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Los últimos meses de Pablo Escobar

Netflix estrena la segunda temporada de la serie que narra la vida de uno de los narcos más reconocidos.

Wagner Moura interpreta a Pablo Escobar en la serie
Wagner Moura interpreta a Pablo Escobar en la serielarazon

Netflix estrena la segunda temporada de la serie que narra la vida de uno de los narcos más reconocidos.

Veintuno de julio de 1992. El Gobierno colombiano, cansado de que Pablo Escobar siga haciendo de las suyas desde La Catedral, decide trasladar al narco a una prisión convencional en la que experimente los verdaderos inconvenientes de estar preso. Cuando se adentran en el recinto que el propio Escobar había mandado construir, las fuerzas del orden descubren que éste ha abandonado el lugar. El peligroso capo se ha escapado, y las vergüenzas del Gobierno colombiano quedan al descubierto ante los ojos del mundo entero, que por aquel entonces ya conocía su historial.

Murphy y Peña

Los acontecimientos que se sucedieron a partir de la polémica fuga y que, como todo el mundo sabe, terminaron con la muerte del narcotraficante conforman la segunda entrega de «Narcos». Los nuevos episodios de la comentada producción de Netflix, que desde el viernes están a disposición de sus abonados, narran libremente los quince meses en los que Escobar permaneció escondido y en una huida constante. Porque el que fuera uno de los hombres más ricos del mundo, además de estar amenazado por un Gobierno herido y sediento de venganza, también debía protegerse de los que fueron sus compañeros de negocios y quisieron aprovechar su mal momento. Y de sus enemigos naturales, que cosechó a base de violencia y venganza, y de quienes querían cobrar la suculenta recompensa que se ofrecía por su captura.

La breve extensión temporal en la que se centra la temporada y la particular situación que atraviesa el protagonista hacen de los nuevos episodios de «Narcos» una entrega en la que su característica narrativa sufre cambios pero mantiene la esencia natural de la serie. La presión a la que se ve sometido Escobar y los deseos del Gobierno de atraparlo añaden tensión e intriga a la trama. Y también hace del personaje interpretado por el actor brasileño Wagner Moura, un rol que gana en profundidad, mientras continúa albergando una personalidad límite que pone en peligro a los que le rodean.

Pero «Narcos» no es sólo la historia de Pablo Escobar, y en la segunda entrega también continúa ocupándose del trabajo que los agentes de la DEA, Steve Murphy y Javier Peña, llevan a cabo para atrapar al narcotraficante. Especialmente interesante es la situación que atraviesa Murphy, al que su desempeño termina separándole irremediablemente de su familia. Su mujer, Connie, cansada del peligro que acecha en cada rincón de Medellín, decide regresar a Florida con su bebé. Algo que, a pesar de la tristeza y la impotencia que le produce, le permitirá centrarse en la caza del hombre que le obliga a estar lejos de ellas, Pablo Escobar.

El adiós de pablo

Otra de las tramas que completarán la historia será la que se encarga de describir los pasos que siguió el Gobierno de Gaviria para poner fin a la carrera delictiva del peligroso narco. A través de ella, los espectadores podrán conocer uno de los operativos más multitudinarios de la historia, y en el que se vieron implicados efectivos de la DEA, el FBI, la CIA, los Navy Seals, el Grupo Delta del Ejército norteamericano, aviones del Gobierno colombiano con radares especiales y ocho mil hombres adscritos a los organismos de seguridad del Estado.

El momento de la muerte del capo de la droga es uno de los más importantes de la segunda temporada de «Narcos». Porque al igual que el resto de su vida, el fallecimiento de Escobar no estuvo exento de polémica. Cuando se realizó la autopsia, los forenses encontraron en su cuerpo siete orificios de bala, tres de ellos en la cabeza. Uno de estos sirvió a la familia y a sus seguidores para sostener que fue el propio Escobar el que acabó con su vida.

Otros señalan que fue un disparo de un francotirador de las Delta Force el que acabó con su vida, pero también hay quien sostiene que fue un integrante de una banda contraria el que lo hizo. Una incertidumbre que, más allá de lo que haya decidido Brancato para el desenlace, servirá para añadir cierta polémica a la producción. Algo también habitual cuando se trata de Pablo Escobar.