España
El «virus de la esperanza», principal sustento de los niños de El Chad
Un concierto solidario recaudará fondos para intentar evitar la muerte de 170.000 niños al año por malnutrición.
Sor Magdalena Ribas no tardó más de diez minutos en convencer al pediatra Jorge Muñoz para que colaborase con ella en un proyecto con niños en el Chad. "Magdalena, no sigas. Iré a conocer vuestra situación in situ". Esta frase fue el inicio de un proyecto, Ayuda a El Chad, iniciado hace dos años, y en el que tanto Muñoz como personas de su equipo del servicio de Pediatría del USP Palmaplana han dedicado gran parte de su tiempo libre. Una de las claves para la gran implicación de este grupo de profesionales fue la historia de Brunel, un niño de un año que sufrió la mordedura de un mono y al que la falta de recursos médicos en la zona estuvo a punto de costarle la vida.
Cuando llegó a las manos de Muñoz, estaba a punto de morir y, a pesar de sufrir numerosos altibajos en su estado de salud, logró recuperarse. El de Brunel es un ejemplo, pero es sólo uno de los 170.000 casos de niños que pueden perder la vida en el país africano en un año por malnutrición. Esta cifra se queda corta si se tienen en cuenta los datos de Unicef, que reflejan que cada día mueren 18.000 niños en el país.
Por ello, Muñoz se empeño en construir un área de nutrición infantil en el hospital St. Joseph, para intentar mejorar la calidad y esperanza de vida de muchos menores. El 41 por ciento de los niños menores de cinco años sufre malnutrición crónica. La comida escasea y los alimentos de los que disponen sirven para alimentar al padre, a la madre y, si queda algo, a los hijos. Si a esta situación se suman las epidemias, como el cólera, el sarampión, la meningitis y la poliomelitis, hacen que la herida esté siempre en carne viva.
Para dar una solución al problema, Muñoz convenció a la pediatra experta en nutrición Reina Lladó y a una enfermera, principales artífices de la unidad pediátrica, cuya principal función es la de luchar contra la desnutrición infantil a través de la formación a padres sobre cultivos y cría de animales (el Chad es un país meramente agrícola) y la rehabilitación de los niños afectados. El apoyo de Magdalena ha sido fundamental, pero la acumulación de malarias la han debilitado y ha tenido que regresar a España junto a otras religiosas después de 35 años de trabajo en el país. El fotógrafo Pep Bonet, ganador del World Press Photo Multimedia 2013, se unió al último de sus viajes para mostrar a través del objetivo de su cámara la dureza e injusta situación que viven los niños en el país.
De forma paralela, se han puesto en marcha una serie de iniciativas para lograr fondos que sustenten el proyecto. La campaña "Hazte portador del virus de la esperanza", ha sido respaldada por Carolina Cerezuela y Carlos Moyá, padrinos del proyecto, al que también han dado su apoyo deportistas como Rafa Nadal, Rudy Fernández o el entrenador Joaquín Caparrós; o representantes del mundo del espectáculo como david Bustamante, Paco de Lucía, Boris Izaguirre, Carlos Latre o Mónica Naranjo.
La historia de Brunel ya es universal gracias a un libro de Mabel Álvarez, que decidió aportar su granito de arena después de leer las aventuras y desventuras de Muñoz en el Chad. Pero esta universalidad no se queda ahí porque la música es otro vehículo de comunicación universal y el pequeño Brunel merecía que alguien decidiera comunicar su historia a través de una canción. Esta responsabilidad ha recaído en Urano 22 que, el próximo 24 de noviembre presentará su tema "Brunel"en la Sala Moe de Madrid, donde estarán arropados por Jorge Muñoz, Carolina Cerezuela y Carlos Moyá. Como explica el vocalista de Urano 22, Pedro Manuel Elías, "Queda mucho por recorrer, mucho por dar y muchas ilusiones por compartir". Así, añade, el concierto servirá "para que el dolor de Brunel no sea en vano, para contagiar, a cuantos más mejor, con el virus de la esperanza...".
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