Sequía

El Gobierno ofrece una "mano tendida" por la falta de agua en Cataluña y Andalucía

Las reservas en estas dos comunidades son inferiores al 20%, "muy por debajo de los umbrales razonables", ha declarado la vicepresidenta Teresa Ribera

Según los datos de este martes hechos públicos por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), la reserva hídrica española está en este momento al 45,2% de su capacidad. Sin embargo, hay dos territorios donde la falta de agua es especialmente delicada: las cuencas internas de Cataluña están al 16,5%, y en Andalucía por debajo del 20% (excepto las de Tinto, Odiel y Piedras, al 62%, y la del Guadiana, al 26,9%).

En este contexto, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha calificado de «complicada» la situación hídrica en Andalucía y Cataluña, con un volumen de agua embalsada «muy por debajo de los umbrales razonables» para esta época del año. Por este motivo, ha ofrecido una «mano tendida» para afrontar el problema y ha pedido «alerta, cautela y sobre todo, seriedad», además de «voluntad de cooperación entre todos», informa Efe. Además, ha asegurado que «nadie va a cortar el grifo a nadie» con argumentos geográficos o de residencia, y ha destacado la importancia «de la seguridad hídrica, de agua de boca para las personas, que es la más importante». Sin embargo, ha añadido que no debe actuar solo el Ejecutivo, sino que "hay competencias muy importantes de las dos comunidades que deben ser activadas".

En este sentido, las dos regiones se han puesto manos a la obra para abordar la sequía actual. En el caso de Andalucía, su presidente, Juanma Moreno, ha advertido de que la situación es «crítica», tras unos meses de noviembre, diciembre y enero «pésimos» en cuanto a las precipitaciones registradas. Para superar el verano sin restricciones de importancia la comunidad necesitaría que lloviera en invierno o primavera durante treinta días de forma continuada, informa Efe.

Moreno ha hecho además un llamamiento a los 8,5 millones de habitantes, a los responsables públicos y a las empresas para racionalizar el consumo de agua. El próximo día 29 se aprobará el cuarto decreto de sequía, que estará dotado con 200 millones de euros e incluirá 50 millones en ayudas para el sector agroalimentario y que se centrará en los ayuntamientos, sobre todo en aquellos municipios que ya tienen problemas de abastecimiento de agua.

En la capital, Sevilla, la Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas (Emasesa) trabaja en un plan para reducir la presión de agua durante las horas nocturnas a partir de Semana Santa. Hace unos meses la empresa aprobó un bando en el que fijaba un ahorro del 10% para los consumos domésticos, con la posibilidad de controles de «lectura y facturación» en los consumos.

En Cataluña, la otra comunidad más afectada por la sequía, también se han puesto en marcha medidas para atajar el problema. Así, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha aprobado el plan para reducir la presión del agua cuando se entre en fase 1 de emergencia por sequía, según informaron fuentes del AMB.

La intención es empezar la reducción de la presión del agua en los municipios que están superando los 200 litros por persona y día, que actualmente son Cervelló, Corbera de Llobregat, Sant Vicens dels Horts y Begues.

En las fases 2 y 3 de emergencia, a la que se llegaría en los próximos meses si no llueve, la dotación baja a 180 y 160 litros por persona y día, respectivamente.

Sin embargo, en Barcelona, el consumo de agua para todos los usos está en 173 litros por persona y día, por lo que la reducción de presión no entraría en vigor hasta la fase 3 de emergencia. Una situación que la directora general de Barcelona Ciclo del Agua, Cristina Vila, alertó de que se llegaría en julio si no llueve como es habitual en primavera.

Asimismo, el AMB ha dispuesto el régimen sancionador en caso de incumplimiento de las restricciones. Las infracciones leves –como lavar el coche o regar el jardín– pueden ser sancionadas con hasta 750 euros; las graves, como llenar una piscina, con 751a 1.500 euros, y las muy graves con de 1.501 a 3.000.