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La sexta víctima inocente

En menos de un mes han fallecido tres niños a manos de sus padres. El último, ayer. Un hombre asesinaba a su bebé de ocho meses en Cádiz. «Haced lo que tengáis que hacer», le dijo a la Guardia Civil. «Los maltratadores ven en los hijos la mejor arma de venganza contra la madre», afirman los expertos

A primera hora de la mañana, la Guardia Civil acudió al domicilio de Isidro y Sara tras el aviso de los vecinos. El bebé ya había muerto
A primera hora de la mañana, la Guardia Civil acudió al domicilio de Isidro y Sara tras el aviso de los vecinos. El bebé ya había muertolarazon

Sólo tenía ocho meses y su padre ayer acabó con su vida. Le asfixió. No soportó sus lloros. Unos minutos antes, el presunto parricida, Isidro, golpeó a su madre en medio de una discusión.

Sólo tenía ocho meses y su padre ayer acabó con su vida. Le asfixió. No soportó sus lloros. Unos minutos antes, el presunto parricida, Isidro, golpeó a su madre en medio de una discusión.

Acababa de salir el sol en Arcos de la Frontera (Cádiz) y los vecinos, alertados por los gritos, llamaron a la Guardia Civil. Los agentes no tardaron en personarse en el domicilio de la pareja y, tras llamar en repetidas ocasiones a la puerta sin obtener respuesta, decidieron entrar a la fuerza. «Haced lo que tengáis que hacer», dijo el presunto asesino al verles entrar. Se entregó en el momento. Su pareja, Sara, fue trasladada al hospital de inmediato. Está embarazada de tres meses, pero su vida no corre peligro. El bebé es la sexta víctima menor por violencia de género de este año. Un número que iguala al total de todo el año 2013. « Tenemos un nuevo caso de violencia de género que se ejerce a través de un hijo de una mujer víctima de violencia de género», afirmó poco después de conocer la noticia consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio.

De acuerdo con las estadísticas del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el año pasado falleció un niño a manos de su padre, víctima de violencia de género, sin embargo a los pocos meses de arrancar 2017 conocíamos el primer caso en el que un menor fallecía como «venganza» de su padre hacia su madre. Ocurrió en Madrid, poco después de salir de la consulta de Pediatría. «Te voy a dar donde más te duele», le dijo el presunto asesino de 27 años, segundos antes de lanzarse con su hija de un año desde la cuarta planta del Hospital madrileño de La Paz.

«Esa frase es la que tienen en mente todos los maltratadores que ven en sus hijos la mejor arma de venganza contra su madre», afirma Teresa San Segundo Manuel, profesora de Derecho Civil en la UNED, directora del Centro de Estudios Género y responsable del Máster Malos Tratos. Lleva años estudiando el problema sociológico que existe con la violencia machista y, por eso, hace sólo unos meses, acudió al Congreso y al Senado, para plantear sus propuestas dentro del seno de la Subcomisión para un Pacto de Estado en materia de Violencia de Género. «Sólo buscan hacer daño a la víctima. Y lo consiguen, porque le destrozan la vida». Y eso es lo que le ha ocurrido a Sara, la joven de Arcos que ayer perdió a su primer hijo. «Casos como éste son más difíciles de detectar y de coger a tiempo, porque se producen en el seno de una discusión y no se debe exigir que haya que denunciar de por medio para actuar. Los casos que, sin duda, sí se pueden evitar son los que se dan durante las visitas estipuladas judicialmente», explica San Segundo. Es por ello que, entre las propuestas que trasladó a los parlamentarios que trabajan por una nueva ley contra la violencia de género, «solicité que las órdenes de alejamiento también comprendan a los hijos de las mujeres que sufren violencia; que no sólo se considere delito de malos tratos contra la mujer, sino también contra los hijos que viven en el hogar», enumera la experta. A estas iniciativas sumó dos más: «Que no se admita el Síndrome de Alienación Parental y que los menores no tengan que contar con el consentimiento paterno para recibir tratamiento psicológico». San Segundo estima que la clave para que las medidas que se implanten funcionen es que «velen por el interés superior del menor». «Aún queda mucho trabajo por hacer porque no hay concienciación en la sociedad con respecto al peligro que atraviesan los hijos».

