Estreno

«Raíces», un regreso tecnológico a lo grande

Antena 3 estrena hoy el «remake» de la mítica serie de los años 70

Malachi Kirby es Kunta Kinte
Malachi Kirby es Kunta Kintelarazon

La vida de Kunta Kinte, un gambiano vendido como esclavo a un plantador de algodón de Virginia (Estados Unidos), derramó lágrimas de los espectadores en los años setenta con la mítica "Raíces", que regresa a la pequeña pantalla en forma de homónima superproducción.

Si hubo una serie de referencia en los años 70 ésa fue «Raíces». Su trascendencia fue tal que en un modelo televisivo tan competitivo como el estadounidense, la epopeya vital y social de Kunta Kinte y su dinastía, desde la esclavitud hasta la libertad, mantuvo frente a la pantalla a 130 millones de espectadores en su desenlace. Con estos antecedentes había que ser muy audaz para recrear el «best seller» de Alex Haley en 2016, pero los canales History, A&E y Lifetime se sacudieron los complejos y prejuicios. Para ello contaban con una baza: LeVar Burton, el Kunta Kinte de 1977 es el productor ejecutivo. ¿Resultado? Una audiencia de 5,3 millones en la televisión por cable. Hoy, Antena 3 estrena esta celebrada miniserie de cuatro capítulos en horario «prime time». El propósito de este «remake» era lavarle la cara a la serie original sin perder su esencia. Dicho de otra forma: aprovecharse del poderío visual que han generado las nuevas tecnologías.

Evento global

También se ha cuidado la enjundia de los personajes, que se sostienen en unos actores de fuste. La voz ronca y solemne de Laurence Fishburne hará las veces del autor y narrador, Alex Haley; Forest Witaker (ganador de un Oscar por «El último rey de Escocia»), Anna Paquin (que consiguió la estatuilla a los once años por «El piano»), Jonathan Rhys Meyers («Los Tudor»), y Malachi Kirby, que de la gran «Black Mirror» ha pasado a encarnar al Kunta Kinte del siglo XXI.

El gerente general del canal History Latin America, Michael Brailovsky, se apoyó en los recientes conflictos raciales en Estados Unidos para defender la vigencia de la serie. «‘‘Raíces’’ fue probablemente el primer gran evento televisivo global y, ahora, 40 años después, es un gran oportunidad recrearlo para las generaciones de hoy, ya que contamos el pasado para entender el presente, más aún cuando, 200 años después, estas temáticas están más vigentes que nunca», afirmó en su presentación.

«Raíces» tiene múltiples lecturas. Bajo el nexo de la esclavitud y la lucha por la libertad, está el conflicto entre razas, la búsqueda de la identidad cuando una persona ha sido desposeída de sus orígenes, y cómo se forjó una de las industrias más prósperas y execrables entre el siglo XVII y XIX: el tráfico legal de personas.

Cada capítulo está filmado por un director distinto que deja su impronta. El primero, dirigido por Philip Noyce («Juego de patriotas»), es, quizá, el más académico y se permite pocas licencias. Arranca en 1750, año en el que en Gambia nace Kunta. A lo largo del tiempo ve cómo su juventud se quiebra al ser secuestrado por los Koros, que le venden a unos comerciantes británicos. Recalará en una plantación de Virginia y su nombre es sustituido por el de Toby. Es el comienzo de una nueva vida donde el instinto de superación es vital.

La producción obtuvo muy buenas críticas en EE UU. En su currículo puede presumir de ser candidata a siete premios Emmy –incluida la categoría de Mejor Miniserie–, y la revista «Entertainment Weekly» la incluyó en la lista de las diez mejores ficciones de 2016.