
Opinión
Conciertos de ayer y hoy
La experiencia de asistir a un espectáculo musical ha evolucionado de manera significativa

A lo largo de las décadas, la experiencia de asistir a un concierto ha evolucionado de manera significativa, reflejando los cambios en la cultura, la tecnología y las expectativas del público. En este contexto, los conciertos de artistas icónicos como Julio Iglesias y Frank Sinatra en el Estadio Santiago Bernabéu, en los que yo no pude estar, contrastan de manera notable con la actual gira de Bad Bunny, donde yo no pienso estar. En los años 80 y 90, los conciertos de figuras como Julio Iglesias y Frank Sinatra eran eventos elegantes, cargados de nostalgia y un sentido de espectáculo íntimo. Estos artistas, representantes de una era dorada de la música, ofrecían shows que se centraban en su capacidad vocal y en la interpretación emocional de sus canciones. El público, en su mayoría adulto y amante de melodías románticas, disfrutaba de una experiencia casi teatral, donde la conexión con el artista se lograba a través de la lírica y la presentación escénica. La música era el eje central, y todo giraba en torno a la voz y la emotividad de los intérpretes. Bad Bunny representa un cambio radical en la concepción de los conciertos. La música urbana y el reguetón han ganado un lugar preeminente en la industria, y con ello, han cambiado las dinámicas de los espectáculos en vivo. Sus conciertos son explosiones de energía, llenos de luces, efectos visuales y coreografías impresionantes que en lugar de una conexión íntima, se prioriza la interacción masiva y el ambiente de fiesta, donde cada tema es una oportunidad para bailar y celebrar. La distancia que separa estas dos eras musicales es evidente no solo en los estilos y géneros, sino en la forma en que los artistas se relacionan con su público. Mientras que los conciertos de Iglesias y Sinatra evocan recuerdos y emociones melódicas, los de Bad Bunny representan una celebración de la cultura contemporánea, donde la música se convierte en un vehículo de expresión y libertad. Así, la evolución de los conciertos refleja los cambios en la sociedad y las nuevas formas de conectar entre artista y audiencia.
✕
Accede a tu cuenta para comentar