¿Un desafío tecnológico?

l ¿Por qué es tan importante el telescopio SKA?

-Sobre todo por su relevancia científica. Gracias a la tecnología que se va a instalar entre África y Australia, podríamos dar con descubrimientos revolucionarios, que no se han alcanzado nunca. La astrobiología, la astrofísica y la física fundamental serían las áreas que más avanzarían gracias a este telescopio.

l ¿Representa un desafío tecnológico?

-Por supuesto. El proyecto no sólo significa un gran avance para la ciencia, también se desarrollarán numerosas tecnologías ya que es la primera vez que se va a construir un conjunto de telescopios con sensores en dos continentes.

l ¿Va a cambiar la manera de hacer ciencia?

-No sólo eso, también va a conseguir un mayor consenso internacional. En este proyecto participan instituciones de más de 20 países que se están coordinando para lograr un objetivo común y, a pesar de la crisis, unir fuerzas para llevar a cabo un proyecto único y que nos puede ayudar avanzar mucho.

l Dentro del proyecto, ¿cuál creéis que va a ser la parte más complicada?

-El proyecto se divide en varios paquetes que, a partir del próximo año, se distribuirán entre diferentes países para que sus empresas los desarrollen. Uno de los más importantes, por su complejidad, es el de la energía. No sólo juega un papel muy importante para poner en marcha las 3.000 antenas que se distribuirán en un kilómetro cuadrado, sino por la localización de los lugares escogidos. La decisión de África y Australia no fue baladí. En estas áreas, existen menos interferencias. Son zonas alejadas de grandes núcleos de población y, por tanto, llevar la energía a estas zonas resulta muy complicado. Ésta también puede ser una faceta positiva del proyecto porque podremos ayudar a pequeñas aldeas que no cuentan con luz ni energía.

l ¿España tiene posibilidades de liderar el paquete de energía?

-Nuestro país es un referente en energías renovables, en especial en la fotovoltaica. Por eso, por ahora, no hay rivales para España.