Santiago de Compostela
El padre de Asunta Basterra, presente en el funeral de su hija asesinada
Centenares de personas se han acercado esta tarde a la iglesia de San Fernando, en el centro de la ciudad de Santiago de Compostela, para asistir al funeral en memoria de Asunta Basterra, la niña de 12 años cuyo cadáver fue hallado el pasado domingo.
Tan sólo unas horas después de que Rosario P.O. fuese detenida tras concluir la incineración del cuerpo de su hija adoptiva en el tanatorio compostelano de Boisaca, el padre de la pequeña, el periodista Alfonso Basterra, ha asistido esta tarde a la iglesia que acoge el funeral.
Solo y apresuradamente, el padre de la niña entró por una de las puertas laterales de esta iglesia, ubicada a pocos metros de donde Asunta vivía con su madre. Los familiares de la pequeña han estado arropados por múltiples personas, que abarrotaron el templo, de forma que numerosos asistentes han tenido que quedarse de pie en una iglesia que es bastante amplia.
Desde el instituto Rosalía de Castro, donde Asunta estudiaba, un grupo de alumnos, encabezados por el director del centro, Ubaldo Rueda, se desplazaron caminando hasta el templo para asistir a las honras fúnebres por una compañera de clases que todos coinciden en describir como brillante y apasionada por la música y la danza.
Aparte de familiares, amigos, conocidos y vecinos de la ciudad de Santiago consternados por la trágica muerte de Asunta, al funeral han asistido también el alcalde compostelano, Angel Currás; el rector de la Universidade de Santiago, Juan Casares Long; y el exregidor compostelano Xosé Sánchez Bugallo, entre otros.
Durante el funeral se han sucedido las muestras de pesar y dolor contenido del padre y los allegados de la menor, así como de muchos de sus compañeros de instituto y amigos, que no han ocultado las lágrimas tampoco a su salida de la iglesia. MENSAJE DEL PARROCO
En la ceremonia religiosa el párroco ha llamado a acompañar "discretamente"a la familia de la niña y ha pedido por todas aquellas personas que han fallecido "en extrañas circunstancias".
A la salida de la iglesia se vivieron momentos tensos, cuando un grupo de reporteros gráficos corrieron para tratar de tomar imágenes del padre de la menor, que había abandonado el templo por otra de las puertas laterales. Algunos de los allegados reprocharon el comportamiento de la prensa y dos de ellos se encararon con los cámaras que se encontraban en el lugar.
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