Ciencias humanas
Crean moscas «Matusalén» por selección celular
Un equipo de investigadores de la Universidad de Berna ha logrado prolongar considerablemente la esperanza de vida de las moscas activando un gen que destruye las células enfermas. Los resultados también podrían abrir nuevas posibilidades en la investigación contra el envejecimiento humano. Investigadores del Instituto de Biología Celular dirigidos por Eduardo Moreno, han desarrollado un nuevo método para extender la vida de las moscas sobre la base de una mejor selección de las mejores células dentro del cuerpo. Su trabajo se publica en la revista Cell.
"Nuestros cuerpos están compuestos de varios billones de células", explica Moreno, "y durante el envejecimiento las células acumulan errores aleatorios debido al estrés o efectos externos como la luz ultravioleta del sol."Pero esos errores no afectan a todas las células al mismo tiempo y con la misma intensidad: "Debido a que algunas células quedan más afectadas que otras, es razonable que la selección de las células menos afectadas y la eliminación de las dañadas podría ser una buena estrategia para mantener la salud de los tejidos, retrasar así el envejecimiento y prolongar la esperanza de vida".
Para probar su hipótesis, los investigadores utilizaron moscas Drosophila melanogaster. El primer reto era descubrir que células dentro de los órganos de Drosophila eran más saludables. El equipo de Moreno identificó un gen que se activa en las células menos saludables. Denominaron al gen Ahuizotl (azot) por una criatura mitológica azteca que protegía a los peces de la pesca, debido a que la función del gen era también atacar selectivamente a las células menos saludables o menos aptos para proteger la integridad y la salud de órganos como el cerebro o el intestino.
Normalmente, hay dos copias de este gen en cada célula. Mediante la inserción de una tercera copia, los investigadores fueron capaces de seleccionar mejor a las células de manera más eficiente. Sometidas al tratamiento, las moscas parecían mantener una mejor salud de los tejidos, con una edad más avanzada. "Nuestras moscas tenían esperanza de vida media de 50 a 60 por ciento más que las moscas normales", dijo Christa Rhiner, uno de las autoras del estudio.
Sin embargo, el potencial de los resultados va más allá de la creación de las moscas de Matusalén, dicen los investigadores: El gen azot se conserva en el ser humano, lo que abre la posibilidad de que la selección de células sanas dentro de los órganos podría en el futuro ser utilizada como un mecanismo de lucha contra el envejecimiento.
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