Pena de muerte
El testigo que puede cambiar el futuro de Pablo Ibar
El Tribunal de Miami decide hoy si admite el testimonio del testigo ocular en la repetición del juicio contra el español
Al defensa de Pablo Ibar ha presentado una moción que se debatirá hoy y decidirá si se elimine el testimonio de un testigo clave en su sentencia condenatoria porque "su identificación no resulta fiable".
El Tribunal de Broward Country de Miami (EEUU) decidirá este miércoles si es admisible o no el testimonio del testigo ocular Gary Foy en la repetición del juicio contra Pablo Ibar ordenada por el Tribunal Supremo de Florida el año pasado.
En un comunicado, la Asociación contra la pena de muerte Pablo Ibar ha explicado que este miércoles a las diez de la mañana, hora local de Florida (las 16.00 horas en España), comenzará la vistilla en la que el Tribunal de Broward County, presidido por el juez Raaj Singhal, tratará la moción planteada por la defensa de Ibar al inicio del proceso de preparación de la repetición del juicio. En ella se pedía la supresión del testimonio del testigo Gary Foy, que afirmó haber visto a Ibar en el vehículo de una de las víctimas poco después de que se produjeran los asesinatos porque "el procedimiento de identificación fue innecesariamente dirigido, por lo que la identificación no resulta fiable".
El perito psicólogo Ron Fisher, experto en identificaciones oculares, apoyará la moción de la defensa de suprimir el testimonio de Foy por entender que su testimonio "no es fiable". Las mismas fuentes han recordado que el Estado de Florida ya notificó en su día su intención de volver a solicitar la pena de muerte para Ibar en la repetición del juicio.
En agosto del pasado año el juez Raaj Singhal decidió acceder a la petición de la defensa de celebrar una audiencia probatoria sobre su propuesta de suprimir el testimonio de Gary Foy, que, junto con el video de videovigilancia, llevó a la condena a muerte de Ibar en el año 2000.
Ibar, al que se detuvo en 1994 como presunto autor de la muerte de Casimir Sucharski, dueño de un local nocturno, y de dos de sus bailarinas, Sharon Anderson y Marie Rodgers, espera a la posible repetición de su juicio en prisión, tras denegársele la libertad condicional.
En 2000 fue condenado a pena de muerte y permaneció en el corredor de la muerte hasta el pasado junio, después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos anulara la sentencia condenatoria.
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