Rusia

El empresario ruso Alexander Romanov reconoce que blanqueó 1,6 millones

El integrande de la organización criminal rusa «Taganskaya» ha aceptado una condena de tres años y nueve meses de cárcel

El empresario Alexander Romanov, uno de los principales sospechosos de la organización criminal rusa conocida como 'Taganskaya', ha aceptado una condena de tres años y nueve meses de cárcel por blanquear en Mallorca 1,6 millones procedentes de su actividad criminal.

El empresario Alexander Romanov, uno de los principales sospechosos de la organización criminal rusa conocida como 'Taganskaya', ha aceptado una condena de tres años y nueve meses de cárcel por blanquear en Mallorca 1,6 millones de euros procedentes de su actividad criminal.

El inculpado se ha declarado culpable de articular los mecanismos para que los fondos entraran en España con apariencia de origen lícito. Para ello, Romanov se habría valido de la colaboración de su familia y otros profesionales como abogados y gestores, que figuran entre los otros once procesados que junto a él se han sentado en el banquillo. De todos ellos, se han retirado las acusaciones contra los suegros de Romanov.

La acusación pública, que inicialmente reclamaba 17 años de prisión para Romanov, le imputa delitos de blanqueo de capitales, falsedad documental y revelación de secretos.

Tal y como consta en el acuerdo de conformidad alcanzado este lunes entre las partes, el 24 de febrero de 2010 Romanov, a través de su empresa Natali Mar i Pins, formalizó la compra ante notario de un hotel del mismo nombre -que en 2010 fue tasado en 10,1 millones de euros- y una vivienda anexa, todo ello con perspectivas turísticas en una zona privilegiada de Mallorca y emprendiendo después costosas obras de reforma del hotel y la vivienda donde pasaron a residir.

Fue a estas reformas a las que el acusado destinó los fondos ilícitos, ocultando de este modo su origen. En el curso de estos trabajos fueron asimismo intervenidos en efectivo 46.045 euros y 49.438 dólares.

Según las investigaciones, Romanov, que se valió para llevar a cabo sus operaciones de sociedades instrumentales y testaferros, pretendía incrementar las inversiones en España y así buscaron más hoteles para comprar, si bien la intervención policial y judicial puesta en marcha impidieron que pudieran realizar finalmente otras inversiones en el país.

El empresario ha aceptado asimismo el abono de multas que suman 4,2 millones de euros, pago que ha quedado extinguido ante la dación en pago del hotel Mar i Pins. La entrega de esta finca también le permite hacer frente al comiso de los 1,6 millones blanqueados.

Cabe recordar que la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Baleares acordó en diciembre del pasado año prorrogar, por riesgo de fuga, la situación de prisión provisional en la que se encuentra Romanov desde hace más de dos años. Sus abogados solicitaron su excarcelación al aseverar que el encausado ya había cumplido el máximo legal de dos años en prisión preventiva. Un periodo que, no obstante, puede prorrogarse dos años más para el caso de delitos penados con más de tres años de privación de libertad.

En concreto, Romanov ingresó en prisión en diciembre de 2013 tras una operación coordinada por Europol que se realizó contra una de las más importantes organizaciones criminales moscovitas, especializada en los denominados 'raids', que consisten en la apropiación de empresas por medios violentos e ilegítimos y su posterior quiebra fraudulenta.

La Sala alegaba la proximidad del juicio y, por tanto, una probable condena "a muy elevadas penas", por lo que "su deseo por eludir tales responsabilidades se adivina mayor y más intenso que el que pudiera percibirse al principio de la instrucción de esta causa".

Asimismo, apelaba a tener en cuenta "la peligrosidad"del acusado derivada de su presunta pertenencia "a una organización criminal mafiosa que utilizaría la violencia física y la extorsión para hacerse con la propiedad de distintas empresas y descapitalizarlas"-empresas que estarían radicadas en su país de origen-, además del hecho de disponer "de bienes e importantes contactos en Rusia, que podría utilizar para, de ser liberado provisionalmente, darse a la fuga".

Riesgo de fuga

La resolución judicial apuntaba que el procesado posee un elevado nivel de vida y recursos en Rusia que "podría aprovechar para eludir la acción de la justicia", como también "podría recibir la ayuda de sus familiares que se hallan en libertad provisional y que, con los contactos que poseen con las altas personalidades de la Federación Rusa, podrían valerse de los mismos para facilitar al acusado documentación falsa y medios económicos para permitir su salida subrepticia del país".

En concreto, fue 20 meses antes de su encarcelamiento cuando se iniciaron las investigaciones en torno su papel al frente de 'Taganskaya' y sus actuaciones en Mallorca. La Guardia Civil detectó los vínculos criminales de Romanov, que estaba haciendo fuertes inversiones de dinero en Mallorca, entre ellas en el Hotel Mar i Pins, y quien cuenta con antecedentes en Rusia por delitos económicos.

Las pesquisas realizadas llevaron a los agentes a determinar que 'Taganskaya' estaba utilizando España para blanquear fondos, un esquema en el que Romanov es una pieza clave, auxiliado por distintos colaboradores, testaferros, asesores jurídicos y fiscales.

Así funciona «Taganskaya»

De hecho, los investigadores postulan que 'Taganskaya' es una de las principales organizaciones criminales asentadas desde los años noventa en Moscú, compuesta por más de 50 miembros y especializada en 'raids', fraudes bancarios, extorsiones y ejecución de asesinatos por encargo. Romanov es miembro activo de la misma y ya fue condenado a tres años y medio en Rusia por fraude a gran escala. Es más, sostienen cómo su mujer, Natalia Borisovna, forma parte de la red societaria utilizada para la comisión delictiva.

Además, tras introducir en España el dinero procedente de la organización criminal a fin de aflorarlo en el mercado y conferirle apariencia de licitud, el matrimonio se rodeó de un grupo de personas

a su servicio en el que se incluía un agente inmobiliario, un abogado, un policía, una empleada "fiel", un asesor fiscal y varios 'hombres de paja' con el objetivo de facilitar las inversiones y obtener la mayor rentabilidad posible.