Almería

Ex trabajador centro de menores critica uso "excesivo"contención con internos

Ferrán Martínez, ex trabajador del centro de menores Tierras de Oria, en Oria (Almería), ha asegurado hoy que situaciones como las denunciadas por la asociación centrosdemenores.es a través de la difusión de un vídeo, donde aparecen unos jóvenes atados, se daban "con demasiada frecuencia". En declaraciones a Efe, el ex empleado ha dicho que "puedo entender que se produzcan inmovilizaciones, pero en cuanto a los testimonios que he leído y alegan que las prácticas que aparecen en el vídeo sólo se hacen en situaciones muy puntuales y más suaves, ahí se está mintiendo".

El ex trabajador, que ejerció como educador en el centro durante el año 2004, ha asegurado que "entiende"que se trata de un centro "de máxima seguridad", si bien considera "que se pueden hacer las cosas de otra manera". "Hay que mirar con mucha cautela estas medidas, que son muy violentas y pueden producir en lugar de un efecto positivo en el menor y su reinserción, todo lo contrario", ha recalcado.

Según Martínez, estas medidas se aplicaban "en muchos casos en situaciones que no estaban justificadas", un hecho que él mismo veía "alarmante"y ante el que se mostraba "totalmente en contra"porque "los chavales sufrían bastante". La Ley Orgánica 5/2000 de Responsabilidad Penal del Menor establece que dichos medios sólo podrán ser usados "para evitar actos de violencia o lesiones a los menores, a sí mismos o a otras personas; para impedir actos de fuga, daños en las instalaciones del centro o ante la resistencia a las instrucciones del personal del centro".

Sin embargo, Martínez considera que la ley "es bastante ambigua"y vivió casos en los que se producían "peleas o conflictos"entre internos y se les aplicaban este tipo de medidas. "Considero que había muchos pasos que dar antes de llevarlos allí, pero se les llevaba a la cama y se les ataba". "Entiendo que haya casos muy puntuales en los que el chaval requiera inmovilización, pero se abusaba de esta medida y no se daba como debiera", insiste.

Critica "esa manera de inmovilizar con una presión muy fuerte a chavales en estado de nervios"y destaca el tiempo "excesivo"que se les dejaba atados, "sin poder mover un músculo", que duraba "varias horas". "Los chavales sufrían bastante", subraya el ex trabajador, si bien aclara que la presión que se ejercía "era muy fuerte inicialmente y luego se iba rebajando".

Martínez abandonó el trabajo en el centro tras ocho meses porque no le "gustaba nada trabajar en un centro de estas características, no era agradable"y asegura que más compañeros estaban en desacuerdo con estas prácticas. "El trabajo con menores tiene que ir en otra dirección, no creo que esas inmovilizaciones con esa fuerza, que los menores sufran esa violencia, les beneficie para nada", sostiene.

No obstante ha querido también "lanzar a favor del centro"un mensaje positivo, ya que considera que en Tierras de Oria "se ha hecho un trabajo muy interesante de cara a la reinserción de los chicos en el mundo laboral".