Opinión

Mónica García, indulgente si la corrupción viene del PSOE

Adalid de lo público y supuesta paladín de la lucha contra la corrupción sanitaria, no ha osado alzar la voz contra el presidente del Gobierno al que pertenece

Mónica García aboga por "vigilar" las campañas como la reciente sobre la obesidad
Mónica García, ministra de SanidadEuropa Press

El escándalo desatado en torno al secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, no ha alterado un ápice el guión marcado por Pedro Sánchez a todos sus ministros y Mónica García, desde luego, no iba a ser una excepción. Autoerigida en adalid de lo público y supuesta paladín de la lucha contra la corrupción sanitaria, la titular de esta cartera no ha osado alzar la voz contra el presidente del Gobierno al que pertenece, ni contra el partido que le sustenta pese a la gravedad del contenido del informe de la Unidad Central Operativa (UCO), despachándose al respecto con frases muy de su estilo, tan grandilocuentes como vacías de contenido. «Que caiga quien tenga que caer, malditos sean todos los corruptos», y lo que hay actualmente son «tres o cuatro corruptos» son algunas de las perlas que ha soltado la anestesista, aprovechando eso sí para atacar a Isabel Díaz Ayuso, como si el «affaire» de su pareja fuera equiparable al de la mano derecha del líder socialista, José Luis Ábalos o tantos otros próceres de la izquierda cogidos en un renuncio.

Creadora de un observatorio contra la corrupción sanitaria para prevenir y establecer alertas contra las ilegalidades, la ministra bien podría echar mano de este órgano para calcular cuánto dinero de las presuntas mordidas y licitaciones fraudulentas destapadas podría haber servido para reforzar la sanidad pública y no lo ha hecho. También el «evadido» al hilo de los contratos de compraventa de mascarillas que hizo el Ejecutivo socialcomunista durante la pandemia de Covid-19 o los de carreteras puestos bajo sospecha por el instituto armado en su demoledor informe. ¿Cuántos médicos o enfermeras podrían haberse contratado? ¿Habría dado el dinero para construir algún hospital, equiparlo con tecnología y ponerlo en funcionamiento?