Sólo un mes después de conocer el caso de la menor que falleció en La Paz, un hombre asesinó en el piso familiar a su mujer y sus dos hijos en Campo de Criptana (Ciudad Real). Los niños, de 8 y 5 años, murieron asfixiados y su progenitor se suicidó poco después tras saltar desde una segunda planta.

Mayo, sin duda, ha sido el mes más trágico en lo que se refiere a menores víctimas de violencia de género. El día 2, un hombre asestó varias puñaladas a su pareja y a su hijo de 12 años en Alcobendas (Madrid). Los sanitarios que acudieron al lugar tras la llamada de un familiar no pudieron hacer nada por la madre y el menor. Ambos se encontraban en medio de un charco de sangre y, como en los anteriores casos, no constaban denuncias previas por violencia de género.

Días después de este doble asesinato, otro padre terminaba con la vida de su hijo, para vengarse de la que fuera su mujer. Fue en Oza-Cesuras (La Coruña), durante los dos días que el juzgado había estimado que el padre podía ver a su hijo de 11 años. El niño tenía que haber regresado con su madre el lunes, tras pasar el fin de semana con su padre, pero al no hacerlo, ella denunció su desaparición. El cadáver del niño fue encontrado en una zona arbolada, había fallecido por los numerosos golpes que recibió con un objeto contundente. Junto al cadáver apareció una pala que se cree que pudo ser el arma del crimen. Como adelantó LA RAZÓN, el padre, al acudir al lugar donde presuntamente habría dejado el cuerpo de su hijo dijo: «A ver si terminamos ya que estoy cansado».

Para los expertos, es evidente que los regímenes de visita no están lo suficientemente controlados y tampoco los puntos de encuentro. Por eso, el grupo socialista de Madrid presentó ayer una proposición de ley en la Asamblea para homologar los recursos públicos y garantizar la seguridad de los menores, puntos que utilizan más de 800 familias, la mayoría por sentencia judicial.

La legislación española permite que los menores tengan encuentros con presuntos maltratadores, pero lo que quiere el grupo socialista es que esos encuentros se hagan siempre bajo tutela de un profesional. «Lo primero que se debería hacer es evitar que los maltratadores tengan derecho a estas visitas, pero lo que habría que decidir es en qué momento del procedimiento judicial se puede tomar esta medida. ¿Nada más poner la denuncia o cuando ya esté condenado?», pregunta Pilar Llop, diputada socialista y jueza especializada en violencia de género. Pero como esta medida debería incluirse en la futura nueva ley que surga del Pacto de Estado, la iniciativa que plantea el grupo de Llop busca dar una mayor protección a los menores que acuden a puntos de encuentro.

Un SOS enviado por e-mail

Una madre fue detenida y puesta posteriormente en libertad con una orden de alejamiento después de que su hija relatara en un correo electrónico a su tutora del centro educativo donde estudia los malos tratos que supuestamente le infligía su progenitora a su hermano, de 15 años, según confirmaron a Europa Press fuentes policiales y judiciales. Al leer la maestra la carta dio aviso a la dirección del instituto que lo puso en conocimiento de la Policía Nacional. Los profesores observaron que el joven presentaba hematomas en diferente fase de evolución y los agentres del Grupo de Menores de la Policía Nacional se desplazaron al centro, trasladando al adolescente a un centro sanitario y después a un médico forense, que acreditó las lesiones que presentaba, según adelantó el jueves «Diario Sur». La mujer se mostró dispuesta a acatar la medida cautelar y señaló que iba a irse a vivir con un familiar mientras que el padre se haría cargo de los hijos en el domicilio de la familia. Al parecer, ni la menor que escribió el correo ni su hermano acudieron al juzgado para declarar contra su madre, alegando que la querían mucho. Tampoco lo hizo el padre. Sin embargo, la Fiscalía actuó de oficio. El caso ha pasado al Juzgado de lo Penal número 5 de Málaga.