Sociedad

La vida en Oymyakon, el pueblo más frío del mundo

Esta ciudad rusa ostenta el título de ser el lugar más gélido con temperaturas que rondan los -60º

Imagen de un habitante de Oymyakon
Imagen de un habitante de Oymyakonlarazon

Gente con las cejas llenas de nieve, casas sin tuberías ya que se revientan por el estado de congelación del agua, motores de coches que no se pueden parar porque sino la gasolina se congela. Esta es la realidad que viven los habitantes de la ciudad rusa de Oymyakon, un lugar totalmente helado, ubicado en Siberia, dentro de la región de la República del Sajá. La temperatura media del lugar gira en torno a los 40 grados bajo cero, unas temperaturas que hacen impensable que cualquier ser humano se asiente ahí, pero la realidad es que sí.

Situado a siete mil kilómetros de Moscú, Oymyakon es un pueblo en el que viven alrededor de 500 personas, el cual es considerado como el lugar habitado más frío del mundo.62 grados bajo cero marcaron los termómetros de este pueblo siberiano, una cifra histórica que no se registraba desde 1933, cuando la cifra negativa se quedó en 59 grados. A pesar de ello, esta temperatura no se acerca a la más fría registrada en el Polo Norte, que se sitúa en 71 grados bajo cero en 1926.

A pesar de las extremadas temperaturas que hace en Oymyakon, la vida no se para y los niños acuden al colegio hasta que el frío supera la barrera de los 52 grados negativos, en ese caso deben quedarse en sus casas. Sus habitantes hacen de la ganadería y de la pesca, su fuente de recursos principal. Las granjas están ocupadas por vacas, que solo dan leche de junio a octubre, y renos, siendo estos los únicos animales que criados allí. Además, los lugareños conviven con situaciones como que los peces que pescan, se congelan después de estar veinte segundo fuera del agua.

Los hogares de los habitantes están perfectamente adecuados al frío, donde pasan la mayor parte de sus vidas debido a las condiciones climatológicas del exterior. Unas casas que tienen los cuartos de baño fuera de lo que es la residencia en sí, un cuarto junto al resto de la casa con letrinas para hacer las necesidades. Algo llamativo ya que los hogares no tienen tuberías debido a que el agua que llevan se congelan y terminan por reventarse. Otra de las precauciones que deben tomar los lugareños es no apagar el coche del motor porque la gasolina, a partir de -45º, se congela.

Las temperaturas tan extremas en el invierno de Oymyakon se deben a la gran lejanía del océano y a las situaciones anticiclónicas del lugar, además de las pocas horas las pocas horas de sol que disfruten los habitantes que producen estas condiciones climatológicas muy duras. Sin embargo, con la llegada del verano, se puede llegar a disfrutar de hasta 30 grados. Con las temperaturas tan frías que hace en invierno, es llamativo que el significado del nombre de este pueblo sea “el agua que no se congela”.