DGT
Frenar o acelerar: ¿Qué debemos hacer cuando el semáforo está en ámbar?
España es el único país que mantiene la fase intermitente en sus semáforos
La gran mayoría de nosotros obedecemos sus órdenes sin dudarlo. El poder de los semáforos en las carreteras españolas está más que establecido… mucho más que el de otras muchas señales menos imponentes, como los ‘stops’, por ejemplo. O al menos así es con la luz roja y con la luz verde. Todos sabemos que el rojo nos impide avanzar y que el verde nos permite seguir nuestro camino. Pero, ¿y con la luz ámbar?
La mayoría de los conductores cree que pasar cuando la luz está en ámbar no es punible. Pero nada más lejos de la realidad. Cuando es fija y no intermitente, los vehículos deben detenerse como si de la luz roja se tratara. Ahora bien, cuando la luz es intermitente, el vehículo no tiene la obligación de detenerse… pero sí que debe ceder el paso al peatón que se disponga a cruzar.
Aunque la intención de este tipo de semáforo es mejorar los flujos de tráficoy reducir la congestión, la consecuencia no deseada es la confusión y el peligro continuo. Porque lo que ocurre en este caso es que se produce una contradicción donde ambos implicados, vehículo y peatón, sienten que tienen el permiso de paso, provocándose así numerosos accidentes.
España es el único país en nuestro entorno que mantiene la fase intermitente en sus semáforos. Otros países europeos que también contemplaban el paso con la luz ámbar intermitente ya modificaron su normativa. La Dirección General de Tráfico -por su parte- ya ha reconocido el peligro que genera esta confusión, pero no ha decidido eliminarlo definitivamente. En lugar de eso ha recomendado a los organismos locales a limitar su uso.
¿A cuánto asciende la multa por saltarse un semáforo en ámbar?
La Dirección General de Tráfico ha recordado en varias ocasiones que saltarse un semáforo en ámbar es, a efectos prácticos, lo mismo que saltarse un semáforo en rojo. Eso significa que la infracción de tráfico se sanciona con 200 euros de multa, así como la pérdida de cuatro puntos del carnet. Eso siempre que no provoquemos un accidente o un atropello, circunstancia que podría tener consecuencias penales.
Los conductores deberían recordar también que detenerse frente a un semáforo no exime de la sanción por tocar un teléfono móvil. No hace falta agarrarlo o tocar la pantalla para que nos pongan una multa… solo con tocarlo es suficiente. Y la sanción no es precisamente pequeña. Esta sanción se pena con el pago de 200 euros de multa y la retirada de 6 puntos en el carnet de conducir. Y, por último, también conviene recordar que tocar el claxon para meter prisa al coche de delante o al peatón que está tratando de cruzar cuando el semáforo está parpadeando en ámbar se sanciona con 80 euros.
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