Nueva York
La última oportunidad de Lindsay
Oprah Winfrey está detrás de la serie documental de ocho capítulos que sigue a la actriz en sus intentos por rehabilitarse y que hoy estrena Cosmopolitan
«El 30 de julio de 2013, Lndsay Lohan completó el programa de rehabilitación de 90 días que le impuso el juzgado de Cliffside, Malibú. Cuatro días después accedió a una entrevista con Oprah Winfrey y comenzó el rodaje de esta serie documental». Así comienza «Lindsay: una nueva oportunidad», una producción del canal OWN que pretende seguir el día a día de la mítica niña Disney descarriada –que recibió 2 millones de dólares por participar– en su lucha por mantenerse sobria y volver al mundo del cine. «¿Qué es lo qué buscas con este documental?», le preguntó Winfrey. «Sinceramente, abrirme y ser yo misma. La gente tiene que oir mi historia», contestó Lohan antes de admitir su adicción al alcohol. La primera llamada de atención viene de la mano de la veterana presentadora que le desaconseja irse de retiro espiritual a Europa: «Si hay algo que tiene es que es el continente del placer y la diversión».
El documental está dirigido por Amy Rice, ganadora de un Emmy y responsable de «Barack Obama: Camino hacia el cambio». Ella será una de las participantes involuntarias de todo el universo que conforma la vida de Lindsay Lohan y su periplo para buscar una casa en Nueva York; su relación con su madre y su hermana y cómo la actriz se enfrenta a situaciones de estrés que ponen en peligro su sexta y última rehabilitación. Entre ellos destacan Dina y Michael, sus padres; Matt Harrell, secretario personal y Michael Cormier, que es el terapeuta que intentará aconsejar a Lohan: «Trato de ayudarla a emplear las herramientas aprendidas durante el tratamiento e integrarlas en su rutina». En el primer episodio veremos el comienzo de su nueva vida y sus reflexiones de cómo sobrellevarlo. «Sé que esta es mi última oportunidad para hacer lo que quiero. No hay fiesta a la que no haya ido ni persona con la que no me haya ido por ahí. Ya lo he experimentado todo pero ahora mismo, no le veo el atractivo a tomar una copa», llega a confesar ante las cámaras. El capítulo también retrata al acoso al que se ve sometida por parte de los fotógrafos, con más de 50 de ellos en la puerta de un hotel en el que acaba residiendo 36 días a la espera de un piso que sea de su agrado en el Soho neoyorquino. Esta persecución acabará por perjudicarla pues le impide asistir a sus reuniones de alcohólicos anónimos.
La serie documental recogerá las opiniones de los americanos que se debaten entre aquellos que la aprecian como profesional y los que no se atreven a volver a tomarla en serio después de tantas decepciones. A lo largo de los episodios seremos testigos de como declina protagonizar anuncios y hacer viajes de promoción de películas en un ambiente enrarecido por sus rabietas, acaloradas discusiones con sus progenitores, la amenaza de su asistente con dimitir y su sobriedad es cuestionada por su terapeuta. En la actualidad Lindsay Lohan parece que se encuentra en el buen camino para recuperar su credibilidad en la industria y en sus seguidores con su exilio voluntario en Londres, donde estas navidades estrenó la obra taetral «Speed-the-Plow».
El precio de la fama
Uno de los nuevos proyectos de Lohan se dio a conocer en diciembre de 2014 y es el juego «El precio de la fama», un simulador de celebrities cuyo avatar, la actriz, tiene que superar retos para poder llegar a la fama. Los obstáculos son de lo curioso: conseguir fans, decidir look, implantarse glúteos, comprar una isla privada o, insertar botox a tu bebé.
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