Gry Larsen: "No podemos vivir en una sociedad donde la mujer teme por su vida"

Embarazadísima. Así asistió la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores de Noruega, Gry Larsen, a Madrid para apoyar el nuevo Programa de Igualdad y Conciliación que presentó este miércoles la ministra de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad, Ana Mato. El país escandinavo está detrás de cerca del 86 por ciento de los 12 millones de euros con los que cuenta la nueva propuesta de Mato y que propone "medidas para promover la conciliación". "Noruega es un referente"en este área, insistió la ministra.

"Lo más importante es que existan políticas destinadas a la mejora de la igualdad entre los dos sexos. La mujer debe poder combinar la vida profesional con la familiar", comenta a LA RAZÓN, Larsen. "Nuestra experiencia es que, si no existen recursos, las mujeres deben escoger entre su carrera y la maternidad". Así, además de cinco proyectos predefinidos, dotados con 4,1 millones de euros, 12 municipios españoles enviarán propuestas que el Ministerio, tras su aprobación, contará con 1,5 millones de euros para implantarlo. La secretaria de estado de Noruega también recalca la importancia del hombre en el avance por la igualdad: "Una de nuestras leyes fija que el hombre debe, al menos, cubrir un tercio de la baja por maternidad. En mi casa, nos lo dividimos a partes iguales, seis meses cada uno. Sí compartimos la responsabilidad".

Noruega, a pesar de muchos de sus avances sociales y educativos -su sistema es uno de los mejores de la Unión Europea-, tiene un profundo problema con la violencia de género. "Es muy grave y estamos impulsando programas para ayudar a las víctimas a romper con su silencio y pidan ayuda", sostiene la experta en Igualdad. De acuerdo con los últimos datos oficiales de Noruega y que recoge el estudio europeo "Mujeres europeas contra la violencia 2012"más del "26 por ciento de las mujeres han experimentado algún tipo de violencia por parte de su pareja o ex pareja"y sólo se reduce un punto si se acota a violencia física. "La violencia doméstica es un crimen y por eso nos esforzamos en que las mujeres denuncien, aunque sea su marido y la agresión haya sucedido en su casa". Larsen considera que es muy importante seguir invirtiendo en políticas de protección porque "no podemos vivir en una sociedad donde tantas mujeres tienen miedo a su marido y temen por sus vidas. No es aceptable en ningún país de Europa".