Acoso escolar

El relato de Ana Julia no cuadra a los investigadores con un homicidio: mintió en temas personales

El perro de la Guardia Civil marcó la fregona, el cubo y una habitación por presencia de restos biológicos

Agentes de la Guardia Civil testifican en el juicio contra Ana Julia Quezada por la muerte violenta de Gabriel Cruz / Europa Press
Agentes de la Guardia Civil testifican en el juicio contra Ana Julia Quezada por la muerte violenta de Gabriel Cruz / Europa Presslarazon

“Antes de su detención, Ana Julia incluso nos llega a hablar mal del niño, que cuando hizo un viaje ella a República Dominicana el niño le dijo que no quería que volviera”, afirma el capitán de Homicidios de la UCO.

Veredicto del jurado popular: Ana Julia Quezada culpable del asesinato con alevosía de Gabriel Cruz

La acusada, Ana Julia Quezada, “reconoce los hechos desde un primer momento, que es ella el que lleva al niño (a la finca), que es ella la que acaba con su vida, algo que describe que hizo de forma accidental”. Ahora bien, “las respuestas que da Ana Julia las mantiene en el tiempo, pero a nosotros como investigadores los hechos no nos cuadraban como un homicidio”, afirmó el capitán de Homicidios, Secuestros y Extorsiones de la UCO. Es decir, que los propios investigadores apuntan a que no fue una muerte accidental. El capitán eso sí asegura que ella “nunca reconoce los hechos como algo doloso o premeditado, no reconoce algo que vaya en contra de ella” y que podría aumentar la pena.

Además, “era todo irrelevante y carecía de toda lógica respecto a lo que había sucedido”. El capitán explica que Ana Julia, antes de ser detenida, no colaboró. “Yo no he dicho que Ana Julia colaborara”, responde a la acusación particular. Ella “oculta verdades sobre su persona que nos extraña. Miente cuando se le pregunta sobre cosas personales, pese a la gravedad de los hechos. Así, miente cuando se le preguntó si trabajó en prostitución. Dijo que no”.

El capitán explica que cuando los investigadores descartaron al acosador, ella se sorprendió y empezó a culpar a un tercero, en concreto a Sergio, su último ex marido. Y no solo: “Incluso nos llega a hablar mal del niño, que le insultaba, que cuando hizo un viaje ella a República Dominicana el niño le dijo que no quería que volviera”.

Respecto a la reconstrucción, un agente del servicio cinológico explicó que el perro hizo tres marcajes de restos biológicos en la finca de Rodalquilar donde Ana Julia acabó con la vida de Gabriel: “en la fregona, en el cubo de fregona y en el suelo de una de las habitaciones”. Es decir, que pudo haber en la escena sangre o vómitos, pero ella en todo momento ha negado que golpeara al niño si no fuera que le diera al arrastrarlo.

Además, durante el juicio, un agente, en calidad de testigo y perito, precisó que Ana Julia “frotó la camiseta -que dejó ella en Las Negras- en el suelo para provocar esa mancha” de barro.

Durante la sesión de hoy, la defensa solicitó repreguntar al citado capitán de la UCO, a lo que la presidenta de sala se negó, porque “no tiene derecho a repreguntar”. Thiel, entonces, consideró “que se produce una indefensión -de la acusada- y que va en contra del Convenio de Roma al no poder preguntar tras las preguntas de la acusación particular y la defensa, algo que se repitió en al menos tres ocasiones. Lo que según la acusación particular responde a una estrategia.