
Tribunales
Los dos proyectos de la cátedra de Begoña Gómez, que no conocía la UCM, eran del software
Un directivo de Google declaró que ellos contrataron a una consultora tecnológica para desarrollar parte del programa que se investiga de si se apropió la mujer del presidente

Los dos proyectos de la cátedra de Begoña Gómez, cuya existencia desconocía la Universidad Complutense de Madrid (UCM), están directamente relacionados con el desarrollo del software.
Como publicó hace justo una semana LA RAZÓN, la consultora tecnológica Devoteam se puso en contactó el pasado 14 de abril con el vicerrectorado de Tecnología de la UCM para pedir que le hiciese llegar "instrucciones" a fin de poder continuar con dos trabajos que venían ejecutando para la extinta cátedra extraordinaria de Transformación Social Competitiva.
Sin embargo, en la universidad no se tenía "conocimiento previo" de que se hubiesen encargado estos servicios a la citada empresa, dado que no consta que se efectuase "entrega de documentación ni material alguno" por parte de la consultora, ni tampoco que haya reclamado "importe o contraprestación" por ello.
A raíz de esta confusa comunicación, se llegó a celebrar una reunión en la que dos representantes de la compañía explicaron al centro universitario público que su colaboración genera "un coste mensual" y "solicitaron información" sobre la "continuidad" de los proyectos.
Los informáticos de la Complutense no pudieron acceder al contenido de estas proyectos, que hallaron alojadas en el servidor interno de la UCM. Fueron localizados junto otros más de 9.000 proyectos de los que tampoco se tenía constancia, pero que, como confirmaron a este diario fuentes internas de la universidad pertenecen a toda la comunidad universitaria y no son de la cátedra.
Pero la declaración ayer de un directivo de Google arrojó la luz sobre el asunto. Miguel Rodríguez Bueno se sentó ante el juez Juan Carlos Peinado para explicar cómo fue la implicación de la compañía en la construcción del software y lo que dijo permitió unir puntos.
Bueno, que fue responsable a nivel técnico de la participación de la multinacional en la creación de la plataforma, declaró que ellos subcontrataron a Devoteam para crear un "módulo de administración" que le faltaba al producto tecnológico
Esta actuación adicional supuso que, además de los 40.000 euros iniciales que dedicaron a la "analítica digital", Google acabase desembolsando 70.000 más, lo que incrementó su inversión en el programa hasta los 110.000 euros.
El instructor del "caso Begoña Gómez", tras trasladarle lo ocurrido la UCM, reclamó que se identificase a los dos trabajadores de Devoteam con la intención -según las fuentes jurídicas consultarlas- de llamarles a declarar como testigos.
Con lo que se espera que esta diligencia pendiente de ser acordada por el juez pueda ofrecer más datos sobre cómo fue la creación del programa que se investiga si se apropió indebidamente la esposa del presidente del Gobierno.
Más de 40 reuniones con la mujer de Sánchez
Bueno aseguró, por otro lado, que se reunió con la mujer de Pedro Sánchez y la coordinadora de su cátedra, Blanca de Juan, hasta en 40 ocasiones distintas.
En diez de ellas, todas celebradas de manera online, estaba también la asesora de Moncloa imputada por su implicación en la vida profesional de Gómez. Además, admitió que habló por teléfono en alguna ocasión con Cristina Álvarez sobre los pagos a otras empresas que prestaron servicios para el desarrollo de la plataforma.
El directivo vinculado al PSOE
También compareció en representación de Google este pasado jueves otro directivo implicado en la creación del programa informático de la cátedra.
Miguel Escassi, que es jefe de Relaciones Institucionales del gigante tecnológico en nuestro país, declaró que le llegó la propuesta de colaboración para la plataforma a través de Jaime García Cantero, asesor de la cátedra al que el juez Peinado le tomará declaración el próximo 28 de mayo.
Escassi, que llegó a Google desde el Ministerio de Economía de la vicepresidenta socialista Nadia Calviño, contó que en la primera reunión para abordar su colaboración en el proyecto estaba la propia Gómez, pero no José Manuel Ruano, que era el otro director de la cátedra en representación de la UCM.
Las fuentes presentes en la declaración apuntan a este diario que de su testimonio también se extrajo una contradicción. De Juan declaró en su momento en sede judicial que el programa informático no estuvo listo hasta diciembre de 2023.
Mientras que Escassi aseguró ayer ante el instructor que se terminó en septiembre de ese año, momento en el que mandaron el código a la Complutense para que pudiesen ya alojarlo en su sistema.
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