Argentina
Un macroproyecto intentará «ver» los objetos formados tras el Big Bang
El Astrofísico de Canarias aspira a participar en el proyecto Cherenkov Telescope Array, con el que se podrán «ver» los objetos que se formaron después del Big Bang.
El Instituto de Astrofísica de Canarias aspira a participar en el proyecto Cherenkov Telescope Array (CTA), con el que se podrán «ver» los objetos que se formaron poco después del Big Bang y que es excepcional por cuanto es el único en el que participarán más de mil científicos y técnicos de veintiocho países de los cinco continentes.
Ramón García, investigador principal del Grupo de Astrofísica de Partículas del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha explicado a Efe que se trata de un observatorio en el que trabajarán todos los expertos del mundo en rayos gamma de muy alta energía.
Con este proyecto los científicos quieren estudiar la radiación de rayos gamma de muy alta energía que llega a la Tierra para «ver» los objetos que se formaron hace unos quince mil años, cuando se produjo la Gran Explosión o Big Bang.
Lo ideal para estudiar la radiación gamma sería disponer de satélites espaciales, ya que la atmósfera terrestre no la deja pasar, pero a partir de cierto rango de energía el flujo de fotones decrece y por ello los satélites deberían ser muy grandes, algo que no es posible.
Entonces, lo que se hace para estudiar los rayos gamma de muy alta energía en lugar de detectar los fotones en el espacio es localizar los efectos secundarios que proporcionan al entrar en contacto con la atmósfera de la Tierra.
Cuando un fotón gamma choca con la parte alta de la atmósfera terrestre se produce una cascada de partículas que provocan fotones y partículas, en lo que es un efecto como una lluvia más o menos estrecha que a unos diez kilómetros de altura puede contener partículas que en ocasiones llegan a velocidades superiores a la de la luz en la atmósfera.
Ramón García indicó que en esa situación se produce el fenómeno conocido como efecto Cherenkov, y consiste en la emisión de un flash azulado muy rápido que el ojo humano ve pero no puede leer porque se produce en mil millonésimas de segundo.
Cuando ese flash se produce a unos diez kilómetros de altura induce un cono de luz que cuando llega al suelo tiene unos doscientos metros de diámetro y es el momento en el que lo reciben los telescopios Cherenkov.
Los rayos gamma se asocian con los procesos energéticos más violentos, lo cual permite mirar hacia lo más profundo del Universo.
Para llevar a cabo este proyecto se instalarán telescopios en los hemisferios norte y sur, y para su ubicación compiten en el primer caso dos zonas de Arizona, una de México y el Observatorio del Teide, en Tenerife, mientras que para el segundo se han presentado dos propuestas de Namibia, una de Argentina y una de Chile.
Ramón García indicó que en Tenerife se propone que los cuatro telescopios de veinticuatro metros de diámetro cada uno y veinte de doce metros de diámetro se ubiquen en un terreno de un kilómetro cuadrado de extensión que está aledaño al Observatorio del Teide.
Recordó que el Gobierno canario se ha comprometido a financiar el diez por ciento del conste de la instalación, y el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha dicho en el Senado que el Ejecutivo español defenderá la candidatura de Tenerife para que sea sede de los telescopios del proyecto Cherenkov.
El investigador del IAC señaló que el observatorio del norte se complementaría con el del sur, en el que se instalarán más telescopios con diámetros de seis, doce y veinticuatro metros.
España, que es miembro fundador, representa el diez por ciento de los investigadores, y uno de los codirectores es Manel Martínez, del Instituto de Física de Altas Energías de Barcelona.
Los otros centros españoles que participan en este proyecto son Universidad Complutense de Madrid, Ciemat (Madrid), IAC, Instituto de Ciencias del Espacio (Barcelona), Universidad Autónoma de Barcelona, Universidad de Barcelona y Universidad de Jaén.
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