
Muere el Papa Francisco
Francisco: un inmenso cariño por España
Personalidades reconocidas y también población de a pie pudieron disfrutar de encuentros privados y públicos con él
Aunque Francisco nunca visitó España, el legado que deja en nuestro país es inmenso y las personalidades que en algún momento pudieron disfrutar de su compañía son varias, tanto del círculo de la iglesia como de otros ámbitos. A pesar de esta heterogeneidad, los testimonios de todos ellos coindicen en algo: Francisco quería mucho a España. Los que tuvieron la suerte de conocerle destacan la paz que transmitía, su interés en cuestiones no institucionales y lo fácil que era que una audiencia se alargara más de lo previsto. Tal vez, por todo esto y por los testimonios que hoy se recuperan para decir adiós a un pontífice muy querido, podemos afirmar que Francisco no necesitó pisar la Península para dejar huella en ella.
La historia de vida del torero Juan José Padilla no se puede contar sin darle a la fe un espacio fundamental. En 2011 sufrió una de las cogidas más graves que se recuerdan en el mundo del toreo. En una entrevista, recuerda que «el Papa Francisco tenía conocimiento de este accidente. Sé que, en algún encuentro con un obispo español, incluso se había preocupado por mi estado». Sin embargo, no fue hasta 2019 cuando ambos se conocieron personalmente. «Yo ya llevaba muchos años hablando e intentando organizar un encuentro, por eso cuando recibí la llamada del Vaticano invitándome a acudir a una Audiencia general, sentí que era un regalo de Dios», asegura el torero. Francisco se interesó por su estado de salud, y le dijo que «se alegraba mucho de los triunfos que había tenido y del camino que había seguido después de una situación tan delicada y de un golpe tan fuerte». El pontífice argentino alabó la fe y la vocación de Padilla, a lo que este contestó que era «el Señor quien me había dado la oportunidad de afrontarlo, con tenacidad, fuerza y fe». Francisco le pidió que siguiera con ese ímpetu, y tanto al torero como a su mujer y a sus hijos les pidió que «siguiéramos rezando por él».
«Conocía la Iglesia española»
Juan Carlos Antón, coordinador de presidencia de la Fundación Iruaritz Lezama, acompañó el pasado mes de junio al sacerdote y empresario Luis de Lezama a un encuentro en la Casa Santa Marta, donde residía Francisco. La duración prevista de la Audiencia era de media hora, pero se alargó hasta la hora y media. «Hablamos de temas institucionales pero también de muchos personales. Nos habló de lo que le preocupaba el tema de los abusos dentro de la Iglesia, e incidió en que los cristianos de a pie teníamos que ser transmisores de esperanza y alegría, que era como Dios nos quería», cuenta Antón. El humor y la espontaneidad estaban siempre presentes en la personalidad de Francisco, y prueba de ello es la siguiente anécdota que rememora Juan Carlos: «Don Luis de Lezama le preguntó ‘cómo se encuenta su Santidad’, y este respondió ‘yo estoy bien, mi santidad va siempre regular’».
A pesar de no haber visitado nunca España como Papa, tenía una idea clara de cómo es y cómo está la situación de la Iglesia aquí. «Me llamó la atención que nos habló de párrocos concretos de Madrid, de obispos españoles… Tenía una idea muy acertada. Mencionó al padre Arrupe y al padre Llanos. Este último estuvo muy implicado con la lucha obrera. Francisco se sentía muy cerca de ambos por lo mucho que lucharon a favor de los pobres y los trabajadores», explica Antón, que recuerda que Francisco vivió en Alcalá de Henares, entre los años 1970 y 1971. Fue allí para completar su tercera probación, el periodo espiritual de los Jesuitas.
Cuando Luis de Lezama y Juan Carlos fueron a abandonar la casa de Francisco, este se ofreció a acompañarles hasta la puerta: «Le contestamos que no hacía falta, y entonces insistió y nos explicó por qué siempre había que acompañar a los invitados: primero para asegurarse de que se van, y segundo para comprobar que no se llevaban nada», recuerda emocionado Arcón.
El Padre Ángel, presidente y fundador de la Asociación Mensajeros por la Paz, también disfrutó de una Audiencia privada en el Vaticano, concretamente en diciembre de 2022. No era la primera vez que se veían, pero sí una de las veces que más tiempo pudieron compartir juntos. El párroco español habló en su momento de una conversación «larga, cariñosa, entrañable y atenta», en la que se abordaron temas «de lo divino y de lo humano, de la Iglesia y de las personas». Francisco se mostró muy interesado por saber de las actividades en la Iglesia de San Antón y le animó a «seguir abriendo las puertas y acogiendo a todo el mundo».
Fuera del ámbito eclesiástico, la escritora e influencer española María de León también forma parte de quienes pudieron intercambiar palabras con Francisco. Gracias a la invitación de unos amigos, pudo acudir a una Audiencia pública en julio de 2015.
«Una de las cosas que más me llamó la atención era la energía y el aguante que tenía. Hacía un calor de sauna, había dado su discurso en todos los idiomas durante dos horas y media, y aun así se paró a saludar a todo el mundo. Yo estaba en la recta final y pude estrecharle la mano y decirle que era sevillana», cuenta María. Francisco le expresó entonces mucho cariño, tanto hacia su persona como hacia Sevilla, ciudad a la que dijo guardar en gran estima. «Sentí una paz indescriptible en esos segundo», recuerda María.
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