Brote de ébola
Preparados para la próxima pandemia
La planta 22 del hospital Gómez Ulla es puntera en España para tratar enfermedades infecciosas muy contagiosas
La planta 22 del hospital Gómez Ulla es puntera en España para tratar enfermedades infecciosas muy contagiosas
Como recordó ayer la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, este mes de octubre se cumple un año desde el primer contagio del virus Ébola en nuestro país y «de la primera experiencia de curación», la de la auxiliar de enfermería Teresa Romero. Fue en el pasado mes de octubre cuando el Ministerio de Defensa, con el apoyo del de Sanidad, decidieron la reapertura de la planta 22 del Hospital Militar Gómez Ulla donde estaba ubicada la unidad de infecciosas y que, tras la remodelación que ha experimentado, se ha convertido en la unidad más puntera de España y en una de las más vanguardistas de Europa.
Sólo se puede acceder a la planta por dos vías: el helipuerto y dos ascensores que conectan únicamente con la planta donde se sitúa la unidad NBQR (Nuclear, Biológico, Químico y Radiológico) Infecciosas. «Estamos preparados para las amenazas tanto naturales como de bioterrorismo. Contamos con todas las especificaciones técnicas que exige la OMS», afirmó ayer durante la presentación el coronel Fe Marqués. Así, esta unidad opera como si fuera un hospital adherido al Gómez Ulla, ya que cuenta con su propio mantenimiento en las plantas 23 y 24, «para evitar que ante cualquier avería tenga que subir ningún equipo externo», apuntó el coronel.
Las nuevas instalaciones cuentan con ocho habitaciones, con dos esclusas cada una, para garantizar la seguridad del personal que entra y sale con el Equipo de Protección Individual(EPI) y el resto del personal que trabaja en la planta. «Ahora mismo se está trabajando en el afinamiento de los protocolos y en la formación y adiestramiento del personal», que está formado tanto por profesionales militares como civiles. «Contamos con un cupo extraordinario para poder contratar a 55 sanitarios y está previsto que también podamos contar con 14 enfermeros más».
En la planta a la que pudo acceder LA RAZÓN junto a otros medios las habitaciones para posibles casos permanecen completamente aisladas de otra área en la que se prevé construir otras ocho habitaciones donde ingresarán casos en cuarentena. Todas las instalaciones están controladas al milímetro por cámaras de seguridad de circuito cerrado en las que, como afirma uno de los enfermeros que trabaja en la sala de control, «se pueden apreciar las constantes vitales, la saturación y el pulso del paciente» a través de una de las dos cámaras que hay en cada habitación. Las puertas de cada una de ellas sólo se pueden abrir desde esta sala. «Con este nivel de control garantizamos la máxima bioseguridad y se evitan posibles interacciones con el agente», explica el sanitario.
Aunque la partida presupuestaria inicial con la que contó el Gómez Ulla para construir sus nuevas instalaciones fue de 6,5 millones de euros, les otorgaron varios créditos en sucesivos consejos de ministros, como los 2,5 millones de euros para equipamiento.
Ocho centros de referencia
El hospital militar de Madrid se suma a los otros siete centros repartidos por toda España que cuentan con unidades específicas para tratar patógenos peligrosos. Entre todos, cuentan con 27 habitaciones preparadas para una nueva pandemia, así como con 14 hospitales habilitados para poder mantener en cuarentena a posibles casos. Es un comité dirigido por Salud Pública el que decide a qué centro debe ir cada caso.
✕
Accede a tu cuenta para comentar