Contaba con diez denuncias en su haber por amenazas e intentos de agresiones

Uno de los miembros del clan Tarabito que amenazó de muerte a dos Guardias Civiles del puesto de Bujalance, en Córdoba, ha ingresado en prisión preventiva. Hacia finales del año pasado el individuo se personó con un hacha en el puesto, y ya contaba con diez denuncias a su espalda por amenazas e intentos de agresiones.

El clan está compuesto por seis personas, seis integrantes de una familia: Tomás León, el padre, la madre y los cuatro hijos: Sebastián, Antonio, Tomás y Luis, de entre 35 y 42 años. Arrastraban una amplia miríada de denuncias a sus espaldas, pero nunca les pasó nada: campaban con total impunidad, a sus anchas, por las calles del pueblo. Hacia principios de febrero, uno de los agentes escuchó de la boca de Sebastían que “le iba a pegar 15 tiros”, y que si no era a él, “se lo haría a su mujer”. Uno de los motivos por los que no se les detenía era porque nunca iba solo, sobre todo, iba con niños, y el jefe de la unidad no quería proceder ante la mirada de estos.