Huesca
«Prepárate para ocupar el lugar de tu madre. Va a morir»
Ingresa en prisión tras planear la muerte de su mujer y abusar de sus hijos. Dio anticoagulantes a su esposa antes de que fuera sometida a una operación. Compraba el silencio de los niños y consultaba en webs cómo abusar sin dejar rastro
Ingresa en prisión tras planear la muerte de su mujer y abusar de sus hijos. Dio anticoagulantes a su esposa antes de que fuera sometida a una operación. Compraba el silencio de los niños y consultaba en webs cómo abusar sin dejar rastro
Un hombre de 54 años, cuyas iniciales responden a P. M. A. E., originario de Gijón y residente en un municipio de la Comarca de Somontano (Huesca), fue detenido por agentes del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Barbastro, en el marco de la «operación Herlot», acusado del presunto abuso sexual de sus hijas menores de edad, de homicidio en grado de tentativa hacia su mujer y de la tenencia ilícta de explosivos.
El detenido aprovechaba siempre que la madre se encontraba trabajando como cuidadora de ancianos para abusar de sus hijas pequeñas, de 11 y 6 años –la primera era de un matrimonio anterior de la mujer, junto con otro mayor de edad y otro varón de 16–. Los abusos se produjeron durante tres años, según declararon las menores. Éstas explicaron que el padre las amenazaba continuamente y no cesaba de repetirles: «Cuando vuestra madre se opere, va a morir», en relación a la intervención de vesícula a la que tenía previsto someterse la mujer. «Prepárate para ocupar el lugar de tu madre. Vas a ser la mujer de la casa», le insistía el padre a la hija de 11 años, según fuentes de la investigación. En algunas ocasiones el detenido daba dinero a las menores para que guardaran silencio por los abusos practicados e incluso maltrataba físicamente a su hija biológica para que no contase lo ocurrido.
El hijo de 16 años fue el que dio la voz de alarma después de que el acusado intentara sobrepasarse con él. El joven acompañó a su padre para reparar una antena de la vivienda y fue entonces cuando el padre comenzó a realizarle comentarios obscenos e incluso a ofrecerle dinero a cambio de tocamientos. El menor se negó y se marchó corriendo sin mediar palabra, pero ya en su habitación y entre lágrimas comenzó a relatar todo lo sucedido a su madre.
Sus hermanas pequeñas, que escuchaban atentas en la habitación contigua, fueron al encuentro de su hermano y de su madre, y fue entonces cuando se atrevieron a contar los abusos que venían sufriendo desde hace años, según se pudo certificar después.
La madre denunció los hechos ante la Guardia Civil, con lo que se abrió la investigación. El pasado 6 de agosto se produjo la detención del progenitor tras comprobarse los hechos. Dos días más tarde, el juez de Instrucción del Juzgado número dos de Barbastro decretó la prisión preventiva sin fianza en el centro penitenciario de Zuera (Zaragoza).
De igual modo se pudo comprobar que el hombre preparaba un macabro plan para su mujer. De ahí los insistentes comentarios a los hijos de que la madre iba a morir en una operación sin riesgo aparente. El hombre vertió presuntamente medicamentos anticoagulantes de forma premeditada en la jarra del agua de la que su mujer solía beber por las noches para desencadenar una hemorraria durante la intervención de extracción vesicular a la que fue sometida. De hecho, los médicos la advirtieron de que estuvo a punto de fallecer por la ingesta de anticoagulantes, como pudo comprobar en los análisis posteriores que le realizaron para esclarecer lo ocurrido.
El hombre disponía de anticoagulantes debido a que hacía unos años había sufrido un ictus y estaba seguro de que su mujer perecería porque, según fuentes de la Guardia Civil, había consultado incluso la pensión que percibiría en caso de viudedad.
Una vez practicados los registros pertinentes, los agentes encontraron tres ordenadores con contenido pornográfico, porque era frecuente que el padre estuviera mirando en el ordenador páginas de contactos o de contenido sexual mientras los niños veían la televisión. Incluso llegó a consultar información sobre cómo abusar de menores y evitar ser descubierto.
Cuando la mujer fue preguntada por la existencia de armas en la finca, explicó que hacía un año y el hombre llegó con un paquete con dinamita que guardó. Incluso la amenazó con hacer uso de él. Por ello, en el registro participaron los Tedax y un guía con un perro detector de explosivos de la Comandancia de Zaragoza. En la casa encontraron 26 detonadores pirotécnicos, cuatro botes de gas lacrimógeno, dos espadas, un cuchillo de carnicero y una carabina de aire comprimido escondida tras un depósito.
El ahora detenido, que no trabaja desde que sufriera un ictus hace unos años, fue jefe de obra y tiene antecedentes policiales que se remontan a 1991 por supuestos abusos a menores que se saldaron con el pago de una multa dos años más tarde. A parte de un problema de alcoholismo, no tiene ninguna cuestión psiquiátrica diagnosticada, aunque la mujer advertía cambios repentinos de humor.
En el domicilio familiar convivían el presunto delincuente con la mujer y la hija biológica de seis años. También los otros tres hijos que ella aportaba de una relación anterior –un niño y una niña de 16 y 11 años respectivamente, y otro mayor de edad que, aunque vivía en la casa, la relación con su padrastro era inexistente. No obstante, este aspecto será investigado, tal y como confirmaron a LA RAZÓN fuentes de la Policía judicial de la Guardia Civil encargadas del caso. Actualmente los hijos se encuentran con la madre, y el padre, en prisión preventiva sin fianza.
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