Historia real

Dying for Sex: la historia real de Molly Kochan, un cáncer terminal, un divorcio y 200 encuentros sexuales

Su experiencia, marcada por una ruptura y un viaje de más de doscientos encuentros sexuales, se convirtió en el eje del podcast viral y una nueva serie de Disney

Dying for Sex: la historia real de Molly Kochan marcada por el cáncer terminal, un divorcio y 200 encuentros sexuales
Dying for Sex: la historia real de Molly Kochan marcada por el cáncer terminal, un divorcio y 200 encuentros sexualesLa Razón

Molly Kochan tenía 38 años cuando escuchó el diagnóstico que cambiaría todo, cáncer de mama con metástasis cerebral. Hasta entonces llevaba una vida cotidiana, con un matrimonio estable y rutinas sencillas. Pero la enfermedad no solo transformó su cuerpo, también resquebrajó su relación de pareja.

Poco después del diagnóstico, su esposo pidió el divorcio. Molly enfrentó entonces una doble ruptura, la certeza de una cuenta atrás y la pérdida de la vida que conocía.

El sexo como forma de resistencia

En lugar de retraerse, eligió una vía inesperada. Se volcó en una exploración sexual sin precedentes para ella, manteniendo relaciones con más de 200 hombres. Lo hacía con honestidad radical: antes de cada encuentro explicaba que tenía un cáncer terminal.

“El sexo era mi modo de existencia. Si el placer era lo único que podía controlar, me aferraría a él con uñas y dientes”, confesó en el podcast Dying for Sex.

Las citas transcurrían en hoteles baratos, apartamentos alquilados o incluso en coches. Algunas resultaron cómicas, otras intensas, pero todas compartían un mismo motor, la urgencia de sentirse viva.

Un testimonio que incomoda y abre debates

El caso de Molly Kochan se convirtió en un fenómeno precisamente porque no encajaba en la narrativa dominante sobre pacientes oncológicos. No buscaba ser inspiración ni ejemplo de lucha heroica, sino expresar su deseo y su libertad frente a la enfermedad.

“Soy egoísta. Por primera vez en mi vida me lo permito. Nadie que tenga fecha de expiración debería preocuparse por cumplir las expectativas de los demás”, aseguró en una de sus conversaciones grabadas.

Su relato, incómodo para algunos sectores, abrió un debate sobre sexualidad, enfermedad y dignidad en el final de la vida.

Dying for Sex: del podcast a la serie

Toda esta experiencia quedó registrada en "Dying for Sex" , un podcast que Molly grabó junto a su amiga Nikki Boyer. El formato fue concebido como un espacio íntimo y confesional, en el que ambas abordaban con naturalidad las experiencias sexuales, los miedos y las preguntas más difíciles.

El proyecto, producido inicialmente por Wondery, se convirtió en un éxito viral. Tras su fallecimiento en 2019, la historia trascendió en un libro y más recientemente en una miniserie de Disney+.

El legado de Molly Kochan

Aunque Molly Kochan falleció hace años, su historia sigue generando conversaciones en redes sociales, foros y comunidades médicas. Su testimonio desafía prejuicios y recuerda que hablar de sexualidad en el contexto de la enfermedad terminal no es una frivolidad, sino un derecho.

En su última grabación, Nikki Boyer le preguntó con la voz entrecortada:

¿Te arrepientes de algo?

Molly guardó silencio unos segundos antes de responder con serenidad:

De no haberme permitido disfrutar antes.