Carnaval

La «drag queen» que se vistió de monja quiere «dar clases de Religión»

El Obispo de Canarias señala que ha sido el día más triste de su estancia en las Islas, incluso por encima del accidente de avión de Spanair

La «drag queen» que se vistió de monja quiere «dar clases de Religión»
La «drag queen» que se vistió de monja quiere «dar clases de Religión»larazon

Tras su representación como la Virgen y el Cristo crucificado, la actual Drag Queen 2017 del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria dice que no quiso molestar a nadie, que solo fue una representación artística.

Se llama Borja Casillas, tiene 26 años, le gusta la danza, ha estudiado magisterio infantil y quiere dar clases de religión. Hasta ahí podría parecer el perfil de un joven cualquiera. El detalle que ha suscitado la polémica en la última edición del Carnaval capitalino ha sido su espectáculo de transformismo bajo el nombre de "Drag Sethlas", escenificando una Virgen y un Cristo crucificado en la reciente gala de Drag Queen 2017 que, precisamente en esta ocasión, cumplía su vigésimo aniversario.

Borja ha dicho que pensó en este espectáculo hace años. “La idea surgió de la nada, me dije que tenía que hacer algo diferente, algo que nadie se ha atrevido a hacer, y me arriesgué”. Siente que se trató de una representación artística, de Arte. “Al fin y al cabo -dice- esto es Carnaval, queríamos que la gente hablara. Seguramente hay muchas personas que me apoyan, otras que no, pero doy las gracias a todos por igual, y si a alguien le ha incomodado les pido perdón, no pretendía ofender a nadie; pero no me arrepiento del espectáculo que presentamos, y la gran mayoría del público lo ha aplaudido”.

Asegura que con su "performance"de tres minutos buscaba polémica, y mucha transgresión, algo que ha conseguido por las reacciones que ha habido, no solo por parte de la Iglesia. Borja pide que también se le respete a él, “pido respeto y tolerancia, no lo he hecho con ninguna mala intención. Hay que abrir un poco la mente, estamos en el siglo XXI y la libertad de expresión es algo fundamental”.

Estudiante de magisterio infantil, actualmente está haciendo una adaptación que se llama Declaración Eclesiástica de Competencia Académica para poder dar clases de religión en colegios concertados y privados, y espera que su representación en el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria no le impida conseguir un trabajo como profesor. “Hay que saber separar las cosas, y me considero un buen profesional”, dice. Se define como agnóstico. El tema religioso le interesa como una forma más de conocer y entender las sociedades, “como al que le gusta la Historia y la Geografía”, dice.

Reacciones ha habido por todas partes, una de ellas, la directamente representada, la Iglesia Católica. Al día siguiente de la Gala Drag Queen, el Obispo de Canarias, Francisco Cases, emitía un comunicado diciendo que hasta ese día, el momento más triste de su estancia en las Islas había sido el accidente de avión donde murieron 154 personas que viajaban de Madrid a Gran Canaria. Un accidente que ahora es relegado a segundo lugar, ya que el Obispo ubica en primer lugar la elección de la Drag Queen del Carnaval como el día más penoso. Y, además, señala en ese comunicado: “ha triunfado la frivolidad blafesma, tanto en los votos como en los aplausos de la muchedumbre enardecida”.

Palabras, que a su vez, han molestado a la Asociación de Víctimas del vuelo JK5022. “Lo que ha hecho el Obispo nos causa una indignación tremenda”, señaló Pilar Vera, su presidenta, al relegar a segundo lugar la muerte de esas personas como el día más triste de su estancia en las Islas. La presidenta insistió en que desde hace casi nueve años "nunca se ha dirigido a la asociación, aunque he de reconocer que ha permitido que la misa funeral de cada 20 de agosto [fecha del accidente aéreo] se haga en la Catedral, aunque ofrecida por un sacerdote”, dijo.

Tal ha sido la polémica que, incluso, en la mayor plataforma de peticiones del mundo: Change.org, hay más de 20.000 personas, que han suscrito la solicitud para reclamar al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria la depuración de responsabilidades por lo ocurrido en la ya famosa Gala Drag. En el texto se subraya que “mofarse de lo sagrado” no debe quedar sin consecuencias, se pide la dimisión de los responsables públicos y se amenaza con boicotear a sus patrocinadores.

La polémica está servida.