homo sapiens fuera de África.

Por eso, siempre se había considerado que el arte es una manifestación exclusiva de nuestra especie.

La nueva datación tira por Tierra esa idea. Los autores de la investigación han utilizado una tecnología muy precisa para conocer la edad de las pinturas en las cuevas españolas. Se trata de isótopos de uranio y torio que es mucho más eficaz que las pruebas de radiocarbono utilizadas comúnmente. El trabajo consiste en extraer pequeñas partículas de la pared de la cueva y analizar las trazas de elementos radiactivos que contienen y que, según su estructura, sirven de pista para conocer cuándo fue depositado ese material en la roca. De ese modo se puede saber cuál es la edad mínima de todo lo que hay debajo de esa capa depositada.

El resultado es tan contundente como la frase con la que lo resume uno de sus autores, el doctor Chris Standish. de la Universidad de Southampton: «Las pinturas que hemos analizados son, de lejos, las muestras de arte rupestre más antiguas en el mundo y fueron creadas 20.000 años de que los humanos llegáramos a Europa».

De ser eso cierto, este descubrimiento contribuiría a añadir un nuevo matiz al todavía difuso perfil del neandertal. Durante muchos años, los miembros de aquella especie cercana a nosotros y extinguida fueron considerados rudos, incapaces de adaptarse al entorno, poco evolucionados. La paleontología moderna ha descubierto que el comportamiento de aquellos seres manifestaba muchas atribuciones de inteligencia, sensibilidad y elegancia que antes eran impensables. Aquellos primos que desaparecieron se parecían más a una especie inteligente de lo que se pensaba.

Ahora, la nueva revelación añade un motivo más para el debate. ¿Aquella capacidad artística y creativa podría asemejarse a la humana? ¿lo que los neandertales pintaban era arte? Muchos expertos creen que los neandertales tenían el mismo potencial que los humanos modernos en numerosas capacidades aunque debieron poseer capacidades cognitivas y culturales diferentes. No en vano solo una especie fue capaz de sobrevivir.

El descubrimiento de esa manifestación artística neandertal podrá quizá ayudar a entender dónde existían esas diferencias y averiguar más sobre las razones del triste sino de nuestros primos más cercanos.