Experiencia única
Investigar como becario junto a un Premio Nobel
Gracias a una beca de postgrado de Fundación La Caixa, Alfredo Quijano y Marc Expósit han trabajado en el laboratorio de David Baker, padre del diseño computacional de proteínas
Las cartas de presentación del catalán Marc Expósit Goy y del valenciano Alfredo Quijano Rubio cuentan con varios puntos en común. Ambos son españoles, con vocación científica, apenas superan la treintena y han completado un doctorado en una universidad de prestigio internacional. Sin embargo, para ambos, uno de los factores más determinantes en su carrera académica y profesional ha sido haber recibido una beca de postgrado en el extranjero de Fundación La Caixa.
«Mi recomendación es que la gente joven la solicite sin dudarlo», asegura Quijano, quien se muestra muy agradecido por haber podido disfrutar de esta oportunidad.
Y es que gracias a este apoyo accedió al programa de doctorado de la Universidad de Washington, donde, en el Baker Lab, trabajó junto al premio Nobel de química en 2024, David Baker, quien es considerado padre del diseño computacional de proteínas.
Pocos años más tarde, Expòsit siguió los pasos de su compatriota después de que el propio Quijano le hablara acerca del trabajo de Baker y le recomendara aplicar a la Universidad de Washington en un encuentro entre ambos que se produjo gracias a la comunidad de becarios, una red de contactos que se mantiene incluso una vez se ha finalizado la beca.
Éste se postuló al programa de doctorado de la reputada universidad estadounidense con la beca de postgrado en el extranjero de Fundación La Caixa bajo el brazo, gracias a la cual, «además de la financiación, tienes la distinción de haber conseguido esta beca y eso es un punto muy a tu favor en el proceso de selección de las universidades», tal y como él mismo señala.
Para Quijano, ésta además ofrece un acompañamiento durante dicho proceso que resulta clave para los candidatos. «Si no tienes alguien que te guíe es muy difícil acceder al sistema educativo estadounidense porque es muy competitivo y hay muchas trabas administrativas». En este sentido, «la beca te ayuda a entender cómo funciona».
En cualquier caso, ambos lograron su propósito de llevar a cabo su doctorado trabajando codo con codo con Baker, quien ostenta el mérito de, mediante el uso de modelos de inteligencias artificial de código abierto, hacer posible la creación de proteínas completamente nuevas, que no existen en la naturaleza, con nuevas funciones que permiten cambiar la biología.
Así, en el marco de su doctorado en Ingeniería Molecular, Expòsit está focalizado en el diseño de citoquinas, proteínas que regulan el crecimiento y la actividad de otras células del sistema. Bajo la dirección de Baker, trabaja en el diseño de nuevos mensajes de respuesta para el sistema inmune para poder tratar enfermedades como el cáncer o los trastornos inmunes.
Por su parte, Quijano completó un doctorado en Bioingeniería y Diseño Computacional de Proteínas durante su paso por el Baker Lab, en el marco del cual trabajó en el diseño de proteínas que cambian de actividad según su entorno.
Eso le llevó a crear su primera empresa, Neoleukin Therapeutics, en la que aplicó dicho conocimiento a terapias contra el cáncer para reducir los efectos secundarios de los tratamientos.
Tras finalizar el doctorado y profundizar en este ámbito de investigación, Quijano se asoció con Baker y Daniel Silva, postdoctorado también del Baker Lab, para fundar Monod Bio.
«Somos la única empresa que está utilizando el diseño de proteínas con inteligencia artificial para mejorar dos cosas: por un lado, las herramientas diagnósticas, es decir, las proteínas que se usan en los diagnósticos para que sean más precisas y sensibles; y, por otro lado, los reactivos que usan los investigadores en el laboratorio con el objetivo de ofrecerles recursos más baratos y rápidos», explica. Así pues, a día de hoy Quijano está focalizado en la investigación y el emprendimiento en el ámbito biotecnológico, impulsando el trabajo de los investigadores y apostando por el desarrollo de herramientas diagnósticas más precisas y accesibles.
Por su parte, Expòsit, que en un futuro se ve regresando a Cataluña, está cerca de completar el doctorado y, a corto plazo, se debate entre empreder o continuar con su formación realizando un posdoctorado en otro laboratorio de Estados Unidos.
En cualquier caso, lo que esta claro en ambas trayectorias es que la beca de Fundación La Caixa ha sido clave para ellos, tanto a nivel académico como profesional.