Violencia de género
Dolors Montserrat: «Tendremos nueva ley de violencia de género»
Pese a no haber transcurrido un mes desde que juró el cargo, la nueva ministra de Sanidad ya ha conseguido el inicio de un Pacto de Estado en la lucha contra los malos tratos que podría firmarse en 2017.
Pese a no haber transcurrido un mes desde que juró el cargo, la nueva ministra de Sanidad ya ha conseguido el inicio de un Pacto de Estado en la lucha contra los malos tratos que podría firmarse en 2017.
No se ha cumplido ni un mes desde que Dolors Montserrat, de 43 años, cambiara su despacho en Barcelona por el de la sexta planta del Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad. Recibe a LA RAZÓN tras participar en la toma de posesión de su nuevo secretario de Estado de Asuntos Sociales, Mario Garcés. Ya ha oscurecido, pero a la ministra aún le quedan varias horas de trabajo. Lo hace contrarreloj para tomar las riendas de un ministerio por el que han pasado cinco titulares en sólo cinco años. Su primer compromiso es con las mujeres, con las víctimas de la violencia de género. «Quiero apoyar a todas las familias que han perdido este año a su madre, a su hermana o a su hija. Tienen todo el apoyo de este ministerio y del Gobierno. Para nosotros es una cuestión de Estado», deja claro al inicio de esta entrevista.
–Hace sólo unas semanas todos los grupos firmaron ese primer acuerdo de la legislatura para llegar a un Pacto de Estado contra la violencia de género.
–Es el inicio de un pacto. Lo que hemos conseguido desde la aprobación unánime de la ley de violencia de género hasta hoy, con esfuerzo de todos, es que esta lacra salga a la luz. Ahora está en las agendas institucionales y se habla de ello. Ahora si alguien ve en el metro que un hombre coge mal a una señora o que hay cierto maltrato, se le increpa: «¡Oiga, ¿qué está haciendo?!». Desde el Gobierno creemos que la violencia no entiende de ideologías y que las mujeres maltratadas están esperando de los políticos que dialoguemos para mejorar las medidas para que no haya, nunca más, una muerte en nuestra casa. Una sola muerte es demasiado para nuestra sociedad.
–¿Cómo se llegará a ese pacto?
–Nos hemos puesto de acuerdo todos los grupos parlamentarios, por unanimidad, para acordar que antes del 31 de diciembre se constituya una subcomisión, dentro de la comisión de igualdad, de violencia de género. Cada grupo presentará sus comparecencias y propuestas para continuar luchando contra este drama. También se analizará cómo ha evolucionado la ley y veremos qué tenemos que cambiar para continuar esta lucha y que un día en España no haya una muerte más. Serán cuatro meses de trabajo, luego en uno o dos meses se presentarán las conclusiones y saldrá el pacto.
–¿Esos meses de trabajo culminarán con una nueva ley contra la violencia de género?
–Estoy convencida de ello. Tras el pacto, tendremos nueva ley o leyes. No sé si estas normas se aprobarán en 2017 porque tienen su trámite, pero sí lo hará el planteamiento. En lo importante estamos de acuerdo, aunque los diferentes partidos luego suben a la tribuna y dicen lo que quieren, pero lo importante es que lo firmaron. Las mujeres nos piden socorro y nosotros debemos estar a la altura. No debemos entrar en riñas electorales o partidistas. No podemos perder un minuto en estas discusiones ideológicas. Yo pondré toda mi fuerza en ello.
–¿Van a tomar nuevas medidas en esta legislatura?
–Para nosotros, la violencia de género es una cuestión de Estado. Lo fue en la pasada legislatura y lo va a seguir siendo en esta. Vamos a avanzar aún más. Queremos luchar contra las mafias de trata y de la prostitución forzada. En la pasada legislatura ya incluimos en el código penal el matrimonio forzado y hemos reforzado el delito de trata. No podemos conducir por nuestras carreteras, ver locales con sus luces de neón y mirar hacia otro lado. Estamos convencidos de que detrás de ellas hay muchas mujeres que son esclavas sexuales y tenemos que sacarlas de ahí.
–En la anterior legislatura la partida destinada a luchar contra esta lacra se redujo considerablemente. ¿Van a aumentar en ésta?
–En 2015 se incrementó un 6,8 por ciento y en 2016, un 6,3. El compromiso de esta ministra en los futuros presupuestos es mantener esta mejora. Es cierto que al inicio de la pasada legislatura tuvimos que hacer ajustes, pero a pesar de ellos continuamos atendiendo los mismos servicios. Ajustamos, pero gastamos mejor. El Partido Popular es especialista en ejecutar todo el presupuesto. El PSOE ponía mucha partida, pero no ejecutaba. Con menos, gestionamos mejor y hacemos más proyectos, pero, aun así, ahora ya estamos incrementando. Estamos en cifras mayores que las de 2011.
