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El resurgir del humor «made in Spain»

Una imagen de «Se hace saber» de TVE, humor de «sketch».
Una imagen de «Se hace saber» de TVE, humor de «sketch».larazon

Dicen que en la pantalla es más difícil hacer reír que llorar. Sin embargo, esto no ha parecido ser un impedimento para que, con más o menos dificultad, los espacios de humor lo hayan conseguido, y, con ello, encontrado su propio hueco en una parrilla en la que se han convertido en indispensables. Al igual que series, concursos, telenovelas o, el boom del momento, los programas culinarios, las risas se han afianzado en los televisores y no parece que vayan a desaparecer. Lejos quedan ya algunos ««sketch»es» clásicos como el de «Encarna de noche» y sus empanadillas, el «hola como t'amo» del Señor Barragán o los chistes que lanzaron a Chiquito de la Calzada a mediados de los 90, en los que no faltaba ni un «jander» ni un «I can't more» reconvertido en algo indescriptible similar a «candemor». Ahora, el último en llegar ha sido «Se hace saber», que precisamente debuta en la Nochebuena de Televisión Española con el humorista malagueño como invitado y con Goyo González al frente.

Denunciar desde el humor

En el nuevo proyecto de La 1, que en enero comenzará emitirse la noche de los viernes, se presenta ante el público como el programa que nos mostrará las «ibéricas circunstancias» de las historias del día a día través del «sketch». Junto a Goyo González estará un equipo de humoristas formado por Leo Harlem, Agustín Jiménez y Sergio Fernández «El Monaguillo», entre otros. «Se hace saber» continúa con la larga tradición de espacios humorísticos que sacan la sonrisa a través de historietas de lo más disparatadas; en esta línea se encuentran los programas que ha desarrollado José Mota, que con personajes como Blasa, El Tío la Vara y La Vieja'l Visillo se ha paseado durante años por La 1 y Telecinco. Para Álvaro de la Torre, profesor de Televisión de la Universidad San Pablo CEU, «el tipo de humor que siempre funciona en España es éste porque el espectador de nuestro país se siente a gusto». Según De la Torre, «el humor es necesario para la televisión, no podemos vivir eternamente del ''docu reality'' porque hay falta de respuesta a los problemas actuales y una alarmante falta de creatividad. Hay que denunciar desde el humor».

Joaquín Reyes y sus chicos también encontraron en los «sketches» la vía de difundir su humor, primero en «Muchachada Nui» y luego en «Museo Coconut» –que ya no explotaba este formato–, al igual que otros como «Vaya semanita» y «Homo zaping», donde causó furor la Raquel Revuelta de Paco León. También es necesario destacar una de las sorpresas de la temporada: «Los mayores gamberros», un grupo ancianos que ha demostrado que no hay edad para gastar bromas. «La audiencia es fiel a su cadena si ésta lo es a su parrilla. TVE está haciendo unos cambios un poco extraños y no sabe a qué público enfocarse. Sí este tipo de espacio está dedicado a la gente mayor, puede funcionar. Este estrato quiere espacios de humor pero está acostumbrado a uno de calidad», asegura el profesor.

Pero no todo van a ser escenas rápidas, también existe el humor de una forma más reposada. Así, en La 2 triunfa de lunes a viernes «Fiesta suprema», un magacín que entremezcla el humor con el entretenimiento y la cultura. Con mucha más historia a sus espaldas está «El intermedio» del Gran Wyoming, que lleva desde 2006 dándole la vuelta a la realidad para tratarla con gracia. Es imposible hablar de humor sin tocar el mundo de los monólogos. Esta rama encuentra en Paramount Comedy a la cadena experta en el tema y en «El club de la comedia» su programa insignia, en el que se dan cita los mejores monologuistas del país para difundir las reflexiones más rocambolescas de la vida. «Lo que pasa con el formato del monólogo es que la audiencia está un poco cansada, como demuestran los datos de Paramount. La gente paga por ver monólogos en directo, y creo que estamos faltos de grandes humoristas, ese tipo de maestría no se refleja en el monólogo, que sigue más el modelo anglosajón», matiza De la Torre. Pero no todo se puede preparar, como demuestra en las noches de los viernes Arturo Valls en «Me resbala», donde la improvisación es el único recurso con el que cuentan los humoristas y actores para conquistar al público. Para Álvaro de la Torre, «en internet tenemos más vídeos de caídas que de otro tipo. Estamos necesitados de humor de verdad, una muestra creativa de los problemas de nuestra sociedad». Y ¿qué sería de las risas y las carcajadas sin los chistes? El «elemento básico para sacar sonrisas» también ha contado con programas dedicados únicamente ellos, como «El club del chiste» y «Al ataque chow», dos formatos en los que se lanzaban chistes sin parar. Esta vuelta al «sketch» responde, según el profesor, a «una época del cine español, y de Martes y 13: la parodia de la vida española. Es un humor trabajado que aprovecha para parodiar temas que serían tabú en otros ámbitos. Además, hay que tener en cuenta que el verdadero cambio llegó con el programa de 1994 ''Genio y figura'', donde hay uno importante y surgen grandes personajes que perduran hasta hoy como Chiquito y Paz Padilla».