Nueva York
«Dejé de contar cuando ya llevaba 22 víctimas»
Miranda Barbour: ¿una asesina en serie adolescente?. La joven, de 19 años y ligada a una secta satánica, está encarcelada tras matar a un hombre a cuchilladas
Pensaba perdonarle la vida. Pero dijo algo inadecado. Y entonces no tuvo más remedio que matarle. Es la explicación que dio Miranda Barbour, de 19 años, a Francis Scarcella, reportero del periódico «The Daily Item» el pasado viernes. En su declaración se refería a Troy LaFerrara, de 42 años, que murió a cuchilladas el pasado 11 de noviembre.
La entrevista se hizo a petición de Miranda y fue grabada por la Prisión del Condado de Northumberland (Pensilvania). Esta joven, de pelo largo y oscuro y mirada de niña, ha sido acusada formalmente del asesinato junto con su marido, Elytte Barbour, de 22 años.
El fiscal estudia pedir la pena capital. Sin embargo, los agentes de la Policía de Sanbury todavía tienen que cerrar el caso, recoger pruebas y hablar con los jefes de comisaría de otros lugares donde Miranda asegura haber cometido más crímenes. No basta sólo con su confesión. Con todo, la joven ha prometido que cooperará. Quiere ayudarles a localizar los supuestos cadáveres. Más que nada porque asegura que está cansada de mentir. No le importa lo que la gente pueda pensar de ella: sólo habría terminado con la vida de «gente mala», según aseguró en la entrevista concedida a «The Daily Item».
Miranda Barbour asegura que «dejó de contar cuando llevaba 22» víctimas. La mayoría del estado de Alaska. Todo habría empezado cuando se unió a una secta satánica. Entonces tenía 13 años. Uno de los líderes del grupo le habría pedido que le acompañase a hablar con un hombre que les debía dinero. Ambos le habrían disparado, convirtiéndose así en una de sus primeras víctimas. Miranda explicó al periodista que el líder de la secta le pidió que apretara el gatillo. Llegó a coger la pistola. Sin embargo, al ser incapaz de hacerlo sola, lo habrían hecho entre los dos.
Según relató la adolescente, su pesadilla habría comenzado a los 4 años de edad, cuando su tío, el marido de la hermana de su madre, abusó sexualmente de ella. De hecho, su madre confirmó al mismo periódico que fue acusado y sentenciado a 14 años en prisión.
«Dijo cosas inadecuadas»
Por su parte, el marido de Miranda cree que LaFerrara habría sido la primera víctima. Le habrían matado cuando sólo llevaba tres semanas de casado. Miranda le explicó al reportero de «The Daily Item» que habrían acordado que le iba a pagar 100 dólares por acostarse con él. Se habrían conocido a través de la página web de Craigslist.org. Según Miranda, «dijo cosas inadecuadas. Y perdimos el control. Se suponía que yo no le iba a apuñalar. Mi marido sólo le iba a estrangular», confesó al periodista.
Según los documentos judiciales, Miranda Barbour le acuchilló hasta veinte veces mientras su marido tenía preparada una cuerda para estrangularle. Aseguró que LaFerrara la tocó en diferentes ocasiones. Sin embargo, no fueron esos tocamientos el motivo por el que habría decidido acabar con su vida. «Le mentí. Le dije que acababa de cumplir 16 años. Me dijo que vale. Si me hubiese dicho que no, hubiese dejado que se fuera», continuó con su relato, mientras indicaba que sólo habría asesinado a «gente mala».
Los agentes se encuentran investigando en estos momentos para contrastar toda la información que Miranda ha ofrecido al periódico, debido a que asesinatos en serie como los que relata no suelen ser comunes. Con todo, albergan serias sospechas, pues en principio parece que les encaja el gran número de detalles aportados por la joven.
Ahora bien, hay algunos detalles que les hacen dudar. Por ejemplo, la presunta asesina asegura que, durante el tiempo que residió en Alaska, los líderes de la secta le obligaron a abortar. Así, le habrían suministrado drogas para interrumpir su embarazo. Interrogada al respecto, su madre reconoció que, después de producirse este supuesto aborto, la llevó al médico. Tras examinarla, el facultativo no encontró ningún indicio que corroborara la historia de Miranda.
A la Policía aún le queda un largo trabajo por delante. De momento, tienen que encontrar los cuerpos sin vida de las personas que la joven asegura haber matado. El jefe de Policía de Sunbury, Steve Mazzeo, reconoció que las autoridades conocen las aseveraciones de Miranda y que las han tomado muy en cuenta. «Estamos en contacto con otros estados y estamos trabajando con las comisarías pertenecientes a otras ciudades y pueblos. Con la información que tenemos y los datos recogidos de la entrevista, estamos muy preocupados», reconoció Mazzeo. Una de las preguntas que todos se hacen es por qué ahora. ¿Qué le ha llevado a Miranda a confesar sus crímenes? Hasta ahora, la supuesta asesina se ha limitado a decir que ha llegado el momento de ser sincera.
craiglist, una web para todo
Creada en 1999, cuando internet empezaba a abrirse camino entre la población, Craiglist, la web por la cual Miranda Barbour contactó con su víctima, se ha constituido en el servicio de anuncios clasificados más solicitado. Todo puede venderse y comprarse. Y, por supuesto, las peticiones de índole sexual copan buena parte. De hecho, pueden encontrarse varios anuncios en este sentido también en nuestro país. Recientemente, el nombre de la web estuvo involucrado en otra noticia, aunque mucho más liviana. Jason Willis, un ciudadano de Wisconsin, fue sentenciado a 30 meses sin internet tras gastarle una broma pesada a una vecina. Según la Policía, creó seis anuncios en Craigslist pretendiendo ser su vecina y en los que solicitaba parejas sexuales. De esta forma, varios hombres se plantaron en la puerta de la víctima.
El detalle
LA «DEXTER» DE LA VIDA REAL
La falta de empatía y remordimientos no es lo único que tienen en común Miranda Barbour y el protagonista de «Dexter». Ambos psicópatas, en la realidad y en la ciencia ficción, defienden sus asesinatos escudándose en que no matarían a alguien que no se lo mereciera, como si su «obra» hiciera un bien divino para la sociedad.