–Desde 1999, el número de mujeres asesinadas a manos de sus parejas se mantiene estable, entre 50 y 70. Está claro que algo no funciona.
–Hay un 31 por ciento de la sociedad, hombres y mujeres, que aún justifica la discriminación de la mujer. Y un 44% de mujeres que no salen a la luz, ellas son nuestro primer objetivo, pero también reducir ese 31 por ciento. Hemos hecho mucha pedagogía con la ley actual y ahora tenemos que darles más confianza a ellas y que la sociedad crea en la igualdad. Hay personas que aún piensan que por un bofetón no pasa nada. También debemos trabajar aún más para que los padres eduquen en igualdad. Venimos de un país muy tradicional en el que nuestras abuelas nos han enseñado lo que ellas vivieron y no era un entorno de igualdad. Ellas sólo han reproducido los patrones de sus madres, por eso aún hay personas que, a pesar de educarse en igualdad, no lo ven.
–¿Considera que es necesario ampliar el término de violencia de género?
–Lo veremos con la subcomisión, yo no me quiero adelantar. Pienso que en el acuerdo se verá. Vamos a esperar a que arranque la subcomisión para que marque las líneas básicas del Pacto y nos dirá qué tenemos que incluir en la legislación.
–En los últimos cinco años 200 niños se han quedado huérfanos, víctimas de la violencia que sus padres ejercieron contra sus madres. ¿Se están tomando suficientes medidas?
–Los hijos no sólo se quedan sin madre, sino que ven violencia cada día. Antes la pensión de orfandad era hasta los 18 años y ahora la hemos subido hasta los 25. También intentamos, antes de que la Administración se haga cargo de ellos, valorar a sus familias que es donde de verdad tienen que estar, son los que mejor los protegen.
–Pero la ayuda psicológica no va más allá de 15 sesiones...
–Estoy convencida de que la subcomisión lo analizará y podremos ver qué falla, los efectos de la ley y poner todos los medios. Por eso, le pediría al partido socialista que no diga no a los Presupuestos cuando no los ha visto, porque eso significa decir no a la lucha contra la violencia de género. No podemos defender la violencia de género y no mirar los presupuestos porque vienen del Partido Popular. Son esenciales para erradicar la violencia de género. No podemos ser demagogos y mirar hacia otro lado. Esta legislatura es una gran oportunidad para hacer grandes pactos y yo estoy en eso. En lo social no hay ideología, sólo gente que necesita de nosotros.
–La violencia machista, lamentablemente, también afecta a las nuevas generaciones. ¿Tienen pensado tomar alguna medida concreta?
–Tenemos una generación que ha nacido con el chip puesto y nuestra generación no lo es. Todos tenemos que aprender a utilizar la tecnología para evitar el ciberacoso. Tenemos que trabajar con los padres para enseñarles qué es violencia y qué no lo es.
–Pero el machismo está por encima de las nuevas tecnologías.
–Sí, pero me habla de los jóvenes. La información les llega por internet... antes la información sólo nos llegaba por tres o cuatro vías y ahora llega por todas partes, machista y no machista. Tenemos que ayudarles a discernir y a determinar qué es veraz y qué no. Hay mucha porquería en internet, tenemos que enseñarles a filtrar bien.
–Denunciar es el primer paso, pero también puede ser el detonante para el agresor.
–Bueno, lo primero es llamar al 016, saber que es un servicio anónimo, 24 horas al día que las hace sentir seguras y donde les pueden indicar qué es lo mejor que pueden hacer en cada situación. Pido que la familia la acompañe, que ella sepa que no es una vergüenza. Él es el indeseable. Si se anima, después llega la denuncia. Yo he sido abogada civil y he llevado muchos temas de familia y lo que más he visto es la necesidad de las mujeres de sentirse arropadas, así seguirán adelante y no les será tan difícil denunciar.
–¿Cuánto daño hacen las denuncias falsas a pesar de que sólo representen el 0,4 por ciento?
–Mucho. Creo en la presunción de inocencia de todos, pero si una persona ha denunciado y luego se refleja que es mentira, el daño que se le ha hecho es irreversible. Pero a las mujeres hay que creerlas. Les diría a las mujeres que si en algún sitio no las terminan de creer, que insistan porque a lo mejor no estaba formada la persona que las atendió, pero pueden acudir a otro sitio. Que no desistan.
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