España
Cita con los grandes del tenis adaptado
La Obra Social La Caixa patrocina el torneo «Tram Barcelona Open», referente mundial para los profesionales en silla de ruedas.
La Obra Social La Caixa patrocina el torneo «Tram Barcelona Open», referente mundial para los profesionales en silla de ruedas.
l RC Polo de Barcelona acogió ayer la jornada inaugural de la segunda edición del torneo internacional de tenis en silla de ruedas «Tram Barcelona Open», que cuenta con el patrocinio de la Obra Social La Caixa y del Tranvía Metropolitano de Barcelona, entre otras fundaciones. La competición, en la que participan 24 hombres y 16 mujeres, debuta este año en la categoría ITF2, equivalente a un torneo ATP 500 en el circuito profesional. Hasta 16 de los jugadores que se medirán en las pistas de la ciudad condal se encuentran en la lista de los 30 mejores del mundo.
«A día de hoy es el torneo ITF más importante del mundo y cuenta con un nivel bestial», aseguró José Coronado, director y promotor de la cita. A pesar de que la entrada es gratuita, los organizadores lamentan que las gradas no se llenen por el escaso apoyo que tiene el deporte adaptado en España. «El nivel es altísimo y las normas son las mismas que las del tenis a pie con la única salvedad de que aquí se permiten dos botes», explica, aunque añade que en el 80 por ciento de los casos los golpes se hacen después de que la bola toque el suelo por primera vez.
Coronado, que se padece una lesión medular desde que sufrió un accidente de moto hace diez años, recuerda que el deporte es una «herramienta de rehabilitación física y psicológica», además de una «motivación» y un «factor de integración social». «Cuando haces deporte no piensas que estás en una silla de ruedas y cuando compites ganas en seguridad y autonomía», añade.
Él mismo convirtió el tenis en uno de los pilares de su vida una vez que se hubo recuperado del accidente. Su primera aproximación a este deporte no tardó en llegar: tan solo tres meses después de que su vida pendiera de un hilo –cuando le dieron el alta en el Hospital Vall d'Hebron– ya empuñaba una raqueta. «Estuve ocho meses en el Instituto Guttman. Allí hacíamos deporte y fue entonces cuando descubrí el tenis. Me gustaba y se me daba bien, así que cuando recibí el alta empecé a entrenar», recuerda. Cuando se sintió fuerte empezó a competir, primero con la Federación Catalana de Tenis y ahora en el club Cercle Sabadellés.
Coronado ha estado siempre en contacto con la Fundación Johan Cruyff, con la que empezó a colaborar para promover la actividad deportiva entre los niños. Fue entonces cuando la entidad le ofreció la posibilidad de estudiar un máster en Gestión Deportiva en el centro de estudios que regentan. «Allí fue donde planifiqué un torneo de tenis en silla de ruedas en Barcelona. Tras verlo, un par de profesores me animaron a hacerlo realidad», afirma. Corría entonces el año 2015. Tres años más tarde, Coronado es uno de los diez mejores de España y está entre los 150 primeros del mundo.
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