Papa Francisco
¿Cómo puede evolucionar el estado de salud del Papa? Un neumólogo lo aclara
Las próximas horas son muy importantes. Mientras, su situación es "estable" y se mantienen el "pronóstico reservado"
El Papa Francisco afronta hoy su decimoséptimo día ingresado en el hospital de Gemelli de Roma después de ver como, el viernes, su estado de salud empeoraba. Bergoglio presentó un episodio repentino de broncoespasmo, secundario a un episodio de vómitos, que desembocó en una broncoaspiración. Como consecuencia, se precisó iniciar ventilación no invasiva para recuperar la función respiratoria. Los médicos consiguieron que el Papa se recuperase ligeramente y, tras una noche de incertidumbre, el comunicado del Vaticano confirmó ayer que el pontífice había descansado correctamente.
Francisco J. Roig, del departamento de Neumología de HM Hospitales, nos explica las claves de este episodio y aventura que se puede esperar en la evolución de su estado de salud en la próximas horas. "Para aclarar la situación, una broncoaspiración secundaria a vómito puede inducir una neumonitis química, que a su vez puede evolucionar hacia una neumonía por aspiración (neumonía “ab ingestis”). La evolución de este proceso se puede describir en varias fases y esto es lo que podríamos esperar las próximas horas".
Entre las 6 y 48 horas posteriores, "si la neumonitis química no se complica con una infección bacteriana, es posible que se observe una mejoría progresiva con oxígeno, fisioterapia y vigilancia estrecha. Sin embargo, la persistencia de fiebre alta, hipoxemia progresiva o la aparición de consolidaciones pulmonares en la radiografía debe levantar sospechas de la evolución hacia una neumonía por aspiración. Además, marcadores de infección, tales como leucocitosis y una elevación de la PCR, pueden indicar la presencia de una sobreinfección bacteriana", señala.
Según el comunicado del Vaticano de primera hora de esta mañana,"el Papa Francisco no tiene fiebre y mantiene condiciones estables. Puede caminar e ingerir alimentos sólidos. Alterna la respiración mecánica con oxígeno".
A partir de ahora, se abre un periodo clave (entre las 48 y 72 horas) en el que se define si la inflamación inicial se resuelve o si aparece una infección bacteriana secundaria. "En pacientes inmunodeprimidos, frágiles o con comorbilidades- como es el caso del Papa- el riesgo de desarrollar neumonía aumenta considerablemente. La aparición de fiebre persistente, esputo purulento, infiltrados progresivos en la radiografía o un empeoramiento en el estado respiratorio son indicativos de neumonía por aspiración", explica el especialista.
A partir de los 3-5 días, y si no se ha desarrollado neumonía, "la neumonitis química suele resolverse sin necesidad de tratamiento antibiótico. En caso de que se observe un deterioro clínico con nuevos infiltrados pulmonares, se debe considerar la presencia de una neumonía bacteriana secundaria, la cual requerirá tratamiento antibiótico dirigido". "Este orden de evolución clínica, es clave una vigilancia estrecha en las primeras horas y días posteriores a la broncoaspiración, especialmente en un paciente con la complejidad clínica que presenta el Papa Francisco", concluye.
¿Qué es un "pronóstico reservado"?
F.J. Roig también explica lo que significa un "pronóstico reservado", el término que más hemos oído estos días en referecia a la salud del pontífice. "Significa que la evolución de la enfermedad es incierta y puede empeorar en cualquier momento. No se puede determinar con certeza si el paciente mejorará o no, debido a la variabilidad en la respuesta al tratamiento y la gravedad de la condición". "Por ejemplo, un paciente en la UCI con una sepsis grave, que responde parcialmente al tratamiento pero sigue en estado crítico, tiene un pronóstico reservado", define.