Pobreza
Las colas del hambre se han intensificado en los últimos meses
La Fundación Madrina denuncia el impacto que tiene en los niños y en la lactancia de las madres vulnerables
La Fundación Madrina señaló ayer que el incremento de las colas del hambre en España «es una realidad que se ha intensificado en los últimos meses y que refleja el impacto persistente de la pobreza en el país». Según recordó, «la pobreza infantil tiene un impacto duradero en el desarrollo de los niños y niñas, limitando sus oportunidades y su bienestar futuro». Por este motivo, incidió en que «es fundamental que las políticas públicas se enfoquen en reducir estas desigualdades y garantizar que todos los niños tengan las mismas oportunidades de desarrollo».
Actualmente, alrededor del 21% de la población española se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social, según los datos del Instituto Nacional de Estadística; mientras que el informe «Arope 2024» aumenta esta cifra al afirmar que más del 34% de los niños y adolescentes viven en hogares en riesgo de pobreza o exclusión social y el 29% en situación de pobreza.
Al mismo tiempo, esta Fundación Madrina ha observado un preocupante incremento en la demanda de leche maternizada, superando en un 40% las cifras del año anterior. «Este aumento de la alimentación artificial infantil se debe, en parte, al deterioro de la calidad de la leche materna que se observa con cada generación», afirma Conrado Giménez, su presidente, así como a su creciente prescripción médica, lo que ha llevado a un mayor número de lactantes a depender de la leche de fórmula, especialmente de familias vulnerables. Por ello, abogó por invertir el 7% del PIB en infancia y maternidad, extender el permiso de maternidad y lactancia a 96 semanas, y establecer un salario base maternal de supervivencia universal para la crianza de los niños.
La Fundación Madrina, entre otras cosas, promueve la lactancia materna a través de cursos, seminarios y apoyo a las madres y subraya que es notorio el aumento de las derivaciones desde servicios sociales de menores que ha pasado de 300 el año pasado a 500 bebés mensuales este año. «Es una realidad que pone de manifiesto la magnitud del problema, añade Giménez.
La organización distribuye anualmente 18.000 envases de leche maternizada para cerca de 5.000 lactantes, pero esta cantidad resulta insuficiente para cubrir las necesidades de todos los bebés que la requieren, otros 2.000 bebés se quedan sin este «oro líquido infantil».
Cabe reseñar que «esta leche maternizada se compra siempre con recursos propios de la organización ya que no recibe donaciones por este concepto», afirma Carolina Brid, portavoz de la entidad social, que insiste en que «la malnutrición infantil es una batalla que estamos librando a diario, y la escasez de donaciones para obtener leche de fórmula agrava aún más esta situación».
Por ello, la Fundación Madrina hace un llamamiento urgente a las instituciones y a la sociedad civil para que se tomen medidas que garanticen el acceso equitativo de todos los bebés a una alimentación adecuada.
Carolina Brid puntualiza que «es fundamental invertir en programas de apoyo a la lactancia materna, mejorar la calidad de la leche materna y garantizar el suministro suficiente de leche maternizada para aquellos lactantes que la necesitan por prescripción médica».
La lactancia materna, considerada el alimento ideal para los bebés, padece un declive preocupante en España y en gran parte de Europa. El uso cada vez más extendido de la leche maternizada ha generado una serie de interrogantes sobre los factores que influyen en esta tendencia y sus implicaciones para la salud de los niños y de las madres.
Los datos comparativos entre 2000 y 2024 revelan un aumento significativo en el consumo de leche maternizada en España en comparación con otros países europeos. Si bien la mayoría de los países han logrado incrementar las tasas de lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, en España se observa un estancamiento o incluso un ligero descenso.